Capítulo 23.

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Min Ho no podía entender muy bien a Taemin, en realidad no entendía lo que ellos estaban haciendo, porque una cosa era decir que intentarían retomar su matrimonio y otra que lo hicieran, porque sabía que ellos no estaban esforzándose realmente por hacerlo, si fuera así tal vez estarían buscando ayuda profesional ya que su concepto de "retomar su matrimonio" empezaba a basarse en no evitarse si tenían que estar en una misma sala, ni pelear por quien era el que tenía más derecho sobre su hijos; quizás eso para muchos era un avance pero realmente no era nada a su parecer, pero, ¿qué era retomar su matrimonio? ¿Fingir que nada pasó en el pasado y seguir juntos? Realmente no lo sabía y tampoco estaba intentando averiguarlo, al menos los gritos parecían haber disminuido y eso les daba un mejor ambiente a sus hijos.

Y fue ese concepto de retomar su matrimonio el que le hizo que le dijera a su secretaria que llamara una floristería y que enviara un ramo de flores a Taemin en su trabajo, lo que realmente le costó un poco averiguar en donde quedaba, porque en los datos que consiguió su detective en el pasado no mostraba la actual dirección de trabajo de Taemin, pero al final lo había hecho, había conseguido la dirección y le había enviado aquel ramo de rosas, porque estaba intentando "hacer las cosas bien" aunque no sabía si eso era realmente hacerlo, quizás deberían buscar ayuda profesional, pero no sabía cómo hacerlo, ya que él y Taemin pasaban ocupados gran parte de sus días y cuando no era así su tiempo era destinado a sus hijos, él simplemente se había creado miles de excusas en su cabeza para no hacerlo.

Volvió a centrar su atención en el diagrama y los números que aparecían en la pantalla de su ordenador, no necesitaba distracciones, ni el rostro de su asombrado de su secretaria repitiéndose en su cabeza por la orden que le había dado acerca de las flores, no quería que alguien más le dijera si era correcto o no lo que hacía, y poco le importaba si el personal del trabajo hablaba de su regreso con Taemin o no, ya había escuchado suficientes murmullos en la fiesta de la empresa, y parecía que él que hubiese regresado con su esposo también quedó claro después del beso que éste le dio con todos presentes, algo que sabía que a muchos no tenía felices, entre ellos sus padres que a diferencia del pasado ahora parecían odiar a Taemin porque éste lo había abandonado y era algo que no se lo iban a perdonar así de fácil, lo demostraron en la fiesta cuando ni siquiera se despidieron de su esposo cuando tuvieron que irse de la fiesta ya que sus hijos se habían dormido y como anfitriones quedaron los señores Choi a pesar de que el presidente era Min Ho.

Y aunque no quiso pensar en la fiesta que había pasado hace pocos días atrás, ni en cómo reaccionaría Taemin viendo las flores lo hizo, porque sabía que en el pasado a su esposo le gustaban los detalles y ahora desconocía si seguía haciéndolo, sólo esperaba que siguiera siendo así, y antes de que se diera cuenta otra vez estuvo pensando en la fiesta de la empresa, cuando Taemin después del beso no se había alejado de él.

Vio a su esposo ocultar un bostezo detrás del dorso de su mano y alejarse silenciosamente hacia la mesa con bocaditos y refrescos, tomando varios bocaditos en un plato y un refresco de manzana antes de volver con ellos, la manera en cómo veía todo demostraba su aburrimiento con la conversación, y no se sorprendió de eso, siempre había sido así, sin embargo a diferencia del pasado Taemin no estaba junto a su madre y a su hijo, porque ahora estaba junto a él y sabía bien que también eran así las cosas ahora porque su madre no lo quería cerca, en realidad Taemin era el único odiado dentro de su familia, porque sus hijos no lo eran, a pesar de que a Yoo Jun no lo conocían desde su nacimiento.

La pareja amiga de su esposo se acercó a ellos, cruzando algunas palabras con Taemin antes de que despidieran amablemente de ellos, y quizás porque hubiera interrumpido una plática importante con otros inversionistas aquello podía parecer mala educación pero fue algo que no le importó mucho a la pareja que se despidió de ellos con apretones de manos a pesar de no haber cruzado más palabras que esas en toda la noche, y de Taemin se despidieron con abrazos y palabras que no alcanzó a escuchar pero que vio que hicieron sonreír a su esposo.

No, tú lo decidiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora