Capitulo 12: Especial 2 *Narra James*

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Después de ver las estadísticas de cómo estaba la situación, de presentarle al jefe como iba todo y de sacar a relucir algunas de las opiniones, por fin, pude largarme de esa estúpida sala de reuniones y dirigirme a casa a descansar.

Apenas el director de la reunión terminó de decir “Bueno, compañeros de trabajo. Gracias por toda su atención y por su magnífica labor que han estado desempeñando estas últimas semanas en la misión. Buenas noches.”, ya yo había sacado todo mi cuerpo de ese maldito lugar.

Estaba sacando la llave de mi bebé –Audi R8- cuando sentí una mano en mis hombros y un jadeo de la misma persona. Estaba tan cansado, solo quería largarme de ahí y parecía como si nadie quisiera que me fuera.

Suspiré y bajé mis hombros. Sabía quién era.

-          ¿Qué quieres, imbécil? Estoy malditamente exhausto.

-          Yo… quería decirte… que el jefe… - Me decía entre cada jadeo. El maldito de Stuart necesitaba mucho ejercicio. Es un maldito vago. La expresión de su cara era épica. – te anda buscando, quiere hablar contigo. – Me dijo claramente cuando sus jadeos cesaron.

-          Joder. – Con el control del Audi, lo cerré y esperé a que sonara el pitito que indica que mi acción está completa. Di media vuelta e inicié mi camino nuevamente hacía las malditas oficinas.

Cuando volví a entrar al muy escondido edificio, cuando mis pies pisaron cerámica de ese lugar, aproximadamente unos 50 pares de ojos se posaron en mí. Los que estaban en ese lugar dejaron lo que estaban haciendo para mirarme, incluso Karla.

-          Wow, James. Quien sabe que habrás hecho. – Dijo Stuart a mi lado dándome un golpe en el hombro y con esa última acción alejándose de mí para unirse con Karla.

Durante todo mi camino de la entrada a la Oficina de Jefe, nunca ningún par de ojos dejó de verme. Sentía en algunos, preocupación, miedo, curiosidad pero nadie se movía ni me decía nada, solo veían como imbéciles. Empezaba a creer que hice algo malo, que tal vez me van a dar una reprenda o incluso a despedir. Pero no he hecho nada malo, únicamente que me he pasado un poquito con respecto a Emma pero solamente, no creo que eso sea algo tan malo.

Empezaba a ser esclavo de mis propios pensamientos así que alejé toda clase de ideas tontas y me preparé para entrar a la oficina del Jefe.

-          Pasa, Carlson. – Me dijo una voz masculina de adentro de la oficina una vez que toqué la puerta pidiendo permiso para entrar.

-          Como está, jefe? – Fue lo único que articulé una vez dentro del lugar.

-          Bien, bien. Por favor, siéntate.

Maldición, dicen que cuando los jefes dicen “Siéntate” es porque te van a pegar una puta regañada. Una vez sentado, él no perdió tiempo e inició a hablar sobre el porqué me había llamado.

-          Le he dicho a Stuart que necesitaba hablar contigo. Te he llamado a mi oficina porque como debes de saber, el último mes he estado fuera del país pero me han informado hace unos pocos días que eres tú el que lleva la misión de Emma Collins.

Same shit, Different dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora