Pensamientos.

Chesnut

Chesnut
26/08/2007 - 27/02/2017

Quien iba a decir que te querría tanto.
Un día de verano, fuimos a ver aún amigo muy querido, aquel hombre te señaló y dijo: "ese cachorro es vuestro". Apenas tenías semanas, cabias  en la palma de la mano, tanto mi hermana como yo, hicimos todo tipo de promesas, y después de unos cuantos ruegos y ojos de cordero viniste a casa.

Eras tan pequeño... Aún recuerdo cuando mi madre te envolvía en una manta y bajaba a recogernos, recuerdo los comentarios de la gente al ver tu cara, que tenía cierto parecido a la de un rottweiler, y las trastadas que hacías, como esperar delante de la lavadora para salir corriendo con alguna prenda en el hocico, o aquella vez que te llevamos a la playa y te chocaste con una valla, y mil anécdotas más que podría contar.

Pasan los años, vas creciendo, pero tu cara sigue siendo la de un cachorrito de un año, el eterno cachorro, nunca te peleaste con nadie, siempre dócil, siempre bueno. Cuando nos poníamos enfermas, tú te acurrucabas a los pies de la cama y nos hacías compañía, si las lágrimas se atrevían a salir, venías y nos las quitabas, has estado ahí, siempre, cuidando de nosotros y por eso te quiero.

Siguen pasando los años y se va notando poco a poco, un pequeño tumor benigno en la oreja, la cadera te empieza a dar problemas, y la barriga te da guerra, pero aún así, tu seguías ahí, sin dar muestras de dolor, pues eres el animal más valiente que he visto.

Diez años, diez años han pasado desde el primer día que te cogí con mis manos, diez años desde que te di el biberón, diez años desde que entraste a esta casa, y hoy, diez años después, te vas, te vas porque te ha llegado la hora, te vas porque el cáncer te consume y nosotros, tu familia, no dejaremos que sufras, así que hoy me despido de ti, me despido de un amigo, de un compañero, un hermano, pues tú siempre fuiste más que un perro.

Hasta pronto Chesnut.