Día 5: El cementerio. Parte 2.

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''Que bella es la vida cuando se vive para hacer el bien como lo hiciste tú'' decía la lápida del papá de Louis, cuanta mentira y verdad juntas pensaba él cuando termino de leer lo que estaba escrito. Louis no escribió lo que le dijo a su padre, tampoco la discusión que tuvo con su esposa, porque sintió que no era necesario, que no importaría, pero para saber bien lo que paso esa semana, es necesario leerlo, por suerte, yo soy el típico personaje omnisciente que se encuentra en la mayoría de historias, soy como Dios, pero me gustaría más que piensen en mi como en un ángel, aunque claro, esta no es mi historia, es la de Louis, así que como decía, soy el típico personaje omnisciente, el cual les va a contar todo lo que sucedió. 

Cuando Louis terminó de leer lo que estaba escrito en la lápida de su padre, se quedo un momento mirándola, hasta que comenzó a hablar.

-Sé que es innecesario que haya venido hasta aquí, siempre dijiste que cuando los muertos mueren, dejan de existir, simplemente ya no están y que pensar en ellos es tonto, sé que dijiste también y te burlaste muchas veces de las personas que iban a cementerios a dejar flores, pero quería hacerlo, quería hacerlo porque aún que no lo creas, no creo que tengas razón en eso. Estos días he pasado por muchas cosas, cosas que me han hecho pensar... ahora creo que si hay esperanza para las personas que mueren, ahora si creo que hay un cielo y un infierno. No creo que estés en ninguno de ellos, creo que aún estas aquí esperando esto, esperando a que te perdone, tú sabes todo el daño que me hiciste, tú más que nadie sabes el daño que le hiciste a mamá, fuiste malo papá, muy malo. ¿Pero debo realmente culparte?, creo que no, sí, fuiste muy malo, pero no es tu culpa, nunca lo fue, tú no tuviste amor, no tuviste a nadie que te abrazara y te dijera que te ama, nunca conocí a mis abuelos, pero mamá antes de morir me contó lo que había sido tu niñez. Lamento que tu madre haya muerto cuando naciste y lamento que hayas tenido a aquel hombre como padre el cual te hizo tanto daño. ¿Apenas te veía verdad?, sé que cuando estaba contigo, solo te usaba para golpearte, sé que te golpeaba hasta dejarte inconsciente...

Mientras Louis hablaba, comenzó a llover, el cielo comenzó a llorar.

-Mira, esta lloviendo, ¿te gustaba mucho el sonido de la lluvia cuando tocaba el techo de la casa?, ¿no es así?, lo recuerdo muy bien. Tú sabes que aunque me cueste admitirlo, siempre te he amado, eres mi padre y aunque hayas hecho todo lo que hiciste, siempre lo voy a hacer, porque repito, eres mi padre. Aún recuerdo aquella noche en la que mamá enfermó muy grave, cuando mamá estaba apunto de morir y lloraste, lloraste por ella, la amabas demasiado, eso lo sé, sé que la amabas como a nadie más en este mundo, incluso más que a ti mismo, mi mamá era todo para ti, recuerdo también como besabas su frente cuando dormía y recuerdo cuando me dijiste que pasara lo que pasara, ella siempre estaría conmigo, recuerdo que para decirme eso, me hablaste de los dos tipos de muertes que existen. Cuando murió, recordé eso y siempre lo recuerdo, aunque no se lo diga a nadie, yo sé que ella esta conmigo y sé que tú también, yo...

Louis comenzó a sentir que las lagrimas caían por su rostro, pero no paraba de hablar.

-Yo te perdono papá, te perdono por todo, porque te amo, porque eres mi padre, porque siempre estas conmigo, porque me enseñaste muchas cosas, yo te perdono, te perdono, te perdono..

Louis repetía a cada momento ''te perdono'', hasta que se echo al lado de la lápida y comenzó a llorar, comenzó a llorar como nunca antes lo había hecho, su llanto era sincero, había guardado todo hasta ese día, ese día en el que perdonó a su padre, lloro y lloro.

-Estés donde estés -decía con lagrimas en los ojos- espero que estés feliz y espero que estés con mamá -respiró profundo y se levantó -gracias y adiós. 

Se levantó, se secó las lagrimas y se fue, no volvió a ver al guardia, tampoco quería hacerlo, no tenía más dudas, espero el bus y llego a casa. 

Cuando llegó a casa, introdujo la llave en la perilla, abrió la puerta y cuando ingresó, encontró a Sara, estaba sentada en el sofá, con lagrimas en los ojos, la carta del doctor Mauro en una mano y una taza de té en la otra, ella amaba el té.

-¿Cuando pensabas decírmelo? -dijo ella con mucha dificultad, estaba siendo fuerte para no quebrarse.

-No sabía como hacerlo, incluso ahora no sé como mirarte a los ojos y decírtelo -le respondió Louis, sus ojos comenzaban a humedecerse.

-Debías hacerlo, somos uno, siempre me dijiste eso, ¿porque no confiaste en mí?.

-¿Acaso crees que esto es fácil de decir?, yo apenas puedo...

-¡No!, yo sé que esto no es fácil, pero debiste decírmelo, tú sabes que debiste -le dijo ella, las lagrimas comenzaban a correr por su rostro.

-Disculpa, disculpa... esto no ha sido fácil de asimilar, incluso ahora, no puedo asimilarlo, yo quiero vivir, yo quiero seguir a tu lado, hasta estar arrugados como pasitas...

-Tantos años de relación y aún me sigue pareciendo tierno..

-Mi ternura fue lo que te conquisto, ¿no?.

-Bueno, era lo único bueno que tenias -dijo sonriendo.

-Hasta ahora lo es...

-No... ahora también tienes dinero -dijo y aguanto las ganas de reír.

-Yo sé más que nadie que eso apenas te importa...

-No quiero que te vayas...

-No es mi decisión.

-No quiero Louis, por favor...

-Sabes que no es mi decisión, no me hagas sufrir más... no me hagas esto más difícil...

Cuando Louis terminó de pronunciar la última palabra de esa oración, Sara se paró, dejo la taza en la mesita de centro, tiro la carta al suelo, se acerco a Louis, lo beso y lo abrazó, fuerte, muy fuerte, ambos comenzaron a llorar.

-Te amare toda la vida, te amare por siempre...

-Y yo a ti, si hay vida después de esta, te juro que te esperare, te juro que te esperare y cuando llegues, te voy a besar mucho, mucho mi amor...

Louis y Sara, pasaron abrazados un largo rato, el tiempo pasaba más lento así para ellos, abrazados, no querían soltarse, no querían perderse, se amaban, se amaban demasiado, su amor era sincero, era puro. Luego de unos minutos, decidieron que lo mejor seria dormir. Cuando Sara se durmió Louis aprovechó para escribir lo que ya leyeron, Louis ya no era el mismo, Louis ya no era malo, pero nadie dijo que si dejaba de serlo no iría a morir, ¿verdad?. 

Una semana más de vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora