~Capítulo 15: incomodidad~

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Hoy no tenía ganas de ir a clases así que me quedé en casa, mi sala de estar se veía tentadora así que me quedé viendo tele e hice palomitas mientras veía tranquilamente unas películas y pensaba que hacer en la tarde.
Decidí ir a caminar al parque que estaba a 10 cuadras de aquí, así que me duché y me puse ropa deportiva, iba a salir a correr para pasar el tiempo más rápido.

Terminó mi maratón de películas y me fui, le encargué a mi vecina que se fijará que no entre nadie y que me avisara si alguien me buscaba.
Todo estaba bien, me sentía bien por alguna razón; pero algo en mi estómago me decía lo contrario, dudé en salir pero al final lo hice. No quería estar encerrada, cuando llegué al parque estaba casi vacío, normal, eran las 5 de la tarde todos deben andar trabajando o estudiando y yo soy la única que no no quiso ir y está rondando por ahí, casual.

Había corrido casi 1 hora y estaba destruida, no podía más así que me senté en una banca de allí, mala idea. Al rato sentí unas manos cubriendo mis ojos.

??: adivina quien soy...

Mierda, reconocí esa voz ronca en un segundo, todas las alertas de mi cuerpo se prendieron y quería salir corriendo pero eso sería peor.

- ¿qué quieres, Thomas?
T: ah... ¿Así saludas a tus amigos?
- tu no eres mi amigo, ahora... ¿qué quieres?
T: uh, que carácter... Me gusta.
- alejate de mi.

Intenté levantarme e irme y este me detuvo tomándome del brazo en el mismo lugar de el otro día, eso hizo que me quejara de dolor, ya que tenía moratones en la zona.

T: ¿a donde crees que vas pequeña? ¿No ves que vine a hablar contigo? No te asustes... Y no corras, será peor para ti.
- habla de una vez y lárgate de mi vida.
T: no me voy a ir hasta que consiga lo que quiero de ti preciosa.
- ¿y qué carajos quieres de mi? Habla de una maldita vez...

Sin previo aviso me tomó de el cuello y se acercó y empezó a olerme desde el cuello hasta mi rostro, luego se acercó amo oído.

T: te quiero a ti, quiero tenerte para mi tan sólo una noche, ¿aceptas?

Luego de esto prosiguió a lamer mi mejilla, era repugnante sentirlo tan cerca de mi y aún más después de lo que dijo.

- ni muerta!

Me solté de su agarre y empecé a correr, el no hizo nada y sólo lo escuché decir:

T: ya veremos si se cumple o No, recuerda que se donde vives!..

No me fui a mi casa, sabía que iría a buscarme si me dirigía allí. Decidí ir con Nicolás, se que molestaré en su trabajo pero ahí me sentiría más segura.

Al llegar noto como las miradas se posan en mi al verme vestida de ropa deportiva y toda sudada por correr, mis piernas perdieron equilibrio y caí de rodillas, sería que todo me daba vuelta y estaba borroso, sólo escuché que alguien grito mi nombre y caí inconsciente.

Cuando me desperté me asusté por que vi muchos rostros observandome, y luego sentí el tacto de Nicolás que me hizo reaccionar y me calme. Era raro tener tanta atención en mi.

N: ¿estas bien, pudin?
- si, ya estoy mejor... ¿cuánto tiempo estuve así?
N: no mucho, sólo pasaron 10 años...
- ¿qué?
N: es broma... Sólo fueron 20 minutos. Ahora necesito que me digas que pasó... ¿Porque entraste así?
- ¿recuerdas el tipo que te conté que sabe mi dirección? Pues me lo crucé en el parque y no quise volver a casa, pensé en ti y vine.
N: parecías una desquiciada cuando entraste así, me asustaste. Creo que esa faceta de ti no me gusta.

Bajé la cabeza y solté una risa por ese comentario, y sentí los brazos de Nicolás envolviendome, creo que se le estaba haciendo costumbre abrazarme.

N: ven, puedes estar conmigo hasta que salga de trabajar y luego iremos por un helado, ¿te parece?

Yo como una niña pequeña me agarré del brazo de el y sonriendo contesté.

-si

Se sentía raro andar con el, Era como el hermano mayor que nunca tuve. Eso me dejaba como una niña a su lado, ahora se porque me trata así.

Llegamos a una heladería que no conocía, era muy pintoresca y super grande.

-nunca había visto este lugar...
N: es nuevo, abrió hace unos meses, pequeña. A mi me gusta venir aquí sólo, ahora tengo tu compañía y quiero que lo conozcas.

No se como este chico sigue estando sólo, es un amor de persona. El quiere estar solo siempre y eso me pone mal, cualquier chica estaría feliz con una pareja como el.

Pedimos nuestros helados y nos fuimos a una mesa al fondo, Era la más bonita, si no fuera mi amigo pensaría que es una cita.

-deberías mostrarme más lugares como este, es hermoso nico.
N: si tu quieres te mostraré hasta el detalle más pequeño de cada lugar.

Lo dijo mirándome fijamente a los ojos, sentí un cosquilleo recorrer mi nuca y me puse tensa... Acaso el... ¿le gusto a Nicolás?... Eso no podía ser cierto, ¿cierto? El sólo es bueno conmigo por mi situación ¿cierto?.
De un momento a otro me sentí incómoda y baje la mirada hacia mi helado.

Ya Valentina... Deja de pensar en cosas tan tontas, es tu amigo, el sólo está siendo amable y comprensivo. No lo malinterpretes.

N: ¿estas bien Valentina? Te veo algo tensa.

Oh no, sólo que estoy pensando que tu gustas de mi, nada fuera de lo normal.

- si, estoy bien.

Mentira.

N: ¿quieres que me quedé contigo está noche? Así me aseguro que nadie te hará daño.

Lo último que quiero es estar en un lugar cerrado contigo y a solas.

- Voy a estar bien, mi casa ya tiene alarma, no te preocupes.
N: pero...

NO!

- Voy a estar bien Nicolás, en serio.
N: Okey, entonces si necesitas algo llámame, siempre estaré disponible para ti y lo sabes.- acarició mi mejilla con su dedo pulgar.

Esto se está poniendo cada vez más incómodo...

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