Capítulo 2: Un pequeño baño bastante helado.

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-     -     Augh. – Me dije a mí misma.

Lo podía sentir atrás mío. Como un águila mirando a su presa, un movimiento en falso y BAM! Extinta. Escuché en chirrido de un asiento sonar, sí, como si lo estuvieran moviendo. Lo podía sentir en mi espalda.

-    -      Hola, preciosa. – Sabía, estaba segurísima que tenía una puta sonrisa en su cara.

Sabía que me estaba poniendo nerviosa. Pero no, no iba a caer en su jueguito del gato y el ratón. Yo no soy de esas, que por un buen pedazo de carne caen rendidas a sus pies. Espera. ¿Dije un buen pedazo de carne? Oh Dios, su colonia ya me está afectando. Huele delicioso. Y lo poco que pude ver mientras hacía la estúpida pasarela de Aerocrombie, es que debajo de esa “camisa cuello v” tiene unos gloriosos cuadritos. Apuesto a que va a gimnasio todos los días. O tal vez sale a correr. Oh Dios! Puede ser que se ejercite en su cochera todas las tardes, como aquel libro que me leí, y su vecina lo miraba siempre. Quisiera ser su vecina de enfrente en estos momentos.

Estaba tan perdida en mis pensamientos que olvidé en que situación estaba. Clases de matemáticas. Me dediqué a volver. ¿Soy yo o todos me están dedicando una mirada extraña?

-   -       Señorita Collins. Le repito por última vez. ¿Sabe la respuesta de la pregunta, o no? – La voz del profesor me exaltó. Miré hacia su dirección y noté que me estaba dedicando una mirada de repulsión.  Maldito Carlson. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no noté que el profesor se estaba dirigiendo hacía mí. Qué vergüenza.

- -         ¿Puede repetirme la pregunta? – Le dije. Estaba ruborizada. Nunca me había pasado esto. – Por favor. – Le rogué.

-   -       Al parecer la presencia de cierto espécimen humano, la ha atontado por unos momentos. Por favor, señorita Collins, no deje que la belleza exterior de algunas personas la desconcentren. – Se estaba burlando de mí. Lo podía sentir. NO, el NO acaba de decir eso. No sé ni dónde meterme. Todos se están riendo de mí, como siempre. Puedo sentir la maldita sonrisa burlista de Carlson a mis espaldas. Estúpido Adonis.

La estúpida clase de matemáticas fue una completa e inmensa MIERDA.  Estaba cabreada. Cabreada conmigo misma por ponerle más atención de la que debía a ese delicioso Adonis. Cabreada con él por entrar así como todo un pedante. Cabreada con el puto profesor de matemáticas por haberme dejado en ridículo. Mi vida ya es un completa mierda como para que él la arruine de…

No pude terminar mis pensamientos porque una bebida helada hizo contacto con mi ropa. Estaba malditamente helada.

-   -       Nerdonski. – Dijo apenas Stacy. No podía ni hablar de lo maldita burlista que era.

Me dedico a ver la ropa que llevo puesta, y las ganas de llorar se apoderan de mí inmediatamente. Granizado, azul. El de la semana pasada fue rojo. Vamos de mal en peor. Esto no se va a quitar de la ropa. Ojalá no manche.

Me atrevo a levantar mi vista. Todos con sus celulares en mano, tomando fotos o grabando. Me importa una mierda. Todos riéndose en mi cara. Lex, que está a mi lado no se atreve a mover ni un solo dedo. Creo que es porque teme que le hagan lo mismo a ella.

Algo me llama la atención. Una persona cerca de las puertas de salida. Está serio, sin una pizca de gracia. El chico nuevo.

-  -        Por lo menos a alguien no le hace gracia. – Me digo a mí misma en un pequeño susurro.

-   -       Estúpida. –Me dice Stacy.

Bajo mi vista cuando veo que ella empieza su rumbo hacía las puertas principales del instituto.

Algo me llama la atención, Lex me toca el hombro y me hace una pequeña seña diciéndome que mire hacia las puertas principales. Lo hago. PUTA MIERDA. Stacy le está diciendo algo a Carlson en el oído, le choca la mano en señal de victoria. El me da una mirada y empiezan sus risas de burla. Algo se contrae en mi interior, eso dolió. Se toman de la manos y salen hacía su próxima parada.

-    -       Son unos idiotas. – Me dice Lex con su mano en mi hombro. Trata de consolarme, lo sé.

-  -        No tienes que hacer Lex. Aquí la idiota soy yo. – Le digo. Me agacho para tomar mi mochila, posiblemente se me cayó en algún momentos. La coloco en mis espalda y comienzo mi rumbo hacía la guardería de Alice.

-  -        Oye, Oye Emms. EMMS. – Escucho a Lex correr hacía mí. – Estaba pensando que tal vez hoy te pueda acompañar a recoger a Al y luego podemos ordenar Pizza. –Me dice con una pequeña sonrisa. Posiblemente tengo una cara de hecha mierda. Ella está tratando de hacerme sentir mejor.

- -         No puedo Lex. Lo siento, hoy tengo turno en la cafetería. –Le hago un intento se sonrisa. La cafetería es el lugar donde me dieron trabajo cuando nuestro padre nos dejó. Trabajo ahí después del instituto y algunos fines de semana. La paga no es muy buena, pero es mejor que nada.

- -         ¿Y qué tal si yo voy por Al, la llevo a tu casa? Hacemos cosas juntas y te esperamos hasta que salgas del turno para divertirnos. –Insiste.

- -         Está bien, Lex. Te lo agradezco. Alice sale de la guardería en media hora. –Le explico a Lex y le doy las llaves de la casa. Nos despedimos y ella toma su rumbo a la guardería. Yo tomo mi rumbo hacía la cafetería.

Same shit, Different dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora