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Mamá y papá habían ido a una terapia de pareja que les tomaría todo el fin de semana por lo que la casa estaba sola para Mike, Kellin y yo. Aunque ellos ni siquiera lo disfrutaban, estaban tan metidos en sus vidas que olvidaban todo lo demás.

Es un poco triste caminar por los pasillos en las noches, a veces se escucha por toda la casa los sollozos de mi hermano y es difícil saber que no puedo hacer nada por él. Ya que yo no puedo hacer regresar a Tony de donde sea que este ahora.

Y Kellin se volvió más callado cuando está afuera de la habitación después de la discusión con Mike, hablamos mucho pero sólo cuando estamos solos, dice que no quiere ser quien arruine mi relación con mi hermano.

Jenna y Jaime me han llamado casi treinta veces cada uno y he rechazado todas las llamadas, no me siento con ganas de estar con ellos, ni con nadie. Lo único que quiero es arreglar las vidas de Kellin y Mike, tal vez cuando sepa que ellos están bien pueda yo estar bien.

Estaba a una semana de terminar la apuesta con Oliver y yo no había conseguido absolutamente nada, no importa porque creo que él tampoco. O mínimo eso creía hasta esa tarde. Por las dos de la madrugada me mando un mensaje diciendo que quería verme y era urgente.

Subí para invitar a Kellin a ir conmigo pero estaba dormido, se veía tan tierno que no quise despertarlo. Me asomé también al cuarto de Mike pero él no estaba ahí, como esperaba.

Salí de la casa directo a la escuela, que fue donde Oliver me citó.

A penas llegué miré dos autos ahí estacionados, uno era una camioneta negra, que supuse era de Oliver y otro era un carro gris pequeño que juraba haber visto antes, sólo no reconocía donde.

Toqué las ventanas de la camioneta y Oliver y Jordan bajaron.

—Fuentes, cuanto tiempo sin hablar —. Dijo

—¿Qué quieres? ¿No podías esperar para mañana?

—No, ¿Lograste algo con la apuesta?

—Tal vez te la tomaste muy en serio para sólo ser una apuesta tonta. Pero no, creo que si me querías ver es por que ya ganaste ¿no?

—Si, es bastante buena para su edad —. Jordan rió ante ese comentario —y tú ni siquiera lograste hablarle, mañana irás a cumplir tu castigo ¿Está bien?

—Mañana no puedo, tal vez pasado mañana —. Contesté mirándolo a los ojos —Y sólo para que lo sepas, esta viviendo en mi casa —. Contesté

—Bien, esa parte no me la sabía, debes contarme más

—Sólo es eso, vive en mi casa —. Dije —Hasta pasado mañana

Me sonrió y Jordan le dio un leve golpe en el brazo.

—Te doy dos meses más... —. Dijo

—Igual ya ganaste

—Si, pero si lo consigues ya no tienes que cumplir el castigo, sólo tendrás que soportar que te gané

—¡Hecho! —. Grité sin pensarlo

—Bien, eso era todo

—Pudiste haberte esperado a mañana, bueno, a hoy más tarde

—No, ¿Qué tal si tu mañana me llamabas diciéndome que ganaste?

Se subió al auto y Jordan me dio una sonrisa que es extraña ver en la cara de Oliver o alguno de sus amigos y se subió también.

—Iremos a un bar, buenas noches

Los vi alejarse en la oscuridad rápido, demasiado rápido.

El auto gris seguía ahí. Logré recordar donde lo había visto, ese auto era exactamente igual al de Tony, el amigo de Mike. Sentí muchas ganas de asomarme a ver si era de él y yo jamás me quedo con ganas de nada.

Happy Boy. [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora