- Despiertate Melanie! - escucho gritar a mi mamá, pero la cama es tan comoda y calentita que me vuelvo a dormir.
Entonces siento algo pesado caer sobre mi, y como el aire escapa de mi cuerpo.
-Tayler!- le gritó a mi hermano para que se baje de mi-Quítate!
-No- dice de lo más tranquilo
-Ahhh!- grito, y jalo las sabanas para cubrir mi cara.
-Oh vamos, Mel, no seas floja y levantate- dice, aguantando una carcajada
-Vale, vale, ya me desperté- digo quitandome las cobijas de la cara- ¿ahora te puedes quitar de encima?
-No creó- dice con una sonrisa pícara.
-¡Agh! ¡Tayler eres imposible!-le grito exasperada- ¡Mamá! -grito para que alguien venga a mi rescate.
-¡Tayler, deja a tu hermana!- grita mi madre desde la cocina.
Tayler se va y yo tomo una ducha rápida, me pongo la ropa interior y luego voy por el soso uniforme, que consiste en una camisa color hueso, una falda de tablones con cuadros azul rey, blancos, grises y negros.
Con corbata, calcetas largas y saco del mismo tono azul que la falda, todo con unos horribles zapatos negros con un tacón gruesos de todo el talón.
Me hago una sencilla trenza francesa, tomo mis anteojos y bajo a desayunar.
Cuando acabo lavo mis dientes y subo a el auto de Tayler.
-Odio este estúpido uniforme-dice jalando el saco para que quede frente a su cara- No se como soportas esto, en serio Mel, no entiendo como aguantas ser asi siempre, si fueras tu misma podrías ser muy popular.
Sabía que el tenía razón, yo podía alcanzar la popularidad fácilmente, era muy hermosa, mi piel era aceitunada, mis ojos grises, un cabello largo castaño y ondulado, una cara de lo mas fina y hermosa <segun me han dicho muchos>, era alta, delgada, con unos pechos favorecientes, y un gran trasero de lo mejor, pero no me gustaba mostrar todo esto en la escuela, los tipos de ahí eran unos pesados y las chicas unas perras hipócritas.
-Esque no...no quiero ser su juguete-digo agachando la cabeza <un viejo habito de mi faceta de la escuela>- además, tienes que admitir que es emocionante tener una doble personalidad, soy como batman o Superman-digo para hacerlo reir. Y funciono.
-Jajajajajaja, cierto, cierto. Pero tu no serías su juguete, ellos se morirían por ser el tuyo.
Mire a mi hermano, eramos gemelos, y el era tambien bastante atractivo. Teníamos los mismos ojos, cabello y tono de piel, pero su rasgos eran masculinos y los mios delicados, su cuerpo estaba ejercitado, media aproximadamente 1.97, mi hermano era de los más populares en la escuela y todas babeaban por el.
De ves en cuando trataba de sacarle a una que otra gata, pero luego recordaba que ahí no era nadie y que para que mi disfraz fuera creíble debía guardar apariencias.
Tayler me saco de mis pensamientos quitandome los anteojos
-¡Tayler!- grite molesta.
-Dime- dijo de los más inocente.
-Ahhhh! - exhale tratando de relajarme- Tayler, amado tonto- dije con voz burlona-, ¿Serías tan amable de darme mis lentes a-h-o-r-a?- dije, subiendo de a poco la voz y alargando el "ahora" para que supiera que me estaba cabreando.
-vale, vale- y los dejo en mi mano que estaba extendida frente a su pecho.
Llegamos y aparcamos en el mismo lugar de siempre, luego fuimos a sacar cosas de los casilleros y nos dirigimos a el aula que me tocaba primero.
-Adios enana-dijo despeinandome.
-Oye-proteste- soy bastante alta como para que me llames enana.
-Si, pero yo soy más alto que tu, por lo tanto puedo llamarte enana si se me antoja- dijo con una sonrisa triunfal demostrando que había ganado el primer asalto.
-Vale, adios tonto-dije sonriendo
-Oye...-quiso protestar pero lo corté.
-Tu eres el alto, yo la lista- dije apuntandome con el dedo pulgar. Y entre al salón.
Mi lugar estaba justo en el medió del salón. Y al lado mio se encontraba Ian Strayder el chico más popular de la escuela, era alto, atlético, con un cabello corto negro azabache, era de piel bronceada y ojos verde bosque.
Tenía una larga lista de conquistas.
Ya se había acostado con casi todas las chicas de la escuela, pero a la mayoría de ellas no les importaba, para ellas era casi un requisito haber tenido a Ian entre las piernas. A mi el me parece un asco de tipo, un gilipollas de lo peor, aunque debo admitir que cuando lo conocí me gustaba.
En su regazo esta sentada la puta más grande del mundo. Karen. Ella era de lo más popular, pero solo porque era una facil. Estaba encaprichada con mi hermano, pero como ella se encargaba de hacer mi vida miserable el no le hacía caso.
Ellos estubieron besándose apasionadamente hasta que llegó el profesor y los separó.
Todo el día estaba transcurriendo normal, hasta la hora del almuerzo.
Yo siempre me sentaba en una mesa apartada de la cafetería, sola.
Tayler insistió por mucho tiempo en sentarse conmigo, pero yo siempre me negué.
Todos los día yo me preparaba el almuerzo, hoy, una variedad de frutos rojos.
Me dirigía a mi mesa cuando sentí que algo impactó conmigo.
Para cuando me di cuenta de pasaba ya estaba llena de espaguetis. Parada frente a mi estaba Karen.
-¿Estás bien?- pregunto...¿Ian? Acercándose. Estaba por responder cuando Karen se me adelantó.
-Si, esque esta tipa con trasero de elefante que no sabé ni caminar- y todos estallaron a carcajadas.
-Oye, ¿Qué te pasa? ¿Es que ni con esos estúpidos lentes de botella puedes ver?- dijo Ian y todos volvieron a reír. Yo estaba ardiendo de rabia apunto de lanzarme sobre esos dos.
-¿Estás muda? Mmmm, creo que si.- pensó por un momento Ian y dijo-ya se como arreglarlo- y me tiro el resto de los espaguetis, una espesa sopa de tomate, y para terminar un pastel de zanahoria.
-¿Melanie? - preguntó Tayler entrando a la cafetería.
-Tranquilo bro, yo la ayudo- le tranquilizo Ian acto seguido me tendió una mano. Yo la miraba recelosa, no aceptaría nunca ayuda suya. Se impaciento y tomo él mismo mi mano, y cuando mis piernas estaban a punto de reaccionar me soltó.
Sentí mi cuerpo caer sobre toda la porquería, el impacto de mi trasero con el suelo y el verdugon que ya se formaba, y como mi cabeza golpeaba con la pata de una silla.
Tayler se lanzó inmediatamente sobre Ian, y ahí en el suelo lo golpeó hasta que lo pare.
-Si le vuelves a hacer daño te mato, maldito bastardo.
Luego nos fuimos, pedimos permiso para irnos y me pudiera lavar.
-¿Por qué no te defiendes? Deja toda esta farsa, porfavor. - me dijo Tayler suplicante.
-No Tayler, no. Entiende que yo no quiero acabar como ellos.
-No sería así-susurró, pero aun así le oí.
-¿Qué te parece si hoy nos vamos de fiesta ehhh? -dije alzando las cejas juguetonamente, y dándole ligeros golpes con el codo en las costillas, para aliviar la tensión
-Mmm, eso suena tentador- dijo rascando su barbilla como si lo pensase.
ESTÁS LEYENDO
La Reina Nerd.
Teen FictionMi nombre es Melanie Howe tengo 17 años y estoy en penúltimo año de secundaria , nunca me ah gustado llamar la atención asi que en la escuela soy la más lista, antisocial, patetica y ñoña. Pero en las noches, cuando no hay nadie que me pueda reconoc...