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Continuamos sentados en la mesa, Manuel y yo, nos acompañaba un silencio. El se daba cuenta que algo me pasaba, no solo por la pregunta que le hice si no también por la forma y la actitud en como reaccioné. Me preguntó bajando la tasa sobre la mesa:

-¿No me diras nada?

-¿De qué?-Le dije sin responder a su pregunta.

Y Manuel me dijo:

-Te pregunte que hiciste a noche y no me respondiste, ¿Te paso algo a noche?

-No... para nada. Salí a hacer unas compras, después volví...-Le respondí pero sin mirarlo a la cara.

Y éste me pregunto:

-Me alegro por ti, ¿Y qué compraste?

-Ropa, y cosas para la casa.-Le respondí tratando de sonreír.

Después de responderle, Manuel se levanto de la mesa, y me dijo antes de salir de mi casa:

-Adiós.

Sin embargo, me levante y fui corriendo hacia él. Por suerte lo alcance, me puse frente a él y le dije:

-Manuel, por favor no te vayas.

-¿Qué ocurre Felicia?-Me pregunto sorprendido al ver mi actitud.

Le respondí:

-Quiero que estemos juntos, quiero que me protejas.

-Felicia, estaras mejor aquí.-Me dijo poniendo sus manos en mis hombros.

-¡No, no estare bien! ¡Te amo Manuel y me duele verte lejos de mí!-Le dije finalmente.

Los dos nos tentamos y nos besamos profundamente.
Manuel me dijo:

-Escúchame, prepara tus cosas vendre por ti mañana a la mañana...

-No, no... quiero que sea esta noche, me muero de ganas por estar contigo.-Le dije interrumpiendolo, y casi al borde del llanto.

Este, todavía sorprendido, me dijo:

-Bueno, esta bien mi amor. Yo también muero de ganas por estar contigo.

Luego de eso, los dos nos despedimos y entré a mi casa. Me dirigí hacía mi cuarto, donde saqué una valija y preparé toda mi ropa y mis otras cosas.

Eran las 22:30 .p.m. continúe aguardando la llegada de Manuel. Escuché un ruido que provenía de la ventana, entonces me levanté, me acerqué lentamente a la ventana, y era Manuel esperándome.
Me aleje de la ventana, tome mi valija y bajé hacía a bajo y salí por la puerta. Al verlo a Manuel, fui corriendo hacía él, y nos dimos un fuerte abrazo, y él me dijo:

-Este es el mejor día de mi vida.

-Lo es también él mío, mi amor. Te esperado demasiado.-Le dije besandolo.

Caminamos hacía el auto de éste, que se encontraba a unas dos cuadras. Al llegar a él, nos subimos y nos fuimos a la casa de Manuel.

Mi Debilidad (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora