"Atados a un Sentimiento" - Harry & Hermione -

Capitulo 36: Mi nombres Shiro Amori.

Un mes después del incidente, el tema había pasado a segundo plato para el ministro y varios aurores, que vieron como la oportunidad de atrapar a esos magos se les escapaba de las manos, pero a Harry que era tan testarudo como su amiga aun le daba vueltas el asunto en su cabeza...
- Creo que ya no deberías pensar en eso, ya habrá oportunidad de encontrarlos -
- Pero es que Ron no es algo menor... se escapo del ministerio... ¡Del ministerio! - recalco lanzando su lápiz al otro extremo de la oficina, el pelirrojo rodó los ojos e iba a replicar -
- Ha... - Ron no alcanzo a terminar la frase por que una mujer protuberante y de rasgos orientales entro en la oficina con una corta y ajustada falda acompañada de una blusa desabrochada en los primeros tres botones dejando a la vista el inicio de sus pechos -
- Disculpe es el Sr. Potter - el moreno la miro un momento un poco sorprendido por la protuberante de su cuerpo y luego contesto sereno -
- Si soy yo ¿Usted es? -
- Mi nombres Shiro Amori, me trasladaron por unos meses acá -
- ¿De verdad? No estaba al tanto de esto - saco una carpeta y estaba ahí estaba su nombre - acá estas... estarás cuatro meses -
- Si... será un verdadero placer - contesto moviendo su cabello de forma sensual y guiñendole un ojo descaradamente, el ojiverde intento omitir y volvió su vista a su cajón para sacar la ficha con lo que debía hacer con esa mujer, mientras el pelirrojo disfrutaba la incomodidad de su amigo -
- Tome, esto deberá hacer en sus horas de trabajo - le dijo Harry dándole un hoja con sus quehaceres -
- Pero usted puede mostrarme el ministerio... Sr. - le consulto con una voz suave y con un deje de coquetería -
- No, no puede - saltó una voz desde la puerta - pide a algún Auror que te ayude - la pelinegro se giro y la miro con desprecio - ahora si nos permites, debemos continuar con el trabajo - le mostró la puerta y esta salió al instante caminado de manera rápida y al son del movimiento de sus caderas. Cuando estuvo fuera Ron estalló en carcajadas pero debió terminar al ver la cara de Hermione...
- Esa muy... me dijo "hay me puedes traer un café... no sabía que las secretarias se vestían tan bien" - le comento imitando su voz -
- Herm no es para tanto - le trato de tranquilizar el moreno -
- Bueno yo me voy - saltó Ron levantándose de su silla - problemas de pareja -
- Tú cállate Ronald le diré a Luna como la veías... los ojos ya se te salían - ahora fue ella la que sonrió irónica, mientras él la miraba con los ojos entrecerrados y salía de la oficina -
- Herm - ella se giro para mirarlo y recibir sus brazos alrededor de su cintura, mientras ella continuaba con los brazos cruzados - ¿estas celosa? -
- ¿Celosa yo? ¡Ja!... en tus sueños Potter - el ojiverde sonrió -
- Vamos no seas así, si ella no me gusto - le hizo una mueca de asco - es muy... - soltó a Hermione e hizo unos movimiento con sus manos que simulaban unos pechos y trasero - a mi me gusta solo tú cuerpo - la joven relajo la expresión y dejo que la abrasase de nuevo al tanto que este se aprovechaba y le daba un beso en el cuello aspirando su aroma suave -
- No quiero ver Harry James Potter que estés coqueteando - le advirtió -
- Yo ya no coqueteo... solo tengo ojos para ti - la castaña sonrió coquetamente y habló -
- Eso espero - el ojiverde acorto la distancia y le planto un beso que la dejo queriendo mas - me vuelves loca - exclamo antes de tomarlo de la polera y acercarlo nuevamente -
- Y tu me vuelves loco a mi - afirmo cuando se separaron. Ambos ocuparon la hora de almuerzo para disfrutar de la compañía del otro para mimarse y conversar, por lo que al terminar la hora la joven bruja hablo comenzando a separase de él -
- Debo volver a trabajar - se arregló la polera y se levanto de su regazo, en que estuvo sentada toda la hora -
- No... - pidió levantándose junto con ella -
- En la casa vamos a estar mas tranquilos - le dio un fugaz beso y luego limpio su boca - creo que no debo usar labial... tienes la boca muy brillante -
- Nos vemos a la salida -
- Si nos vemos - le dio un corto abrazo saliendo de la oficina y el joven mago se sentó en su silla nuevamente suspirando - me vuelve loco - aseguro en voz alta para si, saco la foto que tenía dentro de su cajón y la miro, no sabiendo por que recordó un momento de mucha complicidad con ella...