~Capítulo 1: el regreso~

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Era un día lluvioso y yo caminaba por la ciudad al compás de las demás personas con sus coloridos paraguas. Mi mente dibagaba en pensamientos obscuros, realmente estar de vuelta en Detroit me trajo muchos recuerdos.
Sólo me limité a buscar un café para esperar a que la lluvia parase. Entré en un pequeño café en una esquina y tome asiento al lado de la ventana, enseguida vino alguien a tomar mi pedido.
??- buenos días! ¿puedo tomar su pedido?.
Yo levanté un poco la vista de la mesa y dije -un café expresso, por favor-. Y mire hacia afuera.
En ese momento sentí la mirada de el chico y me inquietó bastante así que lo miré.
??- eres tú pudin? Dios, si eres tú.
- perdón, ¿te conozco?
??- soy yo, Martín, ¿no me recuerdas? Éramos amigos en la secundaria.
- ¿Martín?... Oh rayos.. No te reconocí-.
Me paré y lo abracé, necesitaba tanto eso, luego de unos minutos nos separamos.
M: así que... Volviste. ¿Cuanto tiempo fue? ¿10 años?.
- eso creo...
*Cuando tenía 12 años me mudé a San Francisco por el trabajo de mi papá, mi vida cambió cuando tuve que dejar a mi grupo de amigos, pero estoy de vuelta, algo que nunca pensé que pasaría, algo dentro de mi me dijo que debía volver*

M: has cambiado mucho, pero tu ojos son igual de misteriosos que antes.
- tu si que no has cambiado nada, sigues siendo igual de atento y sonriente, sólo que ahora tienes más pelo-. Ambos comenzamos a reír.
En eso se escucha al dueño llamarlo y el me dedicó una sonrisa más y se retiró a seguir su trabajo.
Antes de irme le dejé mi número así estuviéramos en contacto y me retiré a buscar mi nuevo apartamento.
Tome un taxi hasta allí porque la lluvia no cesó, si no que empeoró cuando llegué tomé el ascensor y presione el piso 8 llegue a mi departamento y al entrar me di cuenta de que sentía muy vacío... Tenía que comprar muebles porque es deprimente que una sala tan grande este vacía de esa manera, era deprimente sólo ver las paredes blancas y vacías.
Fui a darme una ducha, necesitaba aclarar mi mente y sacarme la ropa mojada, me puse algo más cómodo y me recosté en la cama. Pasaron 30 minutos y mi teléfono vibró.
"Hola pudin, ya que estás de vuelta creo que querrás saludar a los demás así que voy a unirte a nuestro grupo seguro todos estarán felices de que hayas vuelto"
Yo sólo sonreí y al rato sentí mi celular vibrar otra vez.

*Martín te unió a la conversación*
?: y eso? Quien es?
??: Martín a quien metiste?
???: Martín ya hablamos de esto, la última vez que metiste a alguien sin avisar era una nudista.
M: chicos no se preocupen, es alguien que todos conocemos muy bien, vamos valentina saluda..
?:valentina?
- Hola chicos... Volví. Hola Carla, Nicolás y Joaquín...
C: es quien yo creo que es?
N: pudin?
M: siii es nuestra pudin.. Ah vuelto :D .
J: no me esperaba menos de ella, sabía que algún día iba a volver.
M: me la encontré en mi trabajo, ya es toda una mujer y creo que me enamoré.
- jaja cállate..
*hablamos durante horas, mientras me mandaban fotos de la secundaria y de las novias que tuvo Martín y sus vidas en general*
N: y que te trajo de vuelta a Detroit, pudin?
- Cuando dejarán de llamarme así? No me parezco a un pudin... O si?
M: eres igual de dulce y tierna igual que uno... Y no cambiaste nada.. Así que sigues siendo nuestra pudin :D. *Martín podía ser odioso a veces, pero era un buen chico.

A veces los odio pero son todo lo que tengo aquí y ahora, son todo para mi.

- pues vine a estudiar porque en San Francisco ya no me sentía comoda.
C: que no te sentías comoda? Que pasó?
N: tu no eres así, algo pasó para que tomaras una decisión como esa.
- no quiero hablar de eso ahora chicos.
J: Cuéntanos, queremos saber. Te fuiste hace 10 años y queremos saber que fue de tu vida en ese tiempo.
C: eres nuestra amiga desde que tengo memoria, necesito saber de ti.
M: yo también quiero saber, anda, Cuéntanos.
- no quiero hablar de ello, ¿si? No es el momento.
J: vamos, queremos saber.
C: sii nos debes muchas explicaciones señorita.
N: habla ya.
- mi ex novio murió en un accidente de coche...

No pensé, Sólo lo mandé y de pronto los mensajes dejaron de llegar...

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora