"¿Viviendo con, Idols?" [Pausada]

'-A'

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Dos semanas y media después.~

- Recuerda que a las 5 tenemos que encontrarnos con Alan. -le dije a Marcus que seguía viendo una carpeta llena de muestras de telas.

- Lo sé, y no porque me lo repitas cada cinco minutos quiere decir que me voy a apresurar. -dijo muy calmado desde la silla donde estaba.

Lo miré, nop, eso no funcionaría.

- ¿Te había dicho que hoy viaja a las 8? Tiene que ir a Japón y estará ahí una semana.

- ¡¿Qué?! Mis diseños no pueden esperar una semana. -Me miró aterrado.

Asentí.

- ¿Quién se quedará a cargo de la obra? No puede dejar a cualquiera. -se quejó.

- No lo sé, no he hablado con él sobre eso.

- Hablan todas las noches y no hablan de mi boutique.

- No es tan importante.

Le sonreí y él me aventó una servilleta.

A las 4 de la tarde estábamos saliendo de una gran bodega de telas.

Habíamos visto tantas cosas para decorar la boutique que ya no sabía que colores había elegido.

Fuimos a la empresa donde trabaja Alan y después de admirar el edificio por su gran arquitectura caminamos por un pasillo hasta donde estaba la secretaria y pedir información.

- Hola buenas tardes, tenemos una cita con el arquitecto Moore. Nos podría decir a donde tenemos que ir. -sonreí pero la chica se veía muy enojada.

Miré a Marcus preguntándole con la mirada si había hablado correctamente.

- Cariño, es para hoy. Nuestra cita es a las cinco, si sigues viendo a mi amiga de esa forma perderemos nuestras cita y tu trabajo por inepta. -le dijo a la chica, Marcus sin sentirse culpable.

- Oye, que grosero. -le dije dándole un golpe en el hombro.

- Es que te mira mal. -dijo en inglés.

- ¿Annie? -esa voz es súper conocible ahora por mis oídos.

Nos giramos y vimos a un Alan con una camisa negra con los dos primeros botones desabrochados junto a unos jeans de mezclilla azul claro con un cinturón del mismo color que la camisa.

- Dios, si le doy duro. –dijo Marcus en inglés.

- Lo siento pero soy hetero y me gusta tu amiga. –dijo Alan mirándome.

Sonreí avergonzada.

- Aun así te daba. –dijo mi amigo.

- Por dios, Marcus, comportare sino ya no te querrá ayudar en la boutique.

- Pasemos a mi oficina, ahí podemos hablar con más tranquilidad.

Comenzamos a seguirlo, pasamos por varias puertas hasta que llegamos a una que decía, Arq. Moore.

Entramos a su oficina y tomamos asiento.

Movió el ratón de su computadora y justo a un lado de nosotros una pantalla se encendió mostrándonos los planos.

Muy profesional Alan nos enseñó todo y nos iba explicando que tanto iba a hacerle al pequeño lugar donde sería la boutique de Marcus la cual llevaría por nombre, LionFash.

Pregunta que se le hacia el respondía amable y nos explicaba con más detalles como lo llevaría a cabo. Marcus tenía muchísimas dudas y quedo satisfecho después de haberlas hecho saber a Alan y que él le haya respondido a todo.