~Capítulo 9: la nueva~

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J: oye... ¿Puedo pasar la noche contigo?

Yo levanté una ceja esperando una explicación y río y basilo un segundo y continuó

J: es sólo que no quiero volver a ver a Paola por ahora, se que querrá matarme pero no estoy de humor para eso, entonces... ¿puedo?
- pues... No tengo otra habitación para que duermas...
J: está bien.. Puedo dormir en el sofá, haré lo que quieras si me haces este favor.
- ¿lo que sea?
J: lo que sea...

Le puse una cara pervertida y el comenzó a reír

J: ya, no me hagas esa cara, se que no serías capaz de aprovecharme de un inocente como yo.- dijo cubriendose como si estuviese semi desnudo.
- es cierto, además no me gusta lo que ya está usado... Vamos, ven.

Empecé a caminar hacia el ascensor y el me siguió riéndose de lo que dije.
Cuando entramos al departamento el observó detenidamente las paredes.

J: esto necesita un poco de color.
- si lo sé, no eres el primero que lo dice - y sonreí - Cuando termine de acomodarme aquí y tenga todo organizado pensaré en eso.
J: cuando necesites una mano recuerda que yo tengo 2 para ofrecerte.
- jaja, lo voy a pensar, señor caridad..
Se adentró en mi casa chocando conmigo para hacerme enojar.
- oye cuidado con lo que haces, si quiero te pongo a dormir en la calle.
J: no, no, perdóname. Sólo quería molestarte - se arrodilló levantando las manos como si estuviera por ser fusilado-.
- así me gusta, vil rufian.
J: Okey, okey creo que ya se te subieron los humos.
- ah... Ya comenzabas a agradarme... Pero esta bien- sonreí pícara y me fui a la cocina.
J: justo en el corazón... Eres malvada ¿lo sabias?
- claro que si flacucho...
J: oye no es mi culpa que tu tengas tantas curvas y no seas plana, de hecho así te ves mejor.
- cuáles... ¿estas curvas?

Empecé a remarcar mis curvas con mis manos tratando de exagerar un poco.
El comienza a reír.

J: si, a eso me refiero.
- ¿crees que con un cuerpo así podría llamar la atención de un chico? Yo creo que no, todos quieren a chicas perfectas como Paola, sin un milímetro de grasa.
J: hey hey... Alto ahí vaquera, tu eres hermosa tal y como eres no digas boberías.
Yo le di un golpe en el pecho y fuimos a la cocina, y preparé unos bocadillos para seguir charlando un rato más antes de ir a dormir, pero en lugar de eso decidimos ver una película.
Al cabo de un rato el había quedado dormido, yo apagué la televisión y fui a buscar una cobija para el, cuando volvílo cubrí con esta y cuando me estaba por ir vi su rostro tan sereno, corrí su cabello negro de su cara y sonreí para luego irme y sentí que alguien me había tomado de la muñeca me giré para ver que pasaba y comenzó a hablar.
J: no quiero alejarme nunca más de ti, Valentina, prometeme que estaremos juntos a pesar de todo...
Tenía sus ojos cerrados y su boca semi abierta, me di cuenta de que estaba hablando dormido.
- te lo prometo, Joaquín.- lo dije para que quedará tranquilo, al fin y al cabo el no recordaría esto.
Fui a mi habitación me puse mi pijama y me acosté mirando el techo. De verdad el había sufrido mi partida hace 10 años, no quiero volver a abandonarlo.

Al día siguiente era lunes, desperté con un aroma exquisito, sobe mis ojos y fui a darme un baño y cepillar mis dientes para bajar a ver de donde venía ese olor que me estaba llamando.
Cuando fui a la cocina entré y vi a Joaquín haciendo unos huevos revueltos para desayunar. Desde el marco de la puerta lo miré fijamente.
J: oye que miras, pervertida...
- ¿perdón?- me hice la ofendida- yo miro así a los huevos revueltos... A ti no te miro, tu eres feo.
J: ah si? Pues tu y también eres horrenda.
- JA! Ya quisieras, yo soy hermosa sólo que tu me tienes envidia.

Me acerqué y lo tome de sus hombros por detrás, y le hice una seña para que se apresure porque tenía hambre, el sólo reía.

J: oye ve a cambiarte.
- ¿porque?
J: ¿no tienes que ir a inscribirte en la Universidad?
- oh Dios! Lo había olvidado... Gracias Joaquín por recordarmelo.

Le di un beso en la mejilla y salí disparada a mi habitación a vestirme. Me puse unos jeans negros con una camisa de seda azul claro con encajes y unas sandalias del mismo color y lleve una campera por sea caso llovía. Volví a la sala y sólo escuché un "wow" por parte de Joaquín. Y nos sentamos a desayunar para luego salir. El tomó un taxi hasta su casa para cambiarse y buscar su auto y yo fui a la parada del autobús porque no tenía quien me lleve.
Cuando llegué fui a las ventanillas de inscripción con todos los papeles necesarios y me dieron mis horarios, mañana comenzaba mis clases.
Me quedé a fijarme las aulas que me tocaban, no quería andar perdida en mi primer día así que fui recorriendo cada piso y cada pasillo para poder hacer un mapa mental.
En uno de estos pasillos giré para entrar a una de las aulas y ya que seguramente estarían en clase iba a preguntar algunas cosas. En la puerta choque con el pecho de alguien.
- oh perdón... Sólo quería...
??: no, Está bien perdóname tu. No me fijé que venía alguien.

Miré hacia arriba, el chico era muy alto, bueno en realidad yo era algo enana, 1.65 no es normal en una chica de 22 años...

??: debí haber visto un rostro tan lindo, pero creo que si no hubiera chocado contigo no te estaría hablando.

Yo sólo sonreí
??: oh espera, deja que me presente, soy Thomas. ¿y tu?
- Valentina...
T: un gustó, ¿puedo decirte valen?
- claro, amm ¿tu eres de esta clase?
T: así es, ¿estas buscando algo?
- no, Sólo estoy viendo las aulas yo también estaré aquí, de hecho soy nueva.
T: que suerte tengo, voy a tener una compañera muy bonita.

Yo me ruborice y baje la cabeza como una niña pequeña, detrás de mi sentí que me estaban llamando y me di vuelta para ver quien era...

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora