Capítulo 21

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Otra vez estaba allí, perdido en esa infinita oscuridad, pero ahora era diferente.

No había ningún recuerdo delante suyo, al menos no unos que le perteneciera.

Se escuchaban risas, pero no pertenecían a sus amigos. Se escuchaba voces melodiosas y tranquilizantes, pero no pertenecían a su madre.

Se levantó del suelo, mientras el paisaje se formaba frente a sus ojos. Era un parque, un simple parque de juegos, repleto de gente, niños jugando en los columpios.

El ambiente era definitivamente diferente, no había ese rojizo  fuego en el cielo, era simplemente azul, con pomposas nubes blancas de las que sólo había escuchado hablar en los libros que leía con sus padres. Hasta corría una suave brisa que agitaba sus cabellos rubios.

Y fue cuando comprendió que era lo que estaba viendo.

Era el mundo antes de las llamaradas, cuando la sociedad aún no se había hechado a perder, cuando aún era una sociedad.

Y cuando se dio cuenta, el espacio comenzó a cambiar. Unas rejas lo separaban del parque de juegos, y de alguna manera lo sabía, sabía exactamente lo que sucedería ahora.

Golpeo las rejas con los puños, intentando llamar la atención de la gente y así lograr advertirles, pero parecía ser un fantasma para ellos, quienes jugaban felices sin saber que lo que estaba a punto de suceder los acabaría. Los acabaría para siempre.

Siguió golpeando las rejas, intentando avisarles de lo que venía, pero era inevitable.

El fuego empezó a colorear el cielo, y no importaba cuanto lo intentara, nada salía de sus labios.

Se mordió el labio hasta sentir el ácido sabor a metal en su boca.

De pronto, las risas se convirtieron en llantos y gritos desgarradores.

Y las llamas comenzaron a consumirlo todo, lentamente...

También el sintió cómo si estuviera ardiendo en llamas. Iba a desaparecer, no lo había logrado.

Cuándo el se volvió Newt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora