❝Hyukkie❞ 「EunHae」

30. Extraña Relación

Pov Donghae.

Miro los labios de Hyukjae que se mueven mientras come las palomitas de maíz que nos preparó mamá hace un rato para que veamos la película que justo ahora está puesta en la televisión.

Me abrazo más contra su cuerpo agradeciendo el hecho de que el aire acondicionado está encendido volviéndolo así más fresco y agradable.

Sube y baja su mano por mi brazo sin despegar la vista de la pantalla. Coge otro puñado de las palomitas y se lo mete a la boca. Por cada que mastica la mandíbula se le marca más y más, de la misma forma las ganas de besarlo incrementan.

Una semana. 

Ha pasado exactamente una semana desde que me confesó que me quería y aunque esperé que luego de eso todo se tornara romántico no fue así. Últimamente tiene mucho trabajo, y lo sé porque siempre voy a visitarlo. 

Suele llevarme a sus entrevistas pero siempre debo mirar de lejos porque un niño (o bueno, una niña) puede dificultar el trabajo distrayéndolo. 

Hoy por lo que sé, le pidió a Shindong que le arreglara la agenda para tener que hacer todo otro día, y aunque su mánager se había quejado de que él tendría más trabajo después, Hyukjae solo asintió y vino a mi casa para cuidarme.

O eso fue lo que me contó mi mamá.

Llevo una de mis manos a su cabello, el cual ahora es negro y lo acaricio enredando mis dedos en él. 

Me gusta que me deje tocarlo mientras ve televisión pero también quisiera un poco de atención. Por culpa nuevamente de su trabajo, apenas y me ha dado un par de besos de despedida y de saludo cuando nos vemos y ni siquiera son de esos besos que me dejan siempre sin aire, sino que simples picoteos.

Siento mis mejillas arder por mis pensamientos. Tal vez si soy un poquito pervertido pero la culpa es totalmente de Hyukjae por ser así todo el tiempo.

Suspiro, quito su brazo, me mira confuso y me pongo de pie frente a él obstaculizando su vista. Abre la boca seguramente para decir algo pero me siento en sus piernas dejando mi trasero a unos centímetros de su miembro para evitar que tenga una erección. No quiero arriesgarme a que mamá nos vea calientes.

—Desde que llegaste no has hecho más que ver la televisión —sonríe de lado y se limpia la sal de la mano en su pantalón.

—¿Es un reclamo? 

—Solo pido que —mi rostro se calienta todavía más. No quiero decirlo. Hyukjae de seguro y se ríe de mí.

Pongo mis manos en sus hombros y me inclino hacia adelante hasta rozar nuestras narices. Dejo un pequeño besos en sus labios y después paso la lengua por los míos.

Están salados.

Subo mi mano a su mejilla y deslizo mi índice por su mandíbula firme.

Dejo otro beso en sus labios pero éste dura unos segundos más. Hyukjae tiene los ojos entrecerrados y su expresión es muy seria.

Ahora es él quien me besa. Ladea su cabeza y separa ligeramente sus labios para atrapar los míos con delicadeza, una que no es propia de él. 

Siento sus dedos en mi espalda y como estos la recorren con suavidad. 

Correspondo sus roces con más caricias que van desde su cabello hasta sus hombros. Mis ojos hace mucho que se han cerrado y realmente espero que los de Hyukjae también porque no quisiera que viera mi rostro todo rojo mientras nos besamos.

—Eh, niños. Todavía estoy aquí —me separo cuando oigo a mamá reír. Pego mi frente al hombro del pelinegro debajo de mí quien también ríe divertido—. La cena está en la cocina. Coman cuando les dé hambre y no se acuesten muy tarde —escucho la puerta abrirse pero yo sigo perdido el aroma de Hyukjae—. Ah y...revisa que Donghae se lave los dientes.