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Ese sueño era repetitivo, no había noche que no viera a Kellin y eso habitación negra. Deseé que no fuera sólo un sueño y en verdad pudiera verlo nuevamente pero, muchas veces mis deseos no son exactamente prioridad.

Me temía que el tiempo comenzará a pasar sin aviso, sólo perdiera la noción hasta darme cuenta que toda mi vida paso y jamás saque sus malditos ojos verdes de mi cabeza.

Caminaba por la escuela sin mirar a nadie, con la cabeza totalmente ida y sin idea alguna de a donde esperaba ir.

Alguien jaló mi brazo haciendo que me enojara justo en ese momento. No quería que absolutamente nadie me tocará o hablara o simplemente me mirara.

Era Sykes.
Oliver Sykes.
El causante de todo esto.

—Vic, ¿Cómo te ha ido?

—¿En verdad, eres tan indecente, te vale o eres idiota?

—¿Te hice algo?

—Dejame en paz, Oliver

—Quiero pedirte ayuda con Andy, todo esta yendo muy bien entre él y yo y...

—No le deseo el mal a Andy, pero ojalá y su maldita relación se joda —. Dije —No mereces a nadie

—¿Te sientes bien?

—No, no, gracias a ti Kellin huyó y esta desaparecido. Le dijiste y aún así tienes las agallas de venir a pedirme ayuda con tu asquerosa relación

—Me hiciste enojar, no es mi culpa

—¡Eres el maldito infierno! —. Le grité

—No creo en eso —. Dijo muy calmado

—Desaparece ¿Está bien? Aléjate de mi porque en verdad eres la persona más tóxica que he conocido en toda mi vida

—Fuiste tú quien aceptó apostar, si tanto te importaba el niño pudiste sólo haber dicho "no"

—Mira Sykes, no voy a pelear contigo porque no le veo el sentido, eres una persona que no entiende nada acerca de nada y que le importa poco el daño que le causa a las demás personas, sólo olvídalo, yo lo olvidaré y listo

—¿Y si voy por Kellin me perdonas?

—¿Sabes dónde está?

—Si, él me dijo, pero no creo que él quiera que tú sepas

Di un paso hacia enfrente para quedar muy cerca de Oliver.

—Dime dónde está

—Primero ayúdame con Andy —. Dijo burlón

—¡No estoy jugando a la maldita cadena de favores! ¿No entiendes? Estoy desesperado por encontrarlo —. Lo empuje

—Si tú no me ayudas, yo no te ayudo a ti, ese es el trato

Comencé a caminar lejos, ni siquiera le creía realmente que Kellin le haya dicho a dónde iba a ir porque posiblemente ni siquiera él mismo sabía a dónde iría a parar, además no necesitaba toda la mierda de Oliver. Jamás ha podido entender a las demás personas y jamás me había importado pero acabo de descubrir la verdadera crueldad que cubre todo el cuerpo de Sykes.

Necesitaba despejar mi mente pero había estado nevando y no quería salir de la escuela donde afortunadamente había un clima agradable.

Caminando hacia la cafetería conseguí escuchar algo.

—Ty, recibí un mensaje de Kellin

—Vic me habló de él

—Dice que lo busque cerca de donde nos conocimos mañana

—¿Puedo ir?

—No saldría sin ti, pero no tengo idea de donde fue que nos conocimos, tiene mucho tiempo

—Trata de recordar, Vic esta desesperado

—¿Cómo lo sabes?

—Si no, no habría otro motivo por el cual está escuchando nuestra plática

Josh me volteó a ver, tomo a Tyler de la muñeca y se fueron. ¡Mierda! Esa era mi oportunidad de saber donde estaba Kellin. Pero entonces la mejor idea se me ocurrió, mañana seguiría a Josh y ahí podría volver a tener a Kellin. A menos de que Josh le diga que los escuché y se ven otro día, entonces de plano estaba arruinado.

Llegué al salón de pintura, clase que yo no llevo, estaba vacío y eso me daba paz. Entré como si de mi casa se tratará, había cuadros tapizado las paredes pero uno en especial llamo mi atención, una mujer de finas facciones vestida de blanco con un fondo totalmente negro. Justo como en mi sueño. Tenía una cara de desesperación terrible y sus ojos se veían tan terrorificamente reales y llenos de angustia, quería saber quién lo había pintado.

Me acerqué para poder mirarlo bien, no había nada acerca del autor.

—¿Puedo ayudarte? —. Escuché la femenina voz de la maestra de pintura detrás de mi

—Me gustaría saber quién pintó esto —. Señalé el cuadro

—Kellin Quinn, mi mejor estudiante hasta ahora, en su primer año

—¿Kellin?

—No me sorprendería que no lo conocieras, no era muy social, dejó de venir de repente a la escuela

—¿Sabe por qué?

—No, sinceramente, pero su padre podría ser una buena razón, un hombre bastante duro y que jamás le importó mucho el pequeño

—¿Puedo tomar una foto? Es que en verdad me parece un cuadro precioso

—Claro, donde sea que él este no creo que le moleste que alguien reconozca su talento

Me sonrió. Busqué mi teléfono por todas mis bolsas hasta que lo encontré, tome la fotografía y salí del salón sin decir nada más. Juro que esa imagen en el cuadro era exactamente igual a la que yo veía todas las noche, excepto porque era Kellin el que estaba ahí y no esa mujer.

Pasé el resto del día sentado en la nieve tratando de encontrar un sentido a lo que estaba pasando, me parece que soñar con cosas que Kellin pintó en el primer año no es exactamente algo normal. Definitivamente algo estaba pasando en mi cabeza, me estaba volviendo realmente loco.

Miré esa foto una última vez, ese rostro era tan deprimente. Kellin era bastante raro.

Guardé el teléfono en mis bolsas dispuesto a irme. Un auto negro se estacionó enfrente de mi, por un segundo creí que era Kellin pero no era nadie mas que mi hermano y Tony.

—¿Te llevamos a casa?

—¿De dónde sacaron el auto? —. Dije

—Lo robamos de un supermercado

—¡Díganme que es broma! —. Les grité

—Si, obvio lo es, se lo compramos a un señor que trabaja en una granja aquí cerca

—¿Mínimo tienen licencia?

—Yo digo que mejor lo dejemos, no deja de criticar —. Dijo Mike

—No, pero si la policía nos detiene se las arreglan ustedes solos.

Subí a la parte trasera y me llevaron a la casa, iban a más velocidad de la que esperaba pero llegue con vida. Sólo para esperar otra noche donde podría volver a encontrarme con Kellin.

☺☺☺☺☺

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Happy Boy. [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora