Capitulo 9: Oscuridad.

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Nunca había sentido tanto pánico en toda mi vida.

Al entrar a mi habitación, Lex me esperaba ya vestida, con su pijama largo favorito puesto, uno de unicornios, arcoíris y otras mierdas de esa clase.

-          Oye, ¿Por qué estás tan pálida, emms? Parece como si acabaras de ver un fantasma o algo así. – Me preguntó entre risas.

-          Nada. Solo estoy un poco cansada. Siento haberte hecho esperar, no volverá a suceder. Me iré a duchar. – Dije al mismo tiempo que salía de la habitación.

-          No creas que te zafarás tan fácilmente de esta. Me contarás todo apenas salgas de la ducha. – Fue lo último que escuché de Lex antes de meterme en el baño.

Estábamos ya acostadas. Yo mantenía fija mi mirada en el techo, buscando algo más interesante que las miradas de Lex al otro lado de la cama.

-          Déjame ver si entendí… - Empezó – ¿Quieres decir que él se ofreció a llevarte después de que Stacy te echara la bebida en el instituto e incluso después de que casi se te tirara encima como perra en celo, ahora en la cafetería? – Preguntó con un tono de incredulidad.

Solamente asentí. A pesar de que estaba oscuro y era como las 3:00a.m, sabía que Lex me estaba mirando y que no iba a pegar ningún ojo hasta que le contara todo detalladamente.

-          ¿Luego te besó, te besó y te volvió a besar? – Bueno, ahora se estaba burlando de mí.

-          Cállate, Lex. Deja de burlarte, en serio. Sé que no debí de hacerlo, ni siquiera le conozco.

-          Está hecho todo un papi, hasta yo me le tiraría encima, lo montaría como a un caballo salvaje y lo domaría si pudiera.

Exploté. No pude. En serio no pude. Lex estaba loca, pero por eso la amo. Después de reírnos un rato y hablar sobre cosas que ya no tenían nada que ver sobre James Carlson, caímos rendidas en los brazos de Morfeo.

El fin de semana fue una basura, igual que todos. Lo único bueno al final del día, era pasar el tiempo con Alice. Ella era lo único de familia que me quedaba y yo, era lo único de familia que le quedaba a Alice. Somos ella y yo contra el mundo. Las dos mosqueteras. Lex es parte de nosotras, es como nuestra otra hermana, pero no puede estar todo el tiempo aquí. Ella tiene su propia familia, una completa.

Los padres de Lex son geniales, ellos adoran a Alice y bueno… a mí, por lo menos les caigo bien. Creo que ellos nos tienen bastante cariño. Ellos saben por lo que estamos pasando Alice y yo, y a veces nos ayudan en lo que pueden. De vez en cuando nos invitan a cenar o incluso a pasar algunos fines de semana en su casa, pero no nos podemos acostumbrar. Casi siempre ocurre cuando el único hermano de Lex viene al pueblo. Creo que su nombre es Michael, él es increíblemente sexy. Lo acepto, ahorita Michael está en la universidad pero cuando estuvo en el instituto puedo apostar a que todas las chicas querían salir con él. Es todo un dios griego, únicamente tengo que verlo desnudo para comprobarlo. ¡NO! Otra vez con lo pervertida.

La semana empezó igual que todas, monótona. Guardería, instituto, cafetería, casa y así sucesivamente. Estaba cansada de toda esta mierda. De no ser porque papá nos dejó, no estaríamos pasando estas situaciones. Alice estaría más que bien, no le faltaría nada y yo no tendría tanto estrés y preocupación por ella.

Con respecto a James, bueno, por dicha todo estuvo normal y nada incómodo. Él llegaba y se sentaba en el mismo lugar que escogió el primer día, detrás mio y no me dirigía la mirada ni la palabra, sentí un poco de decepción al principio pero después estuve de acuerdo. Así era mejor, él tiene a     Stacy que es muchísimo mejor que yo, y yo tengo a Alice, que es muchísimo mejor que cualquiera de esos estúpidos. Al inicio, a la hora del almuerzo, ellos se sentaban atrás de Lex y yo, podía sentir su mirada en mi espalda, como esperando a que yo me volteara para decirme algo.  Supongo que era mi imaginación porque a los días dejé de sentir esa sensación. Ya empiezo a cuestionar mi cordura.

Lo único, único, único pero más extraño de esta semana fue la sensación que tenía de estar siendo observada por la noches. Les juro que es la peor sensación que existe. Me daba miedo dormir, como si alguien mientras estaba durmiendo, decidiera entrar en la casa, hacerle daño a Alice y meterse a mi cuarto a violarme, matarme o secuestrarme. Tenía tanto miedo por Alice. La iba a vigilar a su habitación cada hora y no me dormía como hasta las 3a.m.

El automóvil negro estuvo tres noches seguidas parqueado en el mismo lugar donde lo vi aquel día. Creí que era de algún vecino nuevo o tal vez que algún vecino decidió cambiar de carro, pero cada vez que me asomaba a la ventana de mi habitación para fijarme, podía ver un cuerpo dentro del auto. También podía notar que por el vidrio retrovisor del conductor, él podía ver que yo lo estaba viendo. Quien quiera sea, sabe que yo sé que nos está vigilando. El carro se iba como a las 2a.m pero no fue hasta el miércoles que dejó de aparecer por el vecindario. ¡Gracias a Dios!

Llegó el fin de semana nuevamente, Alice y yo decidimos hacer maratón de películas de Disney, esas de princesitas y cuentos de hadas. A ella le encantan.

El sábado cuando terminó La Sirenita 2, ya Alice estaba hecho un ovillo y dormida en el sofá, así que decidí llevarla a su habitación y arroparla. Al colocarla en su cama, se podía ver una foto de mamá y papá el día de su boda, mamá se veía hermosa y papá se veía muy feliz. Esa fotografía se la di a Alice porque me había pedido una para colocarla en su habitación y orar por mamá antes de dormir para que nos cuidara siempre y aprovechaba para hablarle a Dios sobre papá y que algún día lo trajera de vuelta a casa.

Cuando estaba cerrando la puerta de la habitación de Al, se fue la luz. Hace mucho tiempo que no se iba la luz en el vecindario, y vaya que me daba miedo la oscuridad. Era más amiga de la luz que de la oscuridad. Decidí asomarme a mi cuarto para fijarme si todos los vecinos tenía sus candelas encendidas dentro pero al llegar a la ventana, puede ver que todas las casa estaban perfectamente con sus luces encendidas perfectamente.

-          Que extraño. –Me dije a mí misma.

Decidí que lo mejor sería que fuera a revisar su algún fusible de había dañado o si solo se había bajado algún breque pero cuando estaba bajando las escaleras puse mal el pié en el escalón y resbalé 10 escaleras más abajo hasta llegar al final.

-          Maldición. – Casi me mato. Me dolía todo el maldito cuerpo, quedé como en posición de contorsionista.

Me puse de pié a como pude y decidí que era mejor que hiciera regresar la electricidad, así no volvería a pasar otro accidente, pero al empezar a caminar, sentí una mano fría, grande y fuerte en mi hombro. Lo único que hice fue pegar un grito, darme la vuelta para enfrentar al atacante y poner posición de ninja.

-          Oye, cálmate. No te voy a hacer daño. Soy yo, James.

-          Maldita sea, James. Casi me matas del susto, ¿Qué haces en mi casa y como entraste? – Mi corazón latía a mil por hora.

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Hola  *__*/ Siento muchísimo no haber subido en tantos días. 

Como ya les dije anteriormente, ya empecé el colegio y bueno... es mi último año y así, entonces he estado bastante ocupada pero intentaré subir cada vez que tenga tiempo libre. 

Gracias, Gracias a los lectores constantes y gracias a los que apenas están empezando a leer la historia. Los amo muchísmo (Eh, ni siquiera los conozco xD)

Eeeeeeeeen fin, por favor voten, comenten y compartan :3 Gracias. Besotes xoxo

Same shit, Different dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora