El Hilo Rojo

~Capítulo 12: evasión~

Que acababa de oír... No lo podía creer pero lo peor es que mi respuesta salió sin haberlo pensado.

- yo también quiero que seas mío, Joaquín.

Nuestros cuerpos comenzaron a sentirse, tocarse, piel con piel cuando saqué su campera de cuero y su camiseta blanca y luego el me quitó la mía.
Parecíamos cegados por el deseo, nuestra ropa se esparcio por el suelo hasta quedar completamente desnudos.

J: eres tan hermosa, eres perfecta...- lo decía observandome como si de una diosa de tratase.

Los segundos parecían horas, perdimos la noción del tiempo entre caricias, besos y la adrenalina de sentirlo dentro de mi, hasta caer rendidos recuperando el aliento hasta que me recoste en su pecho desnudo donde podía sentir su corazón latiendo muy deprisa.
Dibujé formas con mis dedos en su pecho haciendo que este riera, pues tenía cosquillas.

J: nunca pasó por mi mente hacer esto cuando vine, pero no me arrepiento de nada. sentí tantas cosas cuando supe que volviste, ahora sólo quiero estar contigo cada día, así como estas conmigo en mis pensamientos siempre - dijo y depósito un beso en mi frente.

No podía evitar sonreír, pero a la vez me sentía culpable, mi corazón estaba tan confuso y ahora creo que esta peor pero decidí ignorarlo por ahora.

A la mañana siguiente me desperté con la alarma de mi celular resonando desde mi habitación, me levanté con los ojos entreabiertos frotando mi cara las palmas de mis manos. Vi la hora y me asusté pues sabía que tenía que ir a la Universidad.

Fui a despertar a Joaquín quien estaba con su pantalón puesto con el torso descubierto pues yo le había dicho que tenía frío y nos pusimos algo de ropa antes de dormir, di unos cuantos toques en su cara con mi dedo índice y luego en sus costillas hasta que comenzó a moverse y abrió los ojos en mi dirección.

- oye bello durmiente, tenemos que ir a la Universidad así que espabila un poco y vístete que llegaremos tarde.
J: yo también te quiero... Y buenos días eh...

Reí por lo bajo y comencé a picar sus costillas otra vez haciendolo retorcerce como un gusano. Depues de eso me levanté y fui a darme un baño mientras el hacia algo de café. Salí del baño avisando que ya podía entrar el y fui a buscar ropa limpia, me puse una camisa blanca con una falda bordó y sandalias altas, estaba soleado así que quería verme bonita. Estaba maquillandome cuando sentí unas manos rodear mi cintura y me asusté un poco pero luego sonreí.

J: ¿te asusté? Lo siento, Sólo quería saber que hacías.
- estoy cubriendo mis ojeras no lo ves, quiero verme bonita en mi primer día de clases.
J: tu siempre eres bonit... No tu eres hermosa, que digo, una diosa o algo mejor, eres mi diosa.

Simplemente no pude resistirme y me giré sobre mis tobillos para besarlo, parecía una adolecente cuando tiene su primer amor. No podría explicarlo bien, el me hacía sentir así.

Cuando estuvimos listos y ya habíamos desayunado, salimos del departamento y Joaquín tomó mi mano entrelazando nuestros dedos y vi que sus mejillas estaban rojas, Era tan lindo cuando sentía vergüenza.

El trajo su auto de el estacionamiento y abrió la puerta del copiloto y yo entré. El camino sólo fue silencio, estaba tan contenta hasta que una vocesilla resonó en mi cabeza.

*sii, sabía que esto sería buenoo*

"¿Que no ves que vine a despejar mi mente y me acosté con mi amigo que se está por casar? ¿Acaso quieres que muera?"

*tu querías olvidar tu pasado... ¿Que mejor que con un nuevo futuro?*

"Voy a matarte, ya verás"

*oye, Sólo soy tu conciencia aunque quieras no podrás matarme :D*

Estaba en lo correcto, luego de esa discusión interna mi rostro pasó de tener una sonrisa a una expresión sería... Comencé a pensar en lo que había hecho, POR DIOS ME HABIA ACOSTADO CON MI MEJOR AMIGO QUIEN SE ESTA POR CASAR!.
Joaquín notó mi expresión y se preocupó un poco.

J: ey... ¿Estas bien? Estas pálida.
- ¿ah? Si, estoy bien. Oye Joaquín...
J: si dime.
- ¿tu crees que estuvo bien lo que pasó anoche?

Pero que estaba diciendo... Obvio que estaba mal! El estaba conprometidoo.

J: ¿por qué lo preguntas? ¿Acaso tu no querías que pasara?
- no es eso... Sólo que recordé que tu estas comprometido, y ahora me siento culpable.

El sonrió mostrando su dentadura perfecta y dirigió una leve mirada hacia mi tocando mi pierna.

J: si eso te preocupa entonces no pienses en ello, yo sería capaz de dejar todo por ti en este momento, todo Valentina.

Mi corazón comenzó a latir tan rápido que era raro que siguiera con vida, no quería creer en sus palabras, pero lo vi tan sincero.

Cuando llegamos a el lugar el se bajó con rapidez para abrir mi puerta pero yo ya estaba saliendo y se molestó haciéndome un tierno puchero.

J: oyee... Yo quería abrirte la puerta.
- no seas llorón- me di un rápido beso en la mejilla y cerré la puerta y nos dirigimos adentro de la Universidad y el muy caballero me acompañó hasta el primer salón que me tocaba y se acercó a mi oído.

J: nos vemos en el almuerzo preciosa.

Dejo un beso en la comisura de mis labios y se fue y antes de dse vuelta el pasillo gritó: "vendré por ti más tarde" a lo que yo sonreí y entré al aula donde no habían muchos chicos pero habían algunas miradas femeninas de envidia y la de algunos chicos analizandome de pies a cabeza.
Busqué un lugar vacío y escuché una voz familiar que me llamaba.
T: Hola hermosa, ¿que tal estas?

Oh, todas las alarmas de mi cuerpo se encendieron *alerta roja* recordé el problema de ayer, no contesté a su pregunta así que miré en otra direccion. Definitivamente no quería acercarme a el, pero este se paró de su asiento y se dirigió hasta mi con una sonrisa cuadrada mostrando sus dientes blancos.

T: quiero que te sientes conmigo.
- pero yo no quiero, permiso.

Quise volver mis pasos a las primeras filas de asientos pero el me tomó tan fuerte del brazo que gemi de dolor.

T: no que pregunte si querías...