~Capítulo 13: pánico~

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Sus ojos verdes estaban clavados en mi esperando respuesta, pero comenzó a perder la paciencia cuando yo buscaba ayuda con la mirada a los demás que estaban en el aula, todos observaban pero nadie me ayudaba, todos bajaban la cabeza. Definitivamente le tenían miedo, ahora comprendo porque.

T: me debes un favor muy grande por lo que hice ayer por ti nena, así que vas a venir conmigo o si no...

??: ¿o si no que señor Thomas?

Era el profesor, Dios, nunca estuve tan feliz de ver un profesor en toda mi vida.

??: le pediré que suelte a la señorita por favor, y que se retire porque le recuerdo que usted está suspendido no entiendo que hace aquí.

Se miraron por unos largos segundos

T: usted gana está vez señor Óscar, nos vemos en la otra semana- se acercó a mi oído- y a ti también.

Me soltó y se fue, mis ojos estaban a punto de derramar una lágrima, yo pensaba que el no era malo, pero que equivocada estaba... Suspiré buscando algo de calma, ya se había ido y estaba un poco más tranquila de saber que alguien intervino.

O: ¿señorita, se encuentra bien?
- ¿ah? Si, si, muchísimas gracias profesor.
O: no hay de que, no es la primera vez que el se comporta así, así que le reogaria que se mantuviera alejada de ese joven. Ayer fue suspendido por una amenaza a un adolescente pero se desconoce el porque.

El profesor me hizo sentar en la segunda fila de asientos al lado de la ventana, me dijo que ahí estaría más segura.

Había un chico al lado mío, por cierto... Parecía tenerme miedo. ¿acaso le daban miedo las chicas? ¿o sólo a mi?.

-Hola!
??: Oh, Emm... Hola.
- yo me llamo Valentina ¿y tu?
??: Emmanuel...
- un gusto- extendi mi mano para su lugar y el la tomó sonriendo, parecía muy tímido.
E: ¿eres nueva?
- así es... ¿tanto se nota?
E: pues si... Algo.
- deberías darme consejos sobre cómo pasar desapercibida.

Charlamos un rato y comenzamos las clases con normalidad, el señor Óscar era el profesor de economía, ahora supe de donde tenía tanta cortesía.

Dieron las 10 y era hora del almuerzo, le pregunté a mi nuevo amigo si quería acompañarme, pero el tenía su grupo de amigos así que no insistí.
Cuando guardaba mis cosas en la mochila unas manos me asustaron por detrás.

J: BUU!
- qué te pasaa!... ¿qué tienes con aparecer por detrás y asustarme?
J: es divertido- comenzó a reír a lo que yo le pegue en el pecho con mi puño y se masajeo la zona.

Cuando hice esa acción mi remera se movió y dejó al descubierto unas marcas de dedos en mi antebrazo, la cara de susto de Joaquín se hizo presente.

J: ¿qué es eso?, ¿qué te pasó?, ¿quién te hizo esto?
- no es nada en serio... Sólo fue un altercado con una persona.
J: una mujer no tiene la mano tan grande... ¿fue un chico?
- después te cuento ¿si? Ahora vamos.

El asintió y salimos de ahí para ir al comedor y buscar asientos.

En todo momento el tomó mi mano, sentí como estaba preocupado por como miraba a los demás como si estuviera buscando el culpable.

Decidimos ir a comer afuera porque era más cómodo para ambos ya que no nos gustaba mucho el ruido.
Cuando terminaron las demás clases eran las 18 hs, me di con la sorpresa de que Joaquín había esperado por mi en la salida, el salió 2 horas antes y se había quedado, me llevó a mi casa y me dijo que tenía que arreglar un asunto así que vendría por mi en la mañana para ir juntos a la Universidad, se despidió de mi con un par de besos y un "te quiero".

Ya dentro de mi casa me cambié de ropa y prendí la tele mientras cocinaba algo dulce porque tenía ganas de comer, obvio que si.

Pasaron 30 minutos y recibí un mensaje.

*Número Privado*

"Hola linda, me recuerdas? Soy Thomas."

Mi corazón empezó a latir al pensar que era el... En mi garganta se hizo un nudo. ¿cómo consiguió mi número?

Luego llegó otro mensaje

"No te preocupes, se tu número y tu dirección pero no iré, no aún."

Definitivamente ahora estaba aterrada... Inmediatamente llame a Nicolás, el era mi guardián desde que tengo memoria.
Al segundo pitido escucho que contesta.

N: Hola, pudin ¿qué pasó?

Mi voz era temblorosa y estaba por llorar presa del pánico.

- Nicolás... Te necesito..
N: hey, que te pasa... ¿Estas llorando?
- por favor... Ayúdame...
N: ahora mismo voy para allá no le abras a nadie ¿oiste?

Colgó y me caí al suelo llorando en un rincón de la cocina. A los 10 minutos escucho el timbre y me asusté.

N: abreme Valentina, soy yo.

Corrí hasta la puerta para abrir y el entró asustado y yo lo abracé, necesitaba sentirme protegida.

N: mira nada más como estas... ¿qué te pasó niña?
- hay un psicópata en la Universidad que me está comenzando a acosar, tiene mi número y dice que sabe mi dirección... Tengo miedo Nicolás... Tengo miedo...

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora