Su mirada estaba perdida en el suelo como si algo fuera mal. Cuando levanto su cara se le dibujó una gran sonrisa y luego vi como eso se desvaneció cuando el vidrio de la puerta de el acompañante de su auto bajó y allí estaba... Quien menos quería ver después de lo de ayer.
Joaquín se acercó a mi y en mi oido me dijo
J: no pude deshacerme de ella, si te sientes incómoda podemos hablar otro día a solas.Yo tenía mi mirada fija en la rubia que estaba en el auto observando, luego me acerqué al oído de Joaquín y dije:
- no te preocupes, voy a estar bien. Vamos.- quería tomar revancha y quería provocarla, que mejor ocasión que esta.
La cara de Martín era tan seria cuando vio la situación, pero no dijo nada sólo se despidió de mi y me dijo que si necesitaba algo que lo llamara.
Entré en la parte trasera del auto para luego ser observada por el espejo retrovisor.P: apuesto a que no me esperabas...
- pues no, pero las cosas desagradables nunca se pueden evitar.
Joaquín sólo trataba de mantener la calma porque sabía que todo podía salirse de control en cualquier momento.
J: muy bien, pues vámonos ya.
P: por cierto... ¿a dónde vamos cariño?
J: pues había planeado una cena tranquila pero creo que tendremos que ir a otro lugar ya que no pedí lugar para 3...
Todo el camino estuvo el auto en silencio y el ambiente era tenso. Nadie se miraba a la cara, como si los demás no existieran.
Yo sólo miraba por la ventana para distraerme y sentía la mirada de Joaquín por el retrovisor, pero lo ignoraba.
Llegamos a un lugar bastante refinado, Era muy bonito con sus ventanas y las flores que adornaban el lugar.
La cara de Paola era de asco, claro ella estaba acostumbrada a lugares 5 estrellas.
Entramos al lugar, que por suerte tenía una mesa de 4 disponible aqunque sólo éramos 3, el mesero muy gentil nos trajo los menús y me dispuse a leerlo. Habían muchas cosas pero yo sólo quería algo normal no muy refinado, así que sólo pedí el plato de la casa, que era fideo a la boloñesa, algo sencillo pero exquisito.
Joaquín pidió lo mismo que yo Porque a el también le gustaba eso, mientras que Paola pidió mariscos con una ensalada *todo que hacía era quejarse del menú por no tener otros platos más elegantes*.
Mientras esperábamos la comida no dijimos nada, yo sólo intercambiaba miradas con Paola, Era como una guerra silenciosa hasta que está sonrió de costado y comenzó a hablar.
P: así que... ¿estudias o trabajas Valentina?
- oh, ¿te interesa mi vida? Eso me halaga. Pues voy a comenzar a estudiar, mañana voy a incribirme en la universidad.
P: ¿universidad? ¿Y que vas a estudiar?
- pues voy a hacer administración de Empresas y cursos de contaduria, ya que voy a heredar la empresa de papá quiero estar preparada.Vi que esta fruncio el seño con rabia.
J: ¿en serio?, yo estoy haciendo lo mismo, Sólo que empecé hace 2 años. Si gustas puedo ayudarte a estudiar ya que yo ya pasé por eso.
P: ni lo pienses cariño, tenemos que arreglar las cosas de la boda así que no tendrás tiempo para hacer de niñero de nadie.
- descuida JJoaquín yo puedo sola, pero si necesito algo te pediré ayuda- lo miré y le dediqué una sonrisa, a lo que Paola miró a Joaquín, quien también me estaba sonriendo.
Para cuando llegó la comida estábamos en silencio otra vez. Comimos en silencio sin dirigir ni una mirada entre nosotros, Sólo cruce algunas miradas picadas con Joaquín quien se burlaba por como comía mi fideo, la vista de la rubia de clavaba en mi porque sabía que la estábamos ignorando como si no estuviera.
Cuando salimos del lugar me dispuse a irme, les dije que iba a caminar y luego iría a mi casa en taxi a lo que Paola sonrió victoriosa pero Joaquín se negó diciendo que iría conmigo le entregó la llaves del auto a la rubia diciendo que se fuera en el. Ella no hizo ningún gesto sólo se acercó a mi para despedirse, se puso en mi oído y tomó mi brazo con fuerza.P: mantente alejada de el o ya verás las consecuencias, no sabes de que soy capaz.
Me soltó y se alejó con una sonrisa falsa, para dirigirse a joaco y besarlo como si estuviera marcando su territorio, yo sólo reí y mire a otro lugar hasta que desapareció en el auto por la calle.J: muy bien... ¿vamos?
- adelante, vamos.Caminamos por las calles esperando que no se largara la lluvia. El cielo no se veía bien.
J: creo que te veré más seguido ahora, si quieres puedo pasar a recogerte e ir juntos a la Universidad.
- no te preocupes, Nicolás me regaló una motoneta así que ya tengo en que ir, aunque todavía no aprendí a manejar y me la traerán dentro de 1 mes...
J: pues voy a pasar por ti, no se diga más.Yo baje la cabeza resignada, no podía discutir con ninguno de mis amigos y menos con el, no tengo argumentos suficientes.
El decidió acompañarme a casa y nos quedamos charlando por horas afuera de mi edificio y llegada la hora de irse el dijo algo que me dejó muy sorprendida.
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El Hilo Rojo
Novela Juvenildicen que existe un hilo que une a las personas destinadas a estar juntas y sin importar el momento o las circunstancias estas se encontrarán...