3

410 26 0
                                    

El día siguiente, desperté pero no quise levantarme. Mi madre entró a mi cuarto y me dijo:

-Buen día hija.

-Hola.-Le dije estirando los brazos.

Ella se acercó a mí y me dijo sentándose en la cama:

-Mi amor, tu padre y yo saldremos esta noche a cenar, espero que no te moleste quedarte sola aquí.

-Me alegro por los dos.-Le dije sin mirarla a la cara.

Ella me preguntó:

-¿Querida estas bien? ¿Te pasa algo?

-No mamá... estoy bien.-Le respondí lanzando un suspiro.

Pero no me creyó, dijo:

-Felicia sabes que cualquier cosa puedes contarme lo que te pasa ¿No? Se que no hablamos mucho, pero quiero...

-¿En serio? Que gusto que ahora decidas preocuparte por mí mamá, te tardaste mucho.-Le dije interrumpiendola en medio de la charla, y levantándome de la cama.

Me dijo:

-Hija, siempre nos preocupamos por ti.

-¿Se preocuparon? ¿Se preocuparon en decirme que nos mudariamos de casa e iríamos a otro lugar?-Le pregunté enojada.

Me respondió evitando llorar:

-No teníamos dinero ¿Qué crees que podríamos hacer?

-Yo pude haberlos ayudado. Tal vez empezaría a trabajar, no sé ¡Pero no me dejaron!-Dije gritando.

Y ésta me dijo:

-No necesitamos decirte nada Felicia, tú no eres nadie para juzgarnos.

-¿Alguna vez pensaste en decirme que nos mudariamos? ¿Ni siquiera lo pensaron verdad? Sabes por que, por que nunca les interesó lo que yo quería, solo están ustedes ¿No?-Le dije mirando el suelo.

Mi madre se levantó de la cama y salió de mi habitación.
Jamas pensé que le contestaría a mi propia madre de esa forma, pero tampoco quise seguir escondiendo lo que sentía en estos días.

Me puse un hermoso vestido, color blanco, pues resaltaba con mis ojos celestes. Abrí la puerta y me dirigí a la cocina pero, en medio del pasillo, me topé con papá, quien me dijo:

-Hola.

-Hola papá.-Le dije tratando de ir a la cocina.

Pero él me preguntó:

-¿Sabes que le pasa a tu madre? La vi triste y creo que estaba llorando.

-Tuvimos una pelea.-Le respondí sin mirarlo.

Me dijo enojado:

-Hija no hagas esto, estamos haciendo todo lo que podemos. Mira te entiendo, se lo difícil que es...

-¿Me entiendes? ¿Me entienden los dos? No es verdad. Dicen siempre, pero no es verdad. Nos mudamos sin que yo supiera por que no se molestaron en decirle a su hija.-Le dije interrumpiendolo.

Pero el me dijo:

-Por que Felicia eres demasiado joven para entenderlo.

-¡No, soy lo bastante madura para darme cuenta!-Le dije gritándole.

Mi padre me agarró del brazo, evitando que me fuera, me dijo:

-Felicia lo hice por ti, por tu madre. Necesito que lo entiendas hija.

-¡No no lo entiendo, y nunca lo entenderé! ¡Haré lo que sea para alejarme de ti y de mamá! ¡Me arruinaron la vida!- Le grité y lloré al mismo tiempo.

Me pegó, no lo vi venir, mejor dicho ninguno de los dos lo vio venir. Intentó acercarse a mí, pero corrí hacía la puerta de la casa y salí de ella. Mi madre trató de detenerme gritando:

-¡Felicia! ¡Vuelve hija, vuele!

Sin embargo, no me detuve. No supe a donde ir, ni siquiera conocía el lugar, pero no pare, tenía miedo de que me siguieran mis padres.

Mi Debilidad (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora