Polos Opuestos |j.b|

30.

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-Pues, que bueno que se haya ido-dije encogiéndome de hombros restándole importancia a lo que Nathan acaba de decirme. El a cambio, me miro totalmente asombrado que alzo sus cejas incrédulo.

-¿Enserio te da lo mismo que se haya ido?-pregunto.

-Si, nuestra relación ya se acabó, y será mejor para cada uno. Ya te comenté que estoy en plan de olvidarlo, y el me ha facilitado todo mucho mejor con mudarse. Imagino que debió irse a Canadá con sus padres.

-Así fue-confirmo mis palabras.

-¿Lo ves?, es todo...-me quede en silencio al ver el rostro apagado de Nathan-¿te ocurre algo?

Asintió con su cabeza.

-¿Qué pasa?-insistí.

-Es por Justin, a pesar de que ya no tuviéramos comunicación y que nuestra amistad se acabó por lo que ocurrió-dijo refiriéndose a la noche infernal-lo extrañare mucho, era mi único mejor amigo, lo conozco hace muchos años y siento un cariño muy especial por el, ni siquiera pude despedirme de el.

Mi primo se sentó en mi cama, apoyo sus codos en las rodillas y su rostro sujetado entre ambas manos, no pude evitar sentir tristeza por el. Me puse de cuclillas frente a el mirándolo fijamente.

-¿Por qué no te despediste del?-me atreví a preguntar.

-Por mi puto orgullo-contesto sintiéndose molesto con el mismo, permanecí mirándolo en silencio para que continúe hablando-el me envió un mensaje explicándome por qué se iba, y esperaría verme ahí para despedirse de su único amigo aquí en Boston. Y como vez, no fui, el ahora debe estar en el aeropuerto esperando su turno para regresar a Canadá.

-Yo... lo siento Nathan, se lo mucho que se querían y lamento que todo haya terminado así-susurre sin nada más que decir, aun se me hace difícil hablar de Justin con las personas.

-No te preocupes prima, mejor me iré a dormir, mañana es un nuevo día-se levantó de mi cama para darse ánimo, pero lo conozco tan bien que lo que hace no le funcionara-nos vemos mañana, descansa.

Me levante de la posición en la que estaba, el beso mi frente como su despedida antes de salir de mi habitación. Lentamente me senté en la cama asimilando todo lo que ocurrió aquí hace tan solo unos segundos.

"Justin se fue _________, y para no regresar jamás", puedo todavía sentir la voz de Nathan dentro de mi cabeza, como si me repitiera esas palabras a cada segundo en mi oído. Es increíble que la noticia de su mudanza me haya dejado así tan... sorprendida.

Me levante de la cama y con mis pasos lentos me acerque a la ventana de la habitación, corrí la cortina de apoco y fije al instante mis ojos en la casa de al lado, todo en total oscuridad. No pude evitar que una lagrima resbalara por mi mejilla al recordar todos los momentos bueno vividos ahí, e inclusos los malos.

La sequé al instante y detuve al instante todas las demás, ya no puedo seguir llorando como una idiota por el, ya tomo su decisión de marcharse, y por primera vez en estas semanas le agradezco lo que hizo.

-¿Esto es lo mejor?-pregunte en un leve susurro-papá y mamá, sé que puede que estén aquí acompañándome... por favor denme una señal de si esto es lo mejor para mi vida, o lo peor. Necesito una respuesta y ustedes pueden dármela.

(...)

Dos días pasaron desde que Justin abandono Boston y nosotras regresamos de San Francisco luego de un bello viaje en mi ciudad natal. Las cosas no han cambiado mucho en dos días, todo sigue totalmente igual.