- Es una idiota. – Dijo furiosa Lex.
Eso había dolido.
Mucho.
No dije nada.
No tenía nada que decir.
Ella tenía razón.
Yo no era NADIE comparada con ella.
Ella era preciosa y tenía un increíble cuerpo.
Simplemente me dediqué a entrar al aula y a sentarme lo más lejano posible de todos.
Ese día, las clases transcurrieron con normalidad. El único inconveniente era que a veces, Stacy pasaba por mi lado, solo para golpearme “sin culpa” o para insultarme. Yo trataba de ignorarla, pero a veces se me era imposible. Durante la hora de almuerzo, tenía la pequeña esperanza de toparme con James y que comiera conmigo, pero no fue así. No lo vi después de lo sucedido en la mañana. Empezaba a creer que tal vez se había ido, él desaparecía por momentos. Eso era bastante extraño.
- Eh Emms. Ponme atención, tonta. – Me dijo Lex al mismo tiempo que me golpeaba el brazo.
- Lo siento, Lex. Estaba pensando. ¿Qué me decías? – Estaba tan distraída que no había notado que ya habíamos llegado a la puerta de salida del instituto.
- Te preguntaba que si te vas con James.
- No lo sé. No lo he visto. Pero no te preocupes, tú vete. Me quedaré esperándolo un poco más. – Le dije tratando de tranquilizarla un poco. No estaba segura si se había olvidado, no me había llamado ni mandado alguna clase de texto. Lex se despidió de mí y de esa manera, arrancó su camino hacía el autobús.
Decidí sentarme en la acera a esperarlo. Solamente había una muy pequeña cantidad de estudiantes en las afueras del instituto, hablan y creo que ya a punto de irse. Incluso el instituto ya estaba cerrando sus puertas.
Tomé mi celular de la mochila para llamar a James y decirle que si no podía venir por mí, yo muy bien me podía ir andando.
- MIERDA. – Recordé después de darle unas cuantas revisadas a mi celular, que no tenía el puto número de James. Ya había pasado más de dos horas y yo ya tendría que haber ido por Al. MALDICIÓN, en menos de 10 minutos daban por cerrada la guardería.
Me levanté del suelo, me acomodé la falda, tomé mi mochila y me puse a andar. No, a correr mejor dicho.
Alice NUNCA me había tenido que esperar tanto como hoy. Iba prácticamente corriendo cuando mi celular empezó a vibrar en el bolsillo derecho de la mochila y sin detenerme, estiré la mano y lo agarré.
Número desconocido.
Descolgué.
- ¿Aló? – Dije con una voz agitada debido a que aún seguía en mi camino a la guardería.
- Emms… - Era Alice. Y estaba llorando. – ¿Emms, te has olvidado de mí? Ya van a cerrar y tú no estás aquí. – Apenas y le podía entender a causa de sus sollozos.
- Al, preciosa. Lo siento mucho, ya voy por ti. Ya ahorita llego. – Intentaba calmarla.
- ¿Me vas a dejar a como hizo papá? – Me detuve de golpe. Ella lloraba aún más fuerte.
- No preciosa. Jamás haré eso. Estate lista, ya voy llegando.
- B-b-bueno, Te amo, emms. – Y colgó.
ESTÁS LEYENDO
Same shit, Different day
JugendliteraturEmma. Emma Collins deberíamos descir que es la típica adolescente a la que nadie le presta atención. Sí es a la que nadie le presta atención, pero no es igual a las demás. Emma y su pequeña hermana Alice de 4 años, fueron abandonadas por su padre h...