▪ Dramione ▪ One Shots ▪

《Tú eres sólo mía》

-Vamos, Draco. Acompáñame -dijo con la voz más dulce que pudo.

Llevaba más de media hora tratando de convencer al ex mortífago para que fuera con ella a ver unos libros.

-Bueno, bueno. ¡Por Merlín! Eres muy molestosa.

-Te quiero -dijo dándole un beso en la mejilla a Draco.

-¿Y crees que yo no? Mira las cosas que tengo que hacer por tí.

▪▪▪

-Draco, quita esa cara de aburrimiento. Acabamos de llegar.

Se habían aparecido en el Londres muggle. Donde, según la castaña, era el mejor lugar para comprar libros. Pero claramente eso no se lo había dicho al ojigris.

-Me engañaste -su expresión estaba seria. Verdaderamente odiaba a los muggles y todo lo relacionado con ello, pero tenía que aceptarlo por su novia.

-No, sólo omití información -dijo dándole un beso rápido.

A pesar de las peticiones de Hermione, Draco decidió quedarse afuera de la librería mientras ella veía los libros.

-Hola, ¿Puedo ayudarte en algo? -le preguntó un chico alto, con cabello negro y ojos claros.

-No, gracias -le sonrió al chico, quien hipnotizado con los ojos de Hermione, le devolvió la sonrisa.

-Me llamo Joaquín y si te gustan esa clase de libros, puedo mostrarte donde hay más -le señaló el libro que la castaña tenía en las manos.

-¿Enserio? Gracias -dijo siguiendo a Joaquín.

-Dime, ¿Por qué ya no vienes tan seguido? -al ver que Hermione lo miró confundida, agregó- No es que siempre me esté fijando si vienes o no, sólo que antes trabajaba limpiando y cada vez que venía para acá estabas tú aquí.

-Ah bueno... -no podía decirle que su novio era un mago que odiaba hasta la muerte a los muggles y a sus costumbres- No he tenido tiempo.

-Aquí hay unos libros que te podrían gustar -dijo señalándole unos estantes.

Después de un rato la chica se decidió por los que le llamaban más la atención.

-¿Sabes? Termino de trabajar en un par de horas, lo digo por si necesitas algo más -dijo Joaquín mirándola pícaramente.

-No, ella ya tiene todo lo que necesita -Hermione sintió una mano que le rodeaba la cintura, atrayéndola para inesperadamente sentir los labios de la persona que había hablado, besarla de forma muy apasionada. Cuando les faltó el aire, se separaron y se dieron cuenta de que Joaquín ya estaba esperándolos para cancelar-. ¿Qué tanto hablabas con él? -Draco la abrazó por la espalda y caminó con ella hacia el chico.

-Sólo me estaba mostrando algunos libros -susurró Hermione sonriéndole a su novio.

Compraron los libros que había elegido la castaña y al salir de la librería Draco le agarró el brazo y le levantó el mentón para poder mirarla a los ojos.

-Odio que te coqueteen pensando que pueden llegar a algo contigo, cuando tú eres solo mía -susurró para acercar el rostro de la castaña y besarla-. Y cuando nos casemos tendremos una habitación llena de libros, una biblioteca sólo para tí. Así no tendrás que salir de casa y venir a estos lugares llenos de muggles hormonados -dijo mirando con repulsión a los hombres que los rodeaban.

《Whisky de Fuego
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