Los días con Baekhyun fueron pasando y con ello las dudas de Chanyeol se volvían cada vez más grandes. Se suponía que Baekhyun crecería con rapidez, pero al parecer eso no estaba ocurriendo. Este seguía del mismo tamaño en que Chanyeol lo había recibido, aunque era cierto que durante ese periodo había aprendido algunas palabras, podía dar algunos pasitos por sí mismo y ya había comenzado a tomar chocolate caliente, aunque no fuera lo más sano para el pequeño. El alto podía apostar a que en cualquier momento Baekhyun ya podría beber de un vasito de entrenamiento para luego seguir con la tan esperada gloria de una taza para "niños grandes" como decía el osito.
—Late —pidió el pequeño, tirando de la camisa del mayor repetidas veces. Chanyeol se encontraba trabajando y al parecer a Baekhyun le parecía el momento más oportuno para pedir su alimento. —Late.
—¿Otra vez, Baek? Ya es casi hora de dormir, no deberías tomar eso, te quitara el sueño.
—Late.
Y al parecer, como siempre, Baekhyun hacia oídos sordos a los comentarios del más alto, haciendo lo que le viniera en ganas y Chanyeol iba tras lo que este le pedía sin objeciones. Baekhyun iba saltando detrás de él, recibiendo con felicidad su vasito nuevo, uno que había visto en una de las tiendas que vio de camino a comprar ropa. Este tenía el pequeño dibujo de tres ositos apilados, uno sobre el otro, y el pequeño decía que él era aquel osito polar y Chanyeol, el pardo.
Sin rechistar, Chanyeol sentó al pequeño en sus piernas mientras se ponía nuevamente a trabajar. Siempre debía tener a Baekhyun cerca cuando este tomaba su chocolate caliente en caso de que se manchara o tirara todo además de que el pequeño prácticamente lo obligaba.
No tardó mucho en dormirse, dejando caer su vasito vacío al suelo y recostando su cabeza sobre sus manitos en el escritorio del contrario. Cuando saliva comenzó a impregnar sus hojas, Chanyeol supo que era hora de llevar al pequeño a la habitación. Lo recostó en la cama adecuadamente y cubrió con las mantas mientras Baekhyun jugaba con su pulgar en su boca.
—¿Cuándo vas a crecer, pequeño? ¿O piensas seguir siendo un osito polar de bolsillo? No es que no me guste cuidarte así de pequeño, pero quiero que aprendas muchas cosas más, que vayas solito al jardín, a la escuela y todas esas tonterías que hacen las personas normales. —dejó un besito sobre su frente, acomodando el cabello de este antes de mirarlo con una boba sonrisa, alejándose rápidamente para volver a su trabajo.
*
A mitad de la noche un fuerte llanto lo despertó. Se había quedado dormido en su escritorio por lo cual fue corriendo velozmente a la habitación, encontrando a Baekhyun con los ojitos llenos de lágrimas, frotando estos con sus puñitos cerrados.
—¡Channie! —gritó, abriendo sus brazos para recibir al más alto cuando este se acercó para tomarlo en brazos. — Tenía miedo
—Tranquilo, copito, ya estoy aquí. —acarició la espalda del chico, sintiendo como sus sollozos comenzaban a disminuir. Se apartó del abrazo, tomando el rostro del osito entre sus manos para limpiar sus lágrimas con sus pulgares. —Ya no llores, te voy a proteger.
—Duerme conmigo, no me gusta solo.
—¿Tienes miedo de dormir solo, Baekkie? —este no tardó en asentir, tirando de la camisa del contrario, acercándolo a él para recostarlo a su lado. El pequeño se acomodó en su pecho, abrazándose con fuerza a él y Chanyeol solo lo aceptó, abrazándolo también, después de todo, haría cualquier cosa para complacer a su esponjoso híbrido.
ESTÁS LEYENDO
Guía para cuidar a tu Osito Polar ↪ ChanBaek
أدب الهواةChanYeol ha deseado por mucho tiempo un híbrido sin terminar de decidirse por uno en específico hasta que adopta a Baek, un híbrido de osito polar bastante mimado. Deberá seguir los pasos de la guía si quiere cuidar bien del pequeño y ser un buen du...