El crujido de la puerta me hizo ponerme alerta y dejar de jugar con la bandera pequeña que tenía el director en su escritorio. Me senté como se supone que me debería de sentar y él caminó hacia su gran silla que muy posiblemente lo hacía sentir superior a los pobres alumnos que éramos obligados a sentarnos en asquerosas sillas de metal. Se volvió a parar y se sirvió un vaso de agua, que azotó en su escritorio con fuerza.
Me miró como si fuera su enemigo de toda la vida, sin decir nada, le sostuve la mirada hasta que él terminó mirando hacia otro lado y finalmente comenzó a hablar.
-Han sido dieciséis reportes en los últimos... -. Revisó su carpeta que llevaba a todos lados -Tres días
-¡Ups! -. Contesté subiendo ambas cejas -Que pena...
-Fuentes, me estas casi obligando a suspenderte
-No tiene que hacer nada que no quiera, director -. Le sonreí
Me miró con desaprobación y aún más odio, solté una pequeña risa.
-¿Qué gana teniendome aquí? Esperaba que ya hubiera entendido que jamás me comportare bien. Sólo pierde su tiempo conmigo, si me va a suspender o expulsar o hacer lo que sea que quiera, hágalo ya -. Dije mirando hacia el techo
-Creo que no eres mal estudiante -. Respondió sorprendiendome bastante
-Ja, ¿En serio? ¿Ya olvidó los dieciséis reportes?
-No, claro que no y te van a costar mínimo dos semanas de detención, pero no te he echado de la escuela aún porque tienes calificaciones buenas y aunque lo niegues esto te importa, creo que sólo quieres fingir rebeldía para tratar de sentirte incluido
Me quedé callado analizando lo que acababa de escuchar. Pues mis calificaciones son buenas porque tampoco soy idiota, me importa la escuela porque si no no conseguiré un trabajo en el futuro y moriré de hambre, tenía razón. Pero ser expulsado de esa escuela si me importaba muy poco, es horrible de todos modos. Además jamás me ha interesado la inclusión que me den o no, en eso si se equivoco.
-Tres semanas de detención y quiero hablar con tus padres, vete ya -. Dijo
-¿No eran dos? -. Proteste ignorando lo de mis padres
-Ese era el mínimo, ahora vete antes de que te de el mes completo
Tomé mi mochila que estaba recargada a lado de la pata de la silla en la que estaba sentado y salí cerrando fuerte la puerta detrás de mi.
Tenía clase de salud, pude haberla saltado, como ya era costumbre, pero eso me aseguraba otro reporte y el mes completo de detención y obviamente no quería desperdiciar todas las tardes del siguiente mes en la escuela.
La maestra ya estaba dando su clase para cuando llegué, todo el salón me miró como si fuera una clase de bicho extraño. Eso debe ser por la fama que me he dado, cosas como: "no te acerques a Vic Fuentes porque muy posiblemente te golpe terriblemente" o "Dicen que Fuentes inició el incendio del año antepasado en la escuela, no te le acerques". Si inicié ese incendio pero no es para tanto, no soy un animal violento.
Miré a mi grupo de amigos jugando hasta el final del salón, me voltearon a ver en cuanto hablé.
-¿Te puedo ayudar en algo? Creí que no te importaba la clase
-Estaba con el director y si me gustaría tomar su clase -. Dije
-Toma asiento y no hagas ruido, al más mínimo ruido te saco
-Gracias maestra -. Le sonreí
Caminé hacia ellos, siempre dejaban una silla para mi que normalmente era la de la esquina en todos los salones.

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Happy Boy. [Kellic]
Fiksi PenggemarA Kellin no le gusta hablar. Vic ama su voz. A Kellin no le gusta que lo vean. Vic adora mirarlo. A Kellin le asusta el amor. Vic... Kellin no es feliz. Vic sólo apostó. Pero todo es más complicado que eso. ⭐⭐⭐⭐⭐ Libro Kellic. PD: lamento los guion...