Una gran melena rubia estaba detrás de mi. Sus manos parecían tempanos de hielo.
- ¿ qué haces aquí Paola?
P: ¿que qué hago? Querida... Mi futuro esposo trabaja aquí. La pregunta es ¿TU que haces aquí?
- yo vine a comprar, ya que MIS amigos trabajan aquí.
P: ¿la gentuza como tu puede pagar algo de aquí? Eso no lo sabía...Me levanté del asiento para quedar cara a cara con ella.
- la gentuza como yo puede hacer muchas cosas más... ¿Quieres que te muestre?
P: alejate de mi, no quiero contagiarme lo zorra.- dijo y retrocedió unos pasos.Yo avancé y le di una bofetada.
- a mi me tratas con respeto, rubia falsa.
Enseguida ella me devolvió la bofetada con la mala suerte de llevarme unos rasguños por sus uñas. Después de eso apareció Nicolás en medio de las dos porque ya estábamos por comenzar a pelear.
Todos nos miraban esperando que algo sucediera, en vez de eso apareció la dueña. Oh sí, la madre de Joaquín hizo su aparición en medio de la pelea.
?: pero que es todo este alboroto? ¿Alguien me explica?Todos bajaron sus cabezas como si estuvieran esperando el juicio final.
N: Paola comenzó a molestar a una clienta ofendiendola, señora Beatriz.
B: ¿es eso cierto Paola?
P: claro que no, suegra, ¿como cree que me rebajaria a ese nivel?
B: te creo capas de muchas cosas Paola. Pero bien.. Donde está la clienta, necesito pedirle disculpas por lo sucedido.Empezó a buscar hasta que Nicolás me tomó del brazo llevándome al frente, la cara de la señora se transformó de una sonrisa en una mueca de espanto, como si hubiera visto un fantasma.
- creo que es a mi a quien debe unas disculpas, "señora" Beatriz.- dije, remarcando la palabra señora.
Ella alzó una ceja y miró a Paola con quien estábamos en una guerra de miradas.B: Valentina, que... Gusto volver a verte querida. Disculpame si tuviste problemas, sabes... otro día me gustaría hablar contigo, si te parece.
Saqué mi vista de la estirada para ahora mirar a la señora en frente mío- ¿conmigo? Perdón... ¿Tenemos algo de que hablar?
B: oh querida, hay mucho de que hablar contigo. Te llamaré en estos días para arreglar una cita contigo.
Terminó la frase y con una sonrisa se retiró.P: ¿tu como conoces a mi suegra?
- a ti que te importa rubia hueca, alejate de mi es lo único que debo decirte.
P: ten cuidado de con quien te metes estúpida, no sabes quién soy yo.
- eres una rubia tonta.Casi se lanzó encima mío de no ser por Nicolás, tomó su bolso y salió corriendo cuando vio a Joaquín acercarce a la escena.
J: ¿que pasó aquí? Valentina, ¿estas bien? Tienes unos rasguños en tu mejilla- dijo mientras se soltó de el agarre de Paola para acercarse a mi- ¿quién te hizo esto?
Yo aparte su mano de mi y le dije- controla bien a tu prometida, la próxima vez no me importará si me están viendo. Se pasó de la raya, esta vez lo dejaré pasar, la próxima no.
Salí de el lugar hecha una furia y fui a parar un taxi, por detrás mío venía corriendo Nicolás tomando distancia porque no sabía cómo podía reaccionar.
Al llegar a mi departamento le dije a este que me dejara sola, el asintió y se retiró después de curar mi mejilla. Luego de unos minutos mi celular comenzó a vibrar... Era Joaquín, pero esta vez sí contesté.- qué quieres...
J: pues... Primero Hola, Sólo quería saber si estás bien.
- si estoy perfecta, ¿Sólo eso querías saber?
J: no... Sólo.. Quería saber si podemos hablar. Necesito aclarar algo contigo.
- no hay nada que hablar Joaquín. Entre nosotros no hay nada que aclarar.
J: claro que si hay algo que aclarar, pasó por ti mañana a las 20hs y no demores.
- no joaq... Mierda ya colgó...Ahora si que estaba más molesta, realmente no quería verlo en estos momentos, aunque no me quedaba otra opción.
A la mañana siguiente amanecí con mi rostro adolorido, mi mejilla estaba hinchada, como si algo venenoso hubiera pasado por mi rostro.
Era sábado y a mi puerta tocó Martín, con un café expresso para mi, ya sabía cuál me gustaba.
M: ¿qué le pasó a tu rostro?
- ¿se ve muy mal?
M: pues digamos que una de tus mejillas tiene botox y se nota demasiado..
- argh... ¿Puedes pasarme un poco de hielo de el frezzer?
M: claro princesa.. Usted manda- hizo una seña como un soldado y marchó a la cocina.
Comimos y por suerte la hinchazón bajo y mi cara volvió a su estado normal.
M: estas hermosa otra vez, con un poco de maquillaje no se notará.
- ¿tu como sabes de eso?
M: eso es un secreto querida... -sonrió de una manera pícara y yo sonreí.
Eran las 19hs y yo me fui a bañar mientras Martín veía televisión.
Buscaba que ponerme frente a mi armario con mi bata puesta, no sabía a donde íbamos a ir así que no sabía que usar.
En eso Martín se posa en el marco de la puerta.
M: ¿vas a salir, pudin?
- si, Joaquín quiere hablar conmigo y dijo que me vendría a buscar, pero no se que ponerme. No se a donde iremos.El se adentró en mi habitación y comenzó a ver mi armario.
M: pues... Un vestido sencillo y floreado quedará bien en cualquier ocasión. Yo te diría que te pongas este- dijo sacando el vestido colgado y poniéndolo encima de mi pecho y asintió satisfecho.
- ¿sandalias chatas o con tacos?
M: tacos, tu eres un poco bajita así que eso hará lucir tus piernas aún más y tus curvas también.
- tengo muchas curvas... No soy tan delgada - dije tocando mi estómago.
M: eres muy bonita aún con esa pansita que no es plana.
- gracias Martín, ¿ahora déjame cambiarme si?
M: muy bien, estaré en la sala.Me cambié, me perfume y me peine más que de costumbre. Sólo faltaba ver la reacción de Joaquín. Martín estaba contento por como lucía, era el tiempo y salí de el edificio con Martín como mi escolta para cuidar de mi, hasta que vi a Joaquín en su auto que aún no me había visto, me paré a unos metros de el a esperar que me viera...
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El Hilo Rojo
Jugendliteraturdicen que existe un hilo que une a las personas destinadas a estar juntas y sin importar el momento o las circunstancias estas se encontrarán...