~Capítulo 4: Sr. y Sra.~

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Era rubia con ojos verdes pero su rostro era parecido al mío... Eso me dejó aturdida por un segundo. Todos levantaron la mirada cuando ellos se pararon en frente de nosotros.
Yo me levanté a saludar a Joaquín y en eso que lo salude sentí la mirada venenosa de la chica cuando me acerqué a este.

C: lo que faltaba... Creo que ya me voy.
P: ¿ya te vas nena?
C: ¿nena? Perdone usted señora "yo tengo todo lo que quiero" pero mi salud mental desciende cuando estoy frente a alguien tan artificial.

La rubia casi se tira encima de Carla si no fuera por Joaquín que la agarró del brazo. Y Martín atrapó a Carla en ese momento.

J: ya paren, no vine a esto, Sólo quería que Valentina conociera a Paola.

P: ¿y está quien es? A mi no me interesan tus amigos, baby... Eso ya te lo dije.
J: ella no es sólo una amiga, es una persona muy especial para mí y me gustaría que se lleven bien.
A lo lejos se escuchó la risa sarcastica de carla.
- mucho gusto, soy Valentina, Joaquín me habló de ti anoche.- estire mi mano para estrechar la suya y esta sólo la miró y apartó la vista.
P: así que contigo estaba el anoche, espero no se repita otra vez cariño, tu eres mío y no de esta zorra.
De atrás escuché a Carla luchando con Martín para librarse y atacar a la rubia.
Yo levanté mis cejas e hice una mueca y mire a Joaquín. El sólo me miraba pidiendo perdón por eso.
Sonreí sarcástica y contesté- pues creo que no fui yo la que lo retuvo, el sólo quiso quedarse conmigo- levanté la mirada y la pose en ella esperando su reacción y como lo esperaba está se puso roja de rabia y se dio media vuelta y se fue adentro del auto de joaco.
El sólo rascó su nuca y se fue al escuchar a la rubia tocando bocina.
- adiós, señor comprometido.

Acto seguido me miró un poco triste y se fue, otra vez.
C: ¿ahora ves porque la odio? Es una estirada sin ninguna gracia.
M: ya calmate, nena.- dijo esto y Carla lo mato con la mirada y comenzó a perseguirlo por todo el parque gritando "te voy a matar mocoso". Ya extrañaba sus peleas de niños.
Cuando se fueron yo decidí caminar a mi casa, y de paso entre a una tienda y compré un vino blanco sólo para desahogar mis penas. Ya era muy tarde Cuando llegue a mi edificio.
Cuando salgo del ascensor me encuentro con Joaquín en mi puerta esperando, al verlo me detengo un momento, el levantó la mirada y sonrió al verme.
Los 2 pasamos y yo me tiré en el sofá gruñendo.
J: oye ¿estas bien?
Levanté mi cabeza de el cuero del asiento y sonreí para luego volver a dejar caer mi rostro en este.
J: ¿que trajiste?... ¿Vino blanco?
- oye deja eso, es mío.
J: o vamos... Yo también quiero un poco, vine a disculparme por lo de hace rato. Se que fue de mal gusto ese momento.
- lo fue... ¿Y que haces aquí? ¿Tu dueña te dio permiso de un paseo?
El río con la cabeza agachada.
J: no... Está enojada conmigo así que me fui, quería verte otra vez así que supuse que estaba bien venir.
-¿supones?

Yo sólo levante una ceja y el me hizo un puchero como esperando una aprobación.
- no creo que la rubia quiera verte otra vez con un zorra como yo.- dije mientras fui a buscar un par de copas para tomar con el.
J: tu no eres... Eso... Y lo sabes muy bien.
- si, si, como digas.- serví las copas con vino y las chocamos con una pequeña sonrisa de ambos.
Pasó 1 hora y Joaquín estaba algo ebrio... Nunca soportó ninguna bebida alcohólica muy bien.
J: sabes... Estás muy bonita, incluso más de lo que recordaba.
Yo sólo comencé a reír por como movía su cabeza y hablaba cosas sin sentido sólo para hacerme reir, hasta que recordé su historia con el alcohol y me lleve la botella y las copas a la cocina para que no tomara más.
J: oye, ¿que haces? ¿No ves que recién estoy empezando a tomar?
- creo que eso es suficiente para ti por hoy muchacho... -Le di unas palmaditas en el pecho y me senté en el sofá otra vez tirando mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos un momento.
J: quiero que sepas que no importa lo que diga Paola para mi seguirás siendo una persona especial.
- gracias, Joaquín, eso espero. No quiero que te laven el cerebro otra vez.
El soltó unas carcajadas y luego me miró fijamente y se acercó.
Yo seguía con mis ojos cerrados hasta que sentí que estaba más cerca de mi y lo miré un poco confundida por ese acercamiento repentino.
J: aún recuerdo cuando teníamos 11 y me diste mi primer beso... Recuerdo que yo estaba asustado por que eras mi amiga, estaba nervioso y cuando viste como me puse tu sólo reiste y me diste un pequeño beso.
Yo sonreí- claro... Como olvidar lo pálido que te pusiste después de eso.
Hubo un silencio luego de esa frase y sentí como Joaquín se acercó más a mi rostro hasta que nuestras respiraciones chocaban entre sí.

J: Valentina... Puedo...?

En ese momento vi como se acercó y me tomó de la barbilla. No sabía que hacer...

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora