Capítulo 8.

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Taemin salió de la habitación porque no podía dormir y no quería despertar a sus hijos ya que estos se encontraban durmiendo con él, porque parecía que después de semanas Yoo Jun recordó que antes dormía con Taemin y luego de que su hijo menor se durmió, Yo Geun apareció en su habitación preguntándole algo tímido si él también podría a quedarse a dormir esa noche con él, y Taemin no iba a negarse, por supuesto que no lo haría porque cada vez que Yoo Geun demostraba su cariño hacia él lo hacía más feliz, porque después de que no lo reconociera la primera vez que se acercó tuvo miedo de que con el tiempo su hijo creara algún tipo de resentimiento hacia él, sin embargo no había sido así hasta el momento, sino que parecía que Yoo Geun quería al igual que él recuperar el tiempo perdido.

Cerró la puerta de la habitación con cuidado de no hacer demasiado ruido y así no despertar a sus hijos comenzó a caminar por el pasillo hasta el pequeño balcón que la casa tenía al otro extremo, sin embargo la luz encendida en la parte inferior llamó su atención deteniéndose en el inicio de las escaleras cuando tuvo la intención de bajar porque desde ahí podía ver a Min Ho y Kyung sentados en el sofá, parecían hablar en susurros y él no podía entenderles a pesar de que por la hora el silencio se hacía más profundo por lo tanto sus voces también se escuchaban un poco.

Se quedó parado ahí un momento viendo la escena de su esposo y el amante de éste, porque Taemin tenía claro que eso era Kyung, no podía darle otro título, no creía que lo merecía, y mucho menos si las cosas no habían cambiado mucho desde que él "habló", porque Nam ahora iba sólo mientras Min Ho estuviera en la casa, sin embargo continuaba teniendo una llave, y seguía viendo a Yoo Jun de una manera que hacía que Taemin quisiera saltar sobre él, pero se estaba intentando controlar porque no quería terminar peleando con Min Ho porque agredió a "su pareja", ya que su regreso parecía no importar ya que seguían juntos, y Taemin se había convencido a sí mismo que aquello tampoco era importante, después de todo fue él quien lo dejó porque creyó que el amor se había terminado, porque la relación se volvió insostenible, y porque el uno iba a terminar muerto o iban a terminar haciendo daño a su hijo, porque esa separación fue necesaria.

Taemin al darse cuenta que sí se había equivocado en cómo hizo las cosas, lo podía asumir si pudo ver el daño que hizo a su hijo, porque al parecer tanto él como Min Ho estaban pensando desde el punto de que sus hijos no podían continuar con ellos de esa manera, incluso ahora tenían una relación tan fría que consistía en saludarse, hacer el desayuno el que despertara más rápido y hablarse sólo lo necesario, pero Taemin sabía que su esposo ya no lo quería fuera de la casa, y así lo quisiera no había intentando hacer nada para que se fuera, y tampoco era como que lograría mucho porque él estaba decidido a quedarse, y que la casa estuviera a nombre de los dos les daba muchas ventajas pensaba él.

Observó como Kyung se acercaba más a Min Ho y tomaba posesión de sus labios, en un beso que él no quiso ver más y se alejó hacia el balcón como había sido su intención desde un inicio, él no creía que debía haberse quedado observándolos o intentando entender lo que hablaban, aunque hubiera querido en ese momento bajar y recordarle a Min Ho que Nam no era de su agrado y como aquella también era su casa, tal vez así lograría que los encuentros que Min Ho tuviera con el otro hombre fueran en otro lugar, no en ese que alguna vez fue en donde tuvieron tantos momentos felices.

Apoyo los antebrazos en la barandilla inclinándose lo suficiente en una posición cómoda, queriendo ignorar la molestia que sentía y el deseo de regresar adentro y bajar las escaleras arruinando el momento porque había visto que al menos frente a él Min Ho mantenía sus manos alejadas de Nam, aunque no podía decir lo mismo del otro hombre, porque a diferencia de su esposo que parecía controlarse frente a él, Kyung parecía que quería mostrarle que quien tenía ahora el derecho de tocarlo era él, que un título no le servía para nada, porque el que le hubiera dicho que sería eternamente el amante parecía no haberle dolido como él creyó que lo haría, sino que hizo que se aferrara más Min Ho.

No, tú lo decidiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora