Capítulo 19

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Luke empezó a reconsiderar la idoneidad de su idea. Si bien había querido que su familia conociera a Giovanna y el baile había parecido una ocasión adecuada y neutra, quizá no lo era del todo. Especialmente cuando parecían tener preguntas sin fin respecto a temas de lo más variados e insólitos. Había que reconocer, sin embargo, que hasta el momento Giovanna lo había manejado extraordinariamente bien. No se dejaba intimidar y siempre tenía a mano una respuesta ingeniosa, lo que le había granjeado la casi inmediata aceptación en la familia. Es que no había nada como una dosis de buen humor para agradar a los Burk.

–¿Y piensan casarse? –inquirió una de sus primas más jóvenes, con una gran sonrisa. Su tía, madre de la chica en cuestión, contestó antes de que Luke o Giovanna lo hicieran.

–¡Por supuesto que se casarán! Ahora, ¿cuándo es la boda?

–Suficiente –interrumpió Luke con firmeza y tomó a Giovanna de la mano–. Debemos ir a saludar con los demás. Nos vemos luego.

Su mirada de fría advertencia junto con su más feroz ceño no pareció amilanar a ninguna de las mujeres de su familia. Un par de bufidos incrédulos fue lo único que obtuvo en respuesta. Giovanna rió por lo bajo.

–No le encuentro la gracia –murmuró Luke aunque una sonrisa bailaba en sus labios–. Había olvidado lo que este conjunto de pesadilla podía llegar a ser.

–¡Luke, son tu familia!

–Precisamente por eso sé de lo que hablo.

–Nunca antes había pensado esto, pero... –Giovanna elevó sus ojos celestes hacia el rostro de Luke– creo que me habría encantado tener una familia como la tuya.

–¿A qué te refieres? ¿Cómo son los miembros de la familia Sforza?

–Bueno, difícilmente podríamos calificar como una familia. Al menos en el estricto sentido. No he convivido mucho con mis hermanos menores ni con mis padres, a excepción de las vacaciones.

–¿Por qué? ¿Cómo es posible?

–Desde que tuve edad suficiente para dejar las tutorías en casa, cumplí la tradición familiar de asistir a un internado. Todos mis hermanos lo han hecho.

–¿Qué? ¿Y tus padres? –Luke arqueó una ceja, intentando disimular su disgusto– ¿cómo es posible que se desprendan así de sus hijos?

–Bien, es por una buena causa. Hemos recibido la mejor educación y...

–¡Y nunca han sido una familia! –exclamó con incredulidad–. Giovanna, ¿no puedes estar en verdad de acuerdo con esto, cierto?

–No lo sé. Para mí es natural –replicó, encogiéndose de hombros.

–¡Natural! –Luke detuvo a Giovanna para conducirla a un recibidor lateral, donde pudieran hablar–. No hay nada de natural en dejar que niños sean criados por otras personas que no son sus padres.

–Supongo que eso depende del punto de vista –Giovanna frunció los labios, contrariada– yo sé que Vincenzo e Isabelle lo hicieron porque nos quieren y consideran que es lo mejor.

–¿Sí? –Luke iba a añadir algo más pero cerró la boca–. Te quiero –pronunció, abrazando a Giovanna–. Te quiero mucho, Giovanna.

–Luke...

–Nunca te alejaría de mí. Cada segundo a tu lado es diferente, nuevo, emocionante. No puedo imaginarme el renunciar a verte cada día de mi vida.

–¡También te quiero! –Giovanna abrazó a Luke–. ¿Esto fue una discusión?

–Lo más cercano que hemos tenido a una discusión desde que empezamos a salir...

Marcas del ayer (Sforza #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora