❝Hyukkie❞ 「EunHae」

Donghae

Pov Donghae.

Hace ya media hora que se fue Hyukjae. Apenas alcanzó a desayunar; Shindong al parecer lo llamó bastante preocupado por el demasiado trabajo que tiene por hacer.

Hyukjae se fue...pero aún puedo sentir el hormigueo de sus labios sobre los míos al despedirse. Me besó frente a mi mamá y aunque ya han pasado varios minutos ella sigue comiendo fresas, las pocas que dejó Hyukjae.

La miro y ella parece bastante entretenida en una revista en la cual curiosamente él está de portada. Muerdo mi labio bastante dudoso en sí preguntarle o no.

Paso las manos por mi cabello soltando un suspiro tan sonoro que la hace alzar su cabeza de las páginas y mirarme fijamente. Me sonrojo y trago saliva duro.

—Mamá —empiezo moviendo mis dedos nerviosamente sobre mi regazo.

—Dime, cariño —aprieto mis párpados y tomo aire tratando de alcanzar el valor que me falta.

—¿Tú...tú...s-sabes lo que...—bufo poniendo mis ojos en blanco sintiendo mis mejillas arder de la misma manera que cuando Hyukjae dice cosas pervertidas.

—¿Qué sucede? —la oído reír. Hago un puchero en su dirección y ella extiende sus brazos hacia mí—. Ven aquí...

Asiento y me levanto, camino hasta ella arrastrando mis pies por el suelo y me ubico en sobre sus piernas, dejando las mías de lado. Pongo mi cabeza en su hombro y cierro mis ojos.

—Mamá —vuelvo a decir—. ¿S-sabes lo que Hyukjae y yo tenemos?

Ella ríe suavemente. Su risa de verdad me gusta, así como las caricias que llegan a mi cabello un par de segundos después.

—Exactamente, ¿a qué te refieres? —murmura formando bucles con sus dedos.

—Ni siquiera yo lo sé —lloriqueo moviendo mis piernas de adelante hacia atrás. 

—A ver —dice poniendo sus dedos delgados en mi barbilla y levantándola para mirarme—. ¿Te gusta Hyukkie?

Cubro mi rostro con ambas manos y sin saber exactamente por qué, empiezo a reír.

—No sé —muerdo mi labio con fuerza y separo dos de mis dedos para mirarla.

—A mí me parece que sí...y mucho —pellizca una de mis mejillas.

Vuelvo a reír y la abrazo con fuerza.

—Él me gusta —admito cerrando mis ojos—...muchísimo.

Digo esto último aún más rojo que antes. 

—Lo sé, cariño —sus manos moviéndose delicadamente en mi espalda me hacen suspirar—. ¿Desde cuándo?

—¿Eh?

—Ah...hasta en eso se parecen —me separo para mirarla confundido—. Nada, nada —agita su mano frente a mí—. ¿Desde cuándo ustedes...ya sabes...?

Abro mis ojos como platos. Mi corazón golpea mi pecho con fuerza, dejo de respirar de inmediato y mi cabeza amenaza con explotar por la vergüenza.

—¡Mamá! —chillo con voz aguda.

—Oh vamos —palmea un costado de mi cuerpo—. Merezco saber. He hecho que vuelvan a estar juntos, ¿no?

Junto mis cejas como si estuviera rogando que tenga compasión. Ella rueda los ojos y asiente.

—Está bien —aparta un mechón de cabello de mi frente y lo pone detrás de mi oreja—. Si tú no me quieres decir, le preguntaré a Hyukkie.

—¡Mamá!