Guía para cuidar a tu Osito Polar ↪ ChanBaek

18. Siempre querrá ser lo mejor para su dueño

—Ya tengo todo listo, Chanyeol, no olvides empacar tambien el bloqueador solar, no pretendo volver hecho una fresita por las quemaduras de nuestras vacaciones. —dijo el pequeño hibrido mientras terminaba de guardar las cosas en una pequeña mochila de mano.

Los meses habían pasado y su relación había mejorado a pesar de que aun los sentimientos del alto seguían siendo un poco confusos al parecer. A Baekhyun no le importaba demasiado aquello porque sabía que durante aquella espera él sería la única estrella en el cielo de su dueño, sin ninguna Jennie atacando a sus espaldas. Eran solo Chanyeol y él, nadie más.

Habían decidido tomarse unas vacaciones para relajarse de todo el estrés de aquel tiempo, aprovechando los días libres de su dueño y las propias de clases para hacerse una escapada a una pequeña isla. Chanyeol había rentado una habitación en un hotel para que pudieran tomarse al menos una semana de libertad en aquel lugar.

Y Baekhyun quedó maravillado con el agua, la piscina y la habitación en la cual se alojarían y debía admitir que la emoción creció aún más al notar que iban a compartir cama, que dormiría apegado al cuerpo del mayor como había sucedido en el último mes. La sonrisa del osito aumentó aún más la felicidad en el alto quien rodeo su cuerpo en un abrazo por detrás, susurrando cerca de su oído.

—¿Te gusta? ¿Qué te parece si estrenamos la cama? —preguntó, recibiendo un salto de parte del pequeño quien solo se separó, yendo por su bolso.

—Si, me encanta, pero no quiero dormir, vayamos al agua, hace mucho calor. —mencionó el hibrido, buscando su ropa de playa y el bloqueador para ingresar al baño y prepararse.

Chanyeol se maldijo mentalmente al notar que el chico no lo había comprendido.

Sabia que no era correcto buscar algo así de su osito, que no estaba bien después de todas las cosas que habían sucedido y de que no tenia claro sus sentimientos, pero cada vez se volvía más difícil ignorar el trasero de este al cual sus jeans se ceñían tan bien. Quería tomarlo, hacerlo suyo, pero además de eso, deseaba ver su sonrisa en cada momento, tenerlo a su lado y poder hacer que este se sienta amado y seguro con él, y quizás el hecho de tener esos pensamientos lo hizo dudar. ¿Realmente era tan malo que Baekhyun fuera un hibrido?

Chanyeol siempre había tenido esas ideas estupidas y retrogradas con respecto a los animales. Cuando él quiso una mascota no llegó a imaginarse que podría enamorarse, pero Baekhyun era hermoso.

Su blanca piel relucía debajo del sol mientras este corría al agua para tirarse a ella, llamando a su dueño para que fuera con él. Realmente adorable y hermoso, debia admitir.

Podría darle una oportunidad a eso, una oportunidad a cambiar su pensar y darle a su osito el amor que merecía.

Corrió hasta el agua, lanzándose junto a él, empapando a su hibrido quien comenzó a reírse.

—Me mojaste todo, bob-

Y sus palabras murieron contra la boca de Chanyeol quien decidió besarlo para fijar sus pensamientos, estando cada vez mas seguro de que quería hacer aquello muchas veces más.

—Lamento haber herido tu corazón, aunque fuera un poco. Prometo que no estoy jugando contigo, quiero intentarlo, aunque sea un poco, ¿sí?

—¿No estas bromeando, Chanyeol? ¿Ya no te doy asco?

El alto rio amargamente al saber que era el causante de que el pequeño dijera eso antes de tomar la carita del chico entre sus manos.

—Tú nunca me diste asco, eres el osito mas bonito que hay en este mundo, pero tu dueño es un tonto y lamenta mucho haber dañado tu corazón. Dame una oportunidad de ver que esto es lo que quiero, de que te quiero conmigo, así tal cual eres.

Los ojitos del pequeño se iluminaron al oir aquellas palabras, revelando tambien una blanca sonrisa que tanto caracterizaba a su pequeño.

—Son las mejores vacaciones del mundo, Channie me quiere asi y ya no tendré que pedir deseos a las estrellitas para que me vuelvan enteramente humano.

Y aquello a Chanyeol le rompió el corazón.

—No, no debes pedirles nunca ese deseo porque eres perfecto tal cual eres, Copito.