~Capítulo 6: intriga~

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Todos hicimos silencio y yo tomé mi teléfono y contesté.
-¿Hola?
??: ten cuidado con lo que haces, se lo que hiciste en tu pasado y lo que haces ahora no sabes con quien te estás metiendo... Podrías sufrir un accidente... Tal como tu novio murió. ¿quieres saber lo que el sintió?

Su voz estaba distorsionada y eso lo hacía más tétrico, ¿como supo lo de Facundo? ¿Y quien era?

- ¡quién eres!- es lo único que pude decir, me puse de pie y comencé a caminar por la sala, mis lágrimas comenzaron a salir y todos los chicos me miraban con deseperacion por no saber lo que pasaba.

-¡¿quien eres?!

Al otro lado sólo hubo silencio, logré escuchar una risa y luego colgaron...
Yo sólo solté el teléfono y caí al suelo llorando de desesperación.

Cuando por fin lograron calmarme, los vecinos del piso habian llamado a emergencias por los gritos, un médico me dio un calmante, nadie dijo nada sobre la llamada así que nadie más se enteró.
Al otro día me desperté con los chicos alrededor mío diciéndome que despierte.

C: oh, a despertado chicos...
M: Dios, Valentina... ¿qué te pasó anoche? Nos tenías con los pelos de punta.

Nicolás sólo estaba sentado a los pies de mi cama observandome.

-chicos, lo siento por eso... Es sólo que.- hice una pausa y me senté en la cama- la llamada de anoche era una amenaza.
Todos abrieron la boca mirándose entre sí, en mis ojos ya se habían formado lágrimas otra vez a pesar de que mis ojos estaban rojos y me ardían.

C: pero ¿porque?, ¿hiciste algo malo?
- que yo sepa... no, pero es alguien que sabe de mi pasado, sabe lo que pasó con Facundo...
M: ¿quién es Facundo?
C: eso no importa ahora Martín. ¿Pero te dijeron que hiciste?
- sólo me dijeron que tenga cuidado con lo que estaba haciendo.
N: ¿no reconociste la voz?
- no, estaba distorsionada por algún artefacto, no lo sé- tomé mi cabeza con ambas manos-.
C: ya nena, ya pasó.. Aquí estamos para ti.
M: chicos creo que tendremos que turnarnos para cuidar de ella cuando salga.
N: es una buena idea, bien valentina... Creo que hoy me quedaré contigo, si te parece.

Yo asentí con la cabeza, los otros me abrazaron y se fueron, tenían cosas que hacer eso era obvio.

- ¿tu no tienes nada que hacer, nico?
N: puedo tomarme el día en el trabajo, ya informé que me sentía mal así que no te preocupes pudin.
- ¿en donde trabajas?
N: pues en la empresa con Joaquín, su mamá es la dueña de la empresa de autos, así que el me hizo entrar allí. Oye creo que necesitarás algo en que transportarte, ¿quieres que haga los papeles de un auto para ti?.

Enseguida mi corazón se aceleró al escuchar esas palabras.

- NO!- dije y el se asustó por mi grito tan repentino-.
N: ¿qué pasa? ¿Le tienes miedo a los autos? Si es así podrías tomar una motoneta, son muy seguras, y super monas, como tú- dijo acariciando mi mejilla-.
- yo no se conducir una de esas, ¿me enseñarás?
N: claro que si princesa, descuida que conmigo estarás a salvo de lo que sea.

Se retiró a prepararme un te y yo me levanté a tomar una ducha y fui a la cosina donde el me extendió una taza de te recién hecho.

N: cambiate así vayamos hoy mismo a por ese vehículo, ¿sí?.

Yo asenti y me fui a cambiar me puse un pantalón negro una remera holgada color bordó con cuello v, unas zapatillas del mismo color y una campera gris clara.

N: muy bien, vámonos pudin. Por cierto, estas muy linda- me extendió su brazo para que lo tome y salimos del edificio rumbo a la empresa. Fuimos en taxi, a Nicolás no le gustaban los autos ni las motos.
Llegamos a una gran consecionaria en la calle principal de la ciudad y el me abrió la puerta y pasamos directo a su cubículo de ventas. Yo me senté frente a el y observé a todos lados, era un lugar muy grande lleno de autos de lujo. En ese momento una secretaria se acercó al cubículo de Nicolás.

Secretaria: pensé que te sentías mal. ¿qué haces aquí?
N: ¿no ves que tengo una clienta?, no me molestes Ingrid.

La chica se fue frunciendo el seño y yo la mire irse para luego volver mi vista a Nicolás quien buscaba algo en su computadora.

- creo que ahora si tienes problemas.
N: ¿eso?, ella no hará nada, es sólo una lame suelas. Listo, encontré lo que buscaba... ¿Quieres ir al depocito a elegir tu misma el color y el modelo de la motoneta?
- si, por favor.
El me hizo una seña para que lo siguiera y cuando estábamos por entrar al depósito nos cruzamos con Joaquín en un pasillo, yo lo ignoré y seguí mi camino mientras el se detuvo y me vio pasar.
Cuando llegamos al depósito me mostró los modelos y los colores disponibles, yo elegí uno que era color blanco con un rosa pálido.
Volvimos a hacer los papeles y antes de firmar...

- te veré más seguido ahora que vendré a pagar esto.
N: nada de eso, esto es un regalo de mi parte, por tu bienvenida.
- de ninguna manera nico, yo voy a pagar esto.
N: no lo harás, es de mi parte, tienes que aceptarlo.

Yo suspiré y firme y vi la enorme sonrisa de Nicolás quien estrechó mi mano como si hubiéramos hecho un trato importante.
Luego de eso el miró por encima de mi hombro a alguien y enseguida sentí una mano fría y delgada tocar mi hombro con fuerza...

- ¿tu que haces aquí?...

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