My Chemical Adventures [Frerard, Frikey, Waycest, Rikey, Bobkey, Fray]

#18 (Bobkey)

Su pancita rugia del hambre, no habia probado bocado en todo el dia y ya eran pasadas la hora de almuerzo. Ni el ni su madre, ni los demas sirvientes de ese gran palacio podian comer de la comida real. La panchita de Bobby sonaba aun mas fuerte al ver la deliciosa comida que si madre preparaba para los reyes y los pequeños principes. El pequeño rubio, a sus 8 añitos sabia muy bien que no le era permitido jugar con los principitos, que un niño de su baja clase social jamas podria ser amigo de la realeza. Aunque para ser sinceros, el principe Gerard no le agradaba mucho, ya que seria el heredero al trono, era un niñito de 9 años muy presumido y arrogante, trataba mal a los sirvientes e incluso a su hermanito, Mikey. A Bob, sin embargo, le agradaba mucho el pequeño de 6 años, era un niño tierno e inocente, no trataba mal a nadie y siempre era amable con todos, e incluso, trataba de entablar amistad con los sirvientes, hablandoles, tratando de jugar con ellos y dandoles cosas a escondidas de sus padres ya que no era nada tonto, el sabia que esa gente pasaba desgracias y miserias, que muchos no tenian comida en sus hogares mientras que ellos tenian despensas repletas de comida.

Asi pues, ese dia el pequeño Bobby estaba en la cocina, nunca habia tenido la oportunidad de hablar con el principito menor hasta que...

-¡Hola! -Dijo Mikey sonriente al ver a Bob sentado en la piso jugando con carritos de madera

-Hola... -Dijo timidamente el rubio

-¿Tu quien eres? -Pregunto el mas pequeño sentandose junto al oji azul

-Soy Bob, mi mama es la cocinera -Dijo Bryar esperando un respuesta negativa del contrario

-¿Ella es tu mama? ¡Hace la mejor comida del mundo! Ojala mi mama cocinara asi -Dijo el niño tomando un carrito y moviendolo en el piso -Soy Mikey, por cierto

-Ya sabia quien eras... -Dijo el mayorcito sonrojado

-¿Como sabias mi nombre? -Oh si, el pequeño Way era muy listo y curioso

-Eres uno de los principes, todos te conocen -Respondio Bob con cierta obviedad

-A mi me gustaria conocerlos a todos -Comento el principito mientras seguia jugando con el auto. El rugir del niño a su lado lo saco del juego mientras lo miraba curioso, el sonido se escucho de nuevo y se dio cuenta que venia de la bonita panchita de Bob
-¿Tienes hambre?

-Un poco, en casa no tenemos comida -Dijo el chico indiscretamente. El menor lo miro tristemente pero luego se paro, fue a la despensa donde saco unas galletas, unos sandwiches que la cocinera (mama Bryar) habia preparado anteriormente, y saco dos vasos que luego lleno de leche. Puso todo eso en una bandeja y luego se sento junto a su nuevo amigo poniendo los alimentos en frente.

-Come algo -Dijo el pequeño mientras tomada su vaso de leche

-No nos es permitido comer de la realeza, creo que tampoco tengo permitido hablar contigo... -Dijo temeroso el pequeño Bryar

-Es comida normal, y yo puedo hablar con quien sea -Bob asintio tratando de no llevarle la contrario al Way frente a el.

Esa tarde comieron y jugaron, y asi vendrian muchas, donde a escondidas hacian cada vez mas fuerte si amistad.

Pasaron 9 años de amistad clandestina. Ya no eran unos niños, eran adolescentes muy apuestos. Bob, con sus flamantes ojos azules y cabello rubio, era el suspirar de muchas señoritas, su cuerpo fuerte y alto solo lo hacian mas deseable. Mikey, por su lado, no era tan alto ni tan fuerte como su amigo, no era rubio ni tenia ojos azules, pero sus ojitos brillaban de una manera hipnotizante, y su sonrisa podia iluminar todo el pueblo si fuese necesario, su cuerpecito era algo escualido y delgado, y era un chico un poco torpe con sus movimientos, pero su piel era tan suave como el terciopelo, su cabello tenia un olor tan lindo y fresco todo el tiempo. O al menos eso pensaba Bob.

Mikey no podia evitar sentirse celoso cuando otras sirvientas, o simplemente otras chicas trataban de coquetear con SU Bobby, el sabia que el chico era irresistible y sabroson, sabia que todos querian comerse a ese manjar, pero no-oh! Ese pastelitio rubio era solo para el, era de el, quizas el pastelito rubio aun no lo sabia pero eso no evitaba que le perteneciera.

A Bob le encantaba ver lo rojo que se ponia el principe cuando señoritas se le acercaban, si tan solo el principe supiera que Bob no tenia ojos para nadie mas, que desde hace un tiempo atras, ese chico se habia vuelto su razon de ser, mas aun cuando lo nombraron guardaespaldas del pequeño principe (Obviamente Michael tuvo algo que ver en eso), no solo era su trabajo defender y proteger a Mikey, se habia vuelto su vida. Sabia que un plebeyo como el, un simple sirviente, jamas seria correspondio por la realeza.

Donde iba Michael, iba Bob, a veces iban a los bosques a dar largas caminatas y a hablar sobre cualquier cosa. La compañia del otro era lo mejor que podian tener.

-Bob, ¿Me quisieras aunque ya no fuera un principe? -Pregunto el menor abruptamente mientras ambos estaban sentados en una cuesta que dejaba ver todo el reino

-Claro, Mikey -Dijo el chico revolviendole el cabello -Tu mejor que nadie sabes que eso es lo que menos me interesa

-¿Tu crees que estaria bien dejar la realeza por otra persona? -Pregunto el principe mirandolo a los ojos

-¿Como por otra persona? -Pregunto el rubio mordiendo una manzana que traia en bolso

-Se que mis padres jamas aceptarian mi union con alguien que no fuera de sangre azul, y si quiero estar con alguien que no es de la realeza, tendria que huir lejos de aqui para ser feliz con esa persona

-¿A ti te gusta algun plebeyo? -Pregunto Bob algo sorpendido pero dentro estaba muriendo, le dolia mucho pensar que Michael estaba pensando en irse del reino para ser feliz con alguien mas, abandonandolo

-No me gusta, estoy enamorado de el y creo que lo amo, recibiria una flecha por el (ven como puse flecha y no bala? Vieron? Vieron?! Porque en ese tiempo aun no habian pistolas y por lo tanto, no habian ese tipo de balas, aunque estaban las redonditas que parcian pelotitas o bombitas, pero eso no es importante, vieron lo concentrada que estoy en este fic? Merezco una pizza, quiero una pizza, DONDE ESTA MI PIZZAAAA?! Ok, tome pastillas para dormir y en vez de darme sueño creo que hicieron otro efecto, sorry)

-Debes amarlo si estarias dispuesto a dejar todo esto... -Señalo con la cabeza la vista frente a ellos  -...por el

-¿Crees que el podria llegar a fijarse en mi? -Pregunto temeroso el menor

-¿Hablas en serio? -Rio el mayor -Michael, eres hermoso -Dijo Bryar mirando los ojos hermosos del principe -Cualquiera que no se fije en ti, es un idiota, eres la persona mas dulce y tierna del mundo, eres divertido y muy inteligente, eres cariñoso, amable, generoso, atento...eres perfecto. Tu cabello, tu sonrisa, tus ojos, tu carita, tu cuerpo, todo de ti es maravilloso.

El principe se sonrojo al escuchar eso, si eso no era una invitacion a los labios del mayor entonces no sabia que podria serlo.

Mikey se arrojo a besar al rubio de una manera descarada y tierna a la vez, Bob se sorprendio pero continuo el beso.

-Huye conmigo Bob -Dijo el principe separandose solo um poco de los labios rosaditos y bonitos del mayor

-Claro -Respondio Bryar.

El siguiente dia ambos cabalgaban con algunas municiones a otro pueblo, uno donde nadie los conociera y donde pudieran comenzar de cero. Y aunque Mikey dejo atras comodidades y lujos, nunca se sintio tan feliz como en los brazos de bob. Y volveria a huir de nuevo solo por sostener la mano de su amado.

Murieron de viejitos, abrazaditos y juntos cuando un terrible frio azoto el pueblo, pero murieron felices rozando sus naricitas.

Gerard se hizo Rey e hizo el pollo la comida nacional, murio de un infarto por tanto colesterol :v alv