20.- Dinamita

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Wolves

Harry y Liam descansaban en el sillón más grande de la sala del castaño mientras bebían un par de cervezas y observaban un programa de deportes en el cual anunciaban la nueva temporada de la NFL.

—¡Este año si gana Green Bay!—. Dijo Harry haciendo alusión a su equipo favorito de football americano.

—No veo muchas esperanzas, amigo, este año es de Nueva Inglaterra—.Dijo Liam y sonrió.

—Pero si ganaron este año—.

—No importa, oye, no me cambies de tema. Creo que tu caso es más complicado porque definitivamente yo no tengo ninguna posibilidad, en cambio tú, puedes darte el lujo de aclarar todo—.

—Bueno, también puedes hacerlo, otra cosa es que no quieras—. Dijo Harry. —Liam, tu no sabes lo que ella siente, ustedes han ganado mucha confianza últimamente y posiblemente tu también le gustas—.

—¿Te estás escuchando? ¡Es novia de Niall!—.

—Liam ¿Aún no entiendes muchas cosas sobre el amor, cuando dos personas lo sienten, una tercera no importa? No es que Niall no sienta, pero nosotros no sabemos si ellos van a durar mucho tiempo o todo se puede terminar en cualquier momento—.

—Harold, jamás creí que pensaras así... ¿Qué tal que fuera Eleanor o Sophia?—.

—Oh, vamos Liam... no comparemos mi caso—.

—¿Estás seguro de que no me lo estás diciendo para convencerte a ti mismo?—. Preguntó Liam pues conocía las intenciones de Harry.

—¡Sí! Lo es... es que es más fácil decirlo que hacerlo—. El ojiverde se levantó y comenzó a dar vueltas. —¿Cómo le dirías a Eydie Woods que no planeas seguir cortejándola porque has vuelto a ver a tu amor de adolescencia? ¿Y cómo le explicas o tratas de hacer entrar en razón a Angelique Trudeau sobre lo que sientes por ella?—. Preguntó Harry mientras seguía caminado de un lado a otro.

—¡Hablándolo, Harry!—.

—¡Ya lo sé, pero no es tan fácil!—. Dijo el chico y se desplomó en el sillón. — Sé que lastimaré a Eydie y estoy haciendo todo esto porque no quiero que alguien se entere que estoy verdaderamente atraído por Angie—.

—Amigo, no tiene nada de malo demostrar lo que sientes, eres humano y es algo que no puede evitar; si realmente quieres a Angie, dilo antes de que sea demasiado tarde—.

—¿Liam, te estás escuchando?—. Le preguntó y él asintió. —Eso es lo que tú también debes hacer—. Finalizó y el chico tomó un sorbo más de cerveza. —Te contaré... Angie era amiga de mi hermana Gemma, era toda una artista, pintaba, pero también escribía, era una de las mejores chicas de la escuela, con las mejores notas. Yo creí que jamás me hablaría, hasta que Gem la llevó a casa, fui el más feliz porque era el amor platónico de todos mis amigos, increíble, todos éramos dos años menores que ella y solo a mí me saludaba. En un cumpleaños de Gem, fue a la fiesta donde yo iba a cantar, lo hice muy nervioso porque ella me estaba observando y al final le dediqué una canción; entonces comenzamos a salir, convivimos mucho tiempo y yo me sentía el más afortunado ¿Te imaginas salir con la chica más brillante de todas?—.

—No, jamás lo logré, solo le rogué 22 veces—.

—Liam, bebé. Esa no es una chica brillante, no llega a thinker bell. Además, aún puedes conocer una chica brillante, la más brillante de todas. En fin, tan brillante era Angie, y lo sigue siendo, que yo no podía estar con ella y ser nada. Ella y mis ganas de sobresalir me hicieron audicionar para X Factor, fue entonces cuando nos perdimos el rumbo—.

At the end of the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora