Capítulo 9.
El error de Norka.
Hermione tardó un par de minutos en despertar aquella mañana de sábado. Podía escuchar como sonaba su teléfono no muy lejos. Abrió los ojos con gran esfuerzo, se sentía desorientada, como saliendo de un sopor extremadamente denso.
Un poco mareada, frunció el ceño al mirar a su alrededor y comprobar que no estaba en su habitación.
Se encontraba en una cama mullida de sábanas suaves que olían a fresas, y estaba arropada con una bonita colcha de lana hecha a mano. Por la ventana entraba una triste luz grisácea, así que no supo si apenas estaba amaneciendo o si era otro lamentable día nublado en la ciudad de Londres. Se sentó en la cama frotándose los ojos. Las paredes eran de un azul cielo y había un montón de peces multicolores dibujados con gran esmero en todas ellas. Reconoció el estilo en el acto.
En ese instante su mente estalló en mil recuerdos de la noche anterior. Enterró la cara en la almohada... Había bailado con Fred....había discutido con Fred en la azotea.... Y al final esté le había confesado que no siempre había sido humano...
Su teléfono volvió a sonar. Estaba sobre la mesita de noche. Lo tomó y vio en la pantallita la cara sonriente de su padre.
Sin detenerse a pensar, aceptó la llamada. Si había alguien en el mundo con el que quisiera hablar, ese era su padre.
—Hola preciosa ¿Estás bien?—una nota de genuina preocupación en la voz de su padre, le dijo a Hermione que algo iba mal.
—Estoy bien. ¿Pasa algo?
—Estuve llamando a tu casa, y no contestabas.
Se sintió culpable por hacer que su padre se preocupara.
—No estoy en casa, pase la noche fuera.
—¿La noche fuera?— Ya no se escuchaba preocupado. A diferencia de su esposa, que con una declaración semejante ya se pondría a sacar conclusiones erróneas y a poner en duda el buen juicio y hasta la decencia de su hija, el señor Granger solamente rió de forma juguetona.
—¡Papá!—bufó, aunque no se enojó en lo más mínimo. Sabía que le estaba tomando el pelo.—Me he quedado en casa de Luna....yo...—su voz se fue perdiendo y su padre se dio cuenta.
—¿Segura que te encuentras bien?
Hermione volvió a apoyar la cabeza en la almohada sin sacar los ojos del techo. Allí también Luna había pasado su pincel lleno de talento, pero en lugar de hacer peces, había dibujado aves en pleno vuelo.
"Pues verás ¿Cómo te explico? Llevo meses soñando con un tipo que está como para comérselo enterito, pero resulta que no era un simple sueño. Sino alguien real, una especie de Cazador de Pesadillas (¡porque si, ahora resulta que las pesadillas se pueden cazar!) Y para cerrar con broche de oro esta historia, ha decidido convertirse en humano y tratar de ligar conmigo, porque por lo visto en su mundo de fantasía se aburre muchísimo... ¿así o más raro, papá?"
En esos momentos solo encontraba una explicación creíble para el delirio que había sufrido la noche anterior: Tumor cerebral. ¡Oh, sí! La próxima vez que viera a Kate, le exigiría una revisión completa sin escatimar en ningún tipo de examen médico.
—Estoy bien...—su voz se oía falsa.
—Sabes que puedes contar conmigo.
Lo sabía. Su padre era uno de sus más grandes confidentes. Pero dadas las actuales condiciones, no creía sensato contarle lo que estaba pasando. Como mejor panorama, pensaría que le estaba tomando el pelo. Como peor, la tacharía de loca esquizofrénica y llamaría a alguien para que la metieran de cabeza en una habitación acolchonada.
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Sueños II: El Cazador [Fremione]
FanficSegunda entrega: Un asesino en serie atormenta Londres. La forense Hermione Granger comenzara a flaquear cuando una de las victimas sea un amigo muy cercano. Devastada por la perdida, empezará a poner en duda su juicio cuando conozca a su nuevo asis...