008

832 133 123
                                    

Hace cuatro meses mi vida era tan estable y perfecta. No culpo a Kellin. Sólo a veces pienso que todo sería mucho más fácil si jamás hubiera empezado esa ridícula apuesta o si nunca hubiera traído a Kellin aquí, si no hubiera ayudado a Mike. Si tan sólo hubiera seguido con mi vida como era. Con mi mejor amigo y mi mejor amiga, yendo a fiestas todo el tiempo, sin problemas ni propios ni de alguien más que tenga que arreglar.

Y justo hoy quería darme un descanso, salir y dejar de pensar un rato.

Estaba tocando la puerta de la casa de Jaime quien abrió rápido, pero no parecía ser yo exactamente a quien había estado esperando.

—¡Oh! Vic ¿Qué haces aquí?

—Pensaba que podríamos salir a algún lado, lamento no haber contestado tus llamadas...

—Hoy no —. Interrumpió

—Esta bien, si, nos veremos luego

—Lo siento

—No importa, me voy, ten buen día

Cerró la puerta cuando yo estaba por salir del patio, me quedaba ir por Jenna aunque tal vez ya no tenía ganas. Últimamente pierdo muy rápido las ganas de hacer cosas.

Volví a casa, Kellin estaba mirando televisión con Mike. Me miraron y ambos me sonrieron.

—¿Dónde está Tony? —. Pregunté

—Se está quedando en un hotel cerca de la carretera

—¿Mamá y papá?

—Trabajando

—Pero hoy es domingo

—Dijeron que tenían una junta importante y se fueron —. Dijo Mike —Estamos viendo Los Simpson ¿vienes?

Me senté a lado de Kellin, él recargo su cabeza en mi hombro, Mike me miró y me guiño el ojo sonriendo. Pasé mi brazo por la espalda de Kellin y la puse en su cadera, miré su cara, sus mejillas estaban ardiendo de lo rojas que estaban y eso me encantaba, besé su frente y se puso aún más rojo.

Mike me seguía mirando ahora con la boca abierta, le sonreí, se rió y siguió viendo la televisión ignorandonos.

Yo abracé más fuerte a Kellin, él no decía nada.

Me sentí culpable una vez más, ¿qué estaba haciendo? Todavía no era amor lo que yo sentía por él. Sentí por un momento que había dejado de sentir todo por todo el mundo. Me sentía muy vacío.

Sonó el teléfono de Mike, se paró.

—Tengo que salir

—Ajá —. Dije

—Adiós Kellin —. Dijo

—Nos vemos Mike —. Le sonrió

—Adiós chango —. Me dijo

—Envidioso —. Me rodó los ojos y se fue de la casa

Kellin se volvió a sentar normal en el sillón.

—Que bonito se hablan

—Lo se

Ambos nos quedamos callados, sólo se escuchaba la televisión y la agitada respiración de Kellin, en verdad parecía que había corrido todo un maratón.

—¿Te sientes bien? —. Pregunté

—Si

Giré mi cabeza para mirarlo y subí una pierna al sillón para poder quedar bien frente a frente.

Happy Boy. [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora