Guía para cuidar a tu Osito Polar ↪ ChanBaek

2. Ten cuidado con su alimentación

El primer día de Chanyeol junto a aquel pequeño ser había sido algo difícil, no encontraba el tiempo suficiente para poder leer por completo la guía debido a que Baekie solo quería trepar a su cuerpo, acomodarse en sus brazos y dormir sobre su hombro durante horas. La espalda ya le estaba pasando factura, viéndose obligado a caminar por toda la casa meciéndolo para que no se quejara entre sueños.

Era momento de desayunar, la pancita del pequeño osito polar gruñía y por mucho que Chanyeol intentara este siempre rechazaba la comida que supuestamente debería aceptar alguien de su especie. Con negaciones de la cabeza del más pequeño, un puchero en sus labios y los bracitos cruzados, Chanyeol decidió recurrir a su "biblia", es decir, a la guía para cuidar a su hibrido.

" Ten cuidado con su alimentación"

Cada hibrido es diferente y posee gustos diversos con respecto a la comida. Quizás este no siempre tenga una alimentación ideal, pero son sus gustos y a medida que vayan creciendo aumentaran la variedad.

Advertencia: Al ser solo unos niños no tienen aún control sobre las cantidades correctas y suelen comer más de lo normal. Hay que medir sus porciones y negarles cuando quieran en exceso o puede causar algunos problemas estomacales.

Chanyeol observó al osito en una sillita especial de bebé que había pedido prestada a su hermana Yoora la tarde anterior. Se acercó a Baekhyun, tomándolo en sus brazos para luego acercarse con él a la cocina. Por mucho que buscó este no logró encontrar algo que le agradara, lanzando todo lo que el chico le ofrecía al suelo. Luego continuaron por la alacena y finalmente acabaron en el "cajón de golosinas de Chanyeol", es decir, en su mesita de luz donde, como el gordo que era, guardaba todos sus chocolates para comer durante la noche.

-Por favor, no pidas algo de aquí, Baek. Harás que todo un mes de salario para comprar esto se vaya a tu estómago. -Al parecer a Baekhyun le gustaban los divertidos colores de los envoltorios y el olor que de allí se desprendía. Acercó su manito a una barra de chocolate blanco, la cual gustoso comenzó a comer por completo hasta seguir por otra que había allí. - ¿Te gusta, Baekie? -preguntó, tomando otro chocolate para entregárselo.

Por mucho que Chanyeol amara su cajón secreto de dulces no podía negarle a su osito algo como aquello; no cuando este sonreía luego de cada bocado, manchando por completo sus labios con el dulce y buscaba más estirando sus bracitos hacia el cajón.

Chanyeol decidió salir de compras, trayendo consigo varios de aquellos chocolates con los cuales debería alimentar a su hibrido. El día fue transcurriendo y Baekhyun no paraba de comer golosinas. Aquella advertencia aparecía de vez en cuando en los pensamientos de Chanyeol quien intentaba parar al pequeño glotón sin éxito.

-Uno más, Channie. -pidió el pequeño, mostrando sus pequeños ojitos de cachorrito que derretían a su dueño, logrando que cediera.

Baekhyun había aprendido rápidamente su nombre. Este sabía hablar, pero no era demasiado charlatán por el momento.

Chanyeol se encontraba durmiendo cuando pudo oír unos quejidos en la habitación del más pequeño. Este se revolvía en su camita, sosteniéndose el estómago mientras gemía el nombre de su dueño. Este no tardó en prender la luz, observándolo completamente asustado y agachándose junto a él.

-Mi pancita duele mucho, Channie.

-Te dije que no debías comer tanto, Baek, o terminarías como un copito de nieve.

Decidió tomar su teléfono completamente desesperado, recurriendo a la única persona que sabía que estaría despierta en aquel momento. Su fiel compañero de universidad, Oh Sehun.

-¿Qué quieres a estas horas, Chanyeol? Estoy demasiado ocupado, tengo un pequeño problema con Luhan, sus cuernitos se han atorado y no puedo sacarlo. Llevo exactamente tres horas y aun no consigo que...

-Ya para, Sehun, necesito tu ayuda también.

-¿Qué sucedió? ¿Ya mataste a tu pequeño hibrido extraño? -preguntó este. Chanyeol podía oír como Luhan se quejaba porque seguramente Sehun seguiría intentando ayudarlo. - Te dije que un hibrido de ciervo era mucho más normal que un oso polar que seguramente morirá de calor.

-No es nada de eso, está vivo y mi osito polar es precioso. El problema es que Baekhyun solo come chocolate blanco y no hice demasiado caso a la advertencia de no sobrealimentarlo.

-Eres un imbécil, por mucho que Luhan me pida fresas con chocolate durante todo el día intento controlarlo, aún tiene 15 y sigue sin desarrollar su auto control. ¿Le duele el estómago, cierto?

-Exacto. Está llorando del dolor y no sé qué tengo permitido hacer para calmarlo.

-Los híbridos se curan de un modo extraño. Si te fijas en la caja extra que venía con tu animalito podrás ver un medicamento para los dolores de estómago, pero eso no es suficiente.

-¿Cómo qué no? ¿Para qué me dan medicina si no funciona?

-Eso los alivia, pero la única forma de curarlos completamente es con cariño.

-¿Cariño? Es lo más estúpido que te oí decir en toda mi vida

-Sí, ya sabes, besitos, caricias, cosquillas, les gusta recibir cariño y eso los ayuda a mejorar además de que se establece un vínculo más fuerte con su dueño. Ahora déjame seguir intentando ayudar a Luhan que ya está comenzando a llorar y no soporto verlo así.

La llamada se cortó y Chanyeol fue en busca de aquella medicina. Se trataba de un pequeño frasco con un jarabe naranja que le proporcionó al pequeño, haciéndolo sentir mejor. Tomó al más bajito entre sus brazos, llevándolo a su propia cama para luego acurrucarlo entre sus brazos.

-¿Te sientes mejor? -preguntó y el pequeño solo asintió con una sonrisa. - Creo que hoy deberías dormir conmigo, no quiero dejarte solito por si los dolores vuelven en la noche.

Chanyeol se dedicó a acariciar el cabello de Baekhyun y sus orejitas durante el resto de la noche, pudiendo apreciar las sonrisas que este emitía entre sueños.

Definitivamente debía aprender a no ceder con tanta facilidad a los pedidos de su osito y su ternura.