El lugar estaba lleno, había mucha gente y estaba todo muy oscuro, las luces de colores iluminaban de vez en vez y los jóvenes bailaban bastante pegados unos a los otros.
Había bebidas normales como gaseosa y otras no tan legales para los menores en las mesas.
Rafael no sabía que hacía ahí, no era alguien que fuera a fiestas o que bailaba así que no solía ir a esos lugares pero los chicos que seguían siendo sin nombres habían insistido.
-Estas muy solo aquí, chico- la voz de uno de los chicos sin nombre sonó al lado de él sobre la música, Rafael lo miró e hizo una mueca.
-No soy de estos lugares- dijo sincero mientras fruncía el ceño tratando de recordar el nombre del chico y él otro también tenía cara de estar haciendo memoria para recordar el nombre de él.
El chico rubio sin nombre niega con la cabeza suspirando, es algo más bajito que Rafael y eso le agrada a este último, lo hace sentirse algo alto.
-¡Valeria!- gritó de pronto para asombro de Rafael, al ver que una de las chicas que estaban bailando se acercaba el castaño prefirió alejarse de ambos a buscar que hacer. Pensó unos segundos en irse pero no tenía nada que hacer en casa.
-¿Tomas un trago, cariño?- una bella chica de ojos claros y largos cabellos negros le sonrió, ofreciéndole un vaso que Rafael dudó en tomar. Sabía como se ponía borracho, pero podía tomar solo un trago, además necesitaba olvidar un rato a Fabián y a Adam de la foto.
-Claro- sonrió como pudo y agarró el vaso tomándolo de a poco ante la sonrisa coqueta de la chica, sabía que ella no le atraía en lo más mínimo, solo podía pensar en una persona.
Pero se sentía tan mal.
Otra copa.
Pero todo parecía ir bien para Fabián pero el se estaba hundiendo en los celos.
Otra copa más.
Pero no podía reclamar nada porque había tenido a Fabián para él y lo había rechazado.
Una copa más apareció en su mano.
Le había ofrecido solo una amistad y luego la había cortado por cinco meses.
Todo se estaba poniendo algo borroso.
Había sido un cobarde y un idiota.
No se resistió cuando vio a la chica acercarse y besarlo, le devolvió el beso entre sus pensamientos mezclados. Ella no era Fabián , pero Fabián merecía ser libre, él tenía que aceptarlo.
No podía tenerle rencor por seguir.
De pronto sintió una mano en su hombro que lo apartó de la chica bruscamente.
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Caminos Separados II
Cerita PendekContinuación de Caminos separados. Fabian y Rafael ya se han vuelto encontrar, pero ¿Cuanto durara esto? ¿Todo puede salir bien de ahora en adelante? ¿O Rafael volverá a poner distancia entre ambos? Ellos siguen intercambiando correos, tienen que...