《Tres Mejores Meses》

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Hermione llevaba más de una hora esperando en la Torre de Astronomía a que Draco apareciera.

Habían quedado de juntarse allí para celebrar que llevaban tres meses juntos, pero la comida que había preparado Hermione ya estaba helada y las velas que había prendido estaban apagadas.

¿Qué le habrá pasado a Draco? ¿Por qué aún no ha llegado? ¿Será que le habrá pasado algo? ¿Estará bien?, se preguntaba la castaña, O quizas se olvido de mí y de nuestra cita. No, no es posible. Él me quiere, ¿verdad? Aunque nunca me lo ha dicho, ni nunca ha tratado de demostrármelo...

¤Flash Back¤

Estaban Draco y Hermione sentados a la orilla del Lago Negro, alejados del castillo para que nadie los pudiera oir ni ver.

La chica que tenía su cabeza apollada en las piernas de Draco, leía su novela favorita mientras el rubio le acariciaba el cabello.

-Draco -interrumpió su lectura.

-¿Si?

-¿Qué pasaría si un día, al frente de todos, te abrazo?

-Te pondrías en ridículo, Hermione -dijo seriamente.

-¿Por qué crees eso?

-Es obvio. Todos los de mi casa se irían contra ti por atreverte a tocarme, ya sabes una sangre sucia y un sagre pura...Es casi algo vulgar para ellos.

-Lo sé. Pero no me importan ellos, me importas tú. Quiero saber como reaccionarías tú. ¿Me abrazarías, me ignorarías, me empujarías o qué?

-No lo sé, Hermione, no lo sé.

¤Fin del Flash Back¤

Draco no es una persona expresiva, casi nunca dice lo que siente o lo que esta pensando y cuando lo hace es porque hizo un esfuerzo muy grande. Pero hay veces en donde él no es así, como esa vez que me regaló flores para mi cumpleaños o cuando me deja notas en mis libros...

Mientras Hermione recordaba momentos especiales que había vivido con Draco, una figura entró al cuarto silenciosamente dispuesta a sorprender a la castaña.

Lamentablemente un paso en falso hizo darse cuenta a la chica de que no estaba sola.

-Lumus -dijo caminando hacia el desconocido.

Era Draco. Estaba vestido con un elegante traje negro y en sus manos traía las flores favoritas de Hermione.

-Hola, ¿podrías sacar la luz de mi cara, cariño? Me dejas ciego.

-Ciego te dejaré si no me dices donde has estado.

-Estaba en una reunión con el equipo de Quidditch.

-¿Y cuando ibas a aviasarme?

-Hoy en la mañana lo hice.

-No mientas, Malfoy.

-No lo estoy haciendo, Granger -dijo imitandola-. Te deje una nota en tu libro de Historia de la Magía que decía lo de la reunión y que llegaría más tarde. Pero que no la hayas visto no es mi problema.

-¿Y cómo se supone que la iba a ver si hoy no tuve clases de Historia de la Magía?

-¿No tuviste? -preguntó sorprendido.

-No.

-Lo lamento -dijo rascándose la nuca-. Creo que debería habertelo dicho en persona... ¿Me perdonas? -le ofreció las flores.

-Jamás vuelvas a hacerlo -lo abrazó-. Pense que me habías dejado plantada.

-No sería capaz de hacerlo.

-¿Por qué?

-Porque te quiero -dijo acercándola más a él.

-¿Qué fue lo que dijiste?

-No me hagas repetirtelo, Hermione -puso sus manos en la mejilla de la chica- ¿Tú me quieres?

La castaña recordó todo lo que había pasado en estos meses con Draco: peleas, escenas de celos, besos y escapadas por las noches. Así que no se demoró ni un segundo en responder:

-¿Lo dudas?

Draco sin pensarlo dos veces besó a Hermione con la misma pasión y amor con la que lo había hecho la primera vez.

Definitivamente ambos habían vivido los tres mejores meses de toda su vida juntos.

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Lamento haber estado tan ausente, pero estuve muy ocupada estos días.
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▪Mary》

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