~Capítulo 11: visita inesperada~

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Una cabellera rubia de asomaba por la mirilla de la puerta, oh sí, Era la chica plástica.
Logre abrir unos centimentros la puerta antes de que esta me empujara y entrara como una loca gritando el nombre de Joaquín.

P: Joaquín se que estas aquí, sal de donde estés cobarde!

Yo la toma del brazo para que mirara en mi dirección y esta se detuvo.

- el no está aquí, Sólo estoy con Carla. ¿me entiendes? Ahora sal de mi casa antes de que yo tenga que sacarte de mi casa a la fuerza.
P: si el llega a venir aquí y tu lo dejas quedarse me las vas a pagar estúpida.

Nos quedamos haciendo una guerra de miradas por varios segundos y ella sacó su brazo de mi agarre y se fue dando un portazo.

C: ¿y a esa que mosca le picó?
- no lo sé, supongo que Joaquín no a vuelto a la casa.
C: JA! Quien quería volver teniendo a una como esa esperando por ti...
-tienes razón... Bueno sigamos en lo que estábamos.

Terminamos de comer y yo estaba por cerrar la ventana, cuando miré para la entrada del edificio veo a la rubia esperando... Habían pasado más de 2 horas... ¿acaso está tan desesperada para esperarlo aquí?
Luego de unos minutos la veo irse en su auto rojo.

C: ¿que tanto miras por ahí niña?
- sólo veía a una loca merodeando...- le hice una mueca.
C: ¿lo dices de verdad? ¿ella seguía aquí?
- eso parece... Pero ya se fue.

Terminé esta frase y el timbre de mi apartamento sonó... ¿ahora quien será?. Carla se adelantó y fue a abrir la puerta.

C: oh... Valla. Así que aquí está el susodicho...

Yo miré a la puerta y vi a Joaquín bajando su cabeza como si estuviera apenado.

- ¿sabes que tu prometida acaba de irse?
J: si lo se, eso estaba esperando..
- Joaquín no quiero problemas.

Estaba por cerrar la puerta en su cara cuando el puso su pie para impedirlo.

J: ESPERA! Por favor... Sólo está noche.
- Joaquín... Ya te quedaste una noche y yo tuve que pagar las consecuencias.
J: lo sé y lo siento. Pero no quiero volver, Valentina. Quiero terminar con ella pero no se como hacerlo...
- eso no es asunto mío.
J: ya lo sé, Sólo déjame quedarme hoy ¿si? Te juro que te compensare.

Suspiré y mire al suelo unos segundos y mire a Carla quien sólo estaba seria mirando a Joaquín.

- está bien, pasa.

En ese momento sentí que se abalanzó sobre mi para abrazarme casi sin dejarme respirar, este chico tenía mucha fuerza.

C: oye vas a matar a mi amiga!
J: perdón, lo siento.- dijo mientas se alejaba para darme espacio.
C: bueno... Creo que yo me voy.
- ¿qué? ¿porque?
C: hello!! Mañana hay clases querida, es tu primer día, deberías descansar temprano. Joaquín cuida de ella y que no se quede despierta hasta tarde.
J: lo prometo.

Ella se despidió de Joaquín y luego entró y se fue al sillón dejándonos a nosotras solas en la puerta.

C: creo que si yo fuera tu me lo comía entero a Joaquín.- yo le pegué en el brazo y comenzamos a reír.
- Joaquín es muy lindo, su cabello negro y sus ojos marrones hacen juego con su piel blanca, pero el está por casarse deja de molestarme.
C: yo sólo decía. Igual el dijo que iba a cancelar la boda, eso significa que ya no habrá compromiso así que...
- así que nada... Ya basta.
C: Okey Okey... Me voy. Buenas noches linda.
- buenas noches, ve con cuidado!

Cerré la puerta y fui a la sala de estar para toparme con la mirada fija de Joaquín. Realmente este chico cambió mucho desde que tenía tan sólo 12 años, ahora es todo un hombre.

J: ¿pasa algo?
- no, nada.. ¿porque lo preguntas?
J: sólo pensé que algo sucedía.
- esta todo bien- sonreí y el me devolvió la sonrisa e hizo una seña para que me sentara con el.

Me senté y comenzamos a hablar, luego de unos minutos el se recosto en el sillón dejando su cabeza en mis piernas, yo comencé a tocar su cabello y el cerro sus ojos a la vez que sonreía.
Observé cada parte de su rostro, sus ojos, su nariz, sus pómulos, su barba que estaba saliendo... Y sus labios. Observé mucho esos labios que se habían encontrado con los míos anteriormente, el lentamente abrió sus ojos y me vio como observaba sus labios y se levantó para quedar frente a mi.
Sus ojos recorrían todo mi cuerpo para luego quedar fijos en mis ojos y despues en mis labios. Nos acercamos cada vez más y nuestras respiraciones se hicieron una, hasta que nuestros labios se tocaron completamente, Era un beso dulce, tierno y con deseo, nuestros labios eran perfectos el uno para el otro, encajaban tan bien.
Mis brazos se enterraron por detrás de su cuello y el puso sus manos en mi cintura acercándose más a él, sus manos eran tan fuertes que mi piel se erizo con ese simple contacto.
De un momento al otro el beso cambió y se volvió más pasional, cada vez nuestros cuerpos estaban tocándose más y más.
El comenzó a tocar mis pierna y hacia que mi piel se estremeciera, nos acostamos en el sillón sin depegarnos el uno del otro, una vez el estaba encima mío comenzó a besar mi cuello dejando un camino de besos bajando por mi abdomen, yo gemi cuando se acercó a mis pechos y sentí como se dibujaba una sonrisa en su rostro.
Cuando volvió a mis labios cada vez era más grande el deseo, tanto que me dejé llevar, no podía detenerme, el provocaba tantas cosas en mi que nunca había descubierto.
Cuando nos separamos para poder respirar el fue hacia mi oído y dijo con una voz ronca y muy profunda:
J: quiero hacerte mía, Valentina...

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora