30.- El cometido de Angie (Parte 1)

22 2 21
                                    

**Long way down**

Un día después, Angie estaba en su oficina en Londres, esperando que el teléfono sonara y alguien le diera una buena noticia, sin embargo, vio entrar a la jefa de la sección de espectáculos, una chica alta de cuerpo curvilíneo y cabello azul hasta la cintura.

—Angie... sabes que jamás acudiría a ti de no ser porque no tengo información confiable—.

—¿Qué sucede?—.

—One direction acaba de anunciar que Liam Payne no estará en el concierto de hoy... necesito saber la razón—.

—Mary, ni siquiera yo sé qué ocurre... no he podido comunicarme con nadie, pero ya que me dices eso, debo salir de inmediato—.

—Pe... pero... ¿Y la reunión de contenidos?—.

—Esto es más importante...—. Angie tomó su gabardina y su sombrilla y salió de su oficina; sus botas de tacón se escuchaban por toda la redacción de la BBC y cuando llegó al elevador, comenzó a apretar sus puños, el uno contra el otro. Estaba muy nerviosa, Pía le había llamado diciendo que iban a un lugar seguro pero que no podían darle información. En eso estaba cuando sonó su móvil con la canción específica que usaba para las llamadas de Harold. —Benditos los oídos que te escuchan Edward —.

—Lo sé, lo siento, estamos teniendo complicaciones, cariño. Llamo de rápido para avisarte que Liam va para Londres, Pía llevó a las chicas a un lugar seguro, por favor no hagas caso a ciertas llamadas que te hagan ni nada—.

—Oye, pero yo quiero saber, quiero verlas... no sé qué sucede—.

—Hagamos esto, te voy a dar pistas, las chicas están en un lugar seguro, cierta rubia les ayudó con el asunto, puedes ir primero a su casa y luego a la casa de seguridad donde están—.

—¿Por qué tanta seguridad?—.

—Deberás desvíar cualquier atención sobre ti, por favor, sube al mismo metro si es necesario, pero no vayas en línea recta—.

—¡Con un demonio! No te entiendo nada—.

—Lo harás, Liam va para allá. Corazón, debo dejarte, hay mucho que hacer hoy. Te veré pronto. Te quiero mucho, Angie—.

—Y yo a ti, éxito en el concierto de hoy—. Al terminar la llamada, la chica comprendió lo que Harry quería decir, Liam estaba por venir porque las chicas estaban en su casa; así que tomó el primer taxi, que la dejó frente a una estación del metro y luego de un par de estaciones bajó en Fulham, donde compró una bebida en una pequeña tienda, luego tomó un segundo taxi que la dejó en la casa de las chicas, a la cual nunca entró y usando sus técnicas de escape, tomó un autobús que la llevaba a unas cuadras de la casa de Liam.

La rubia estaba algo nerviosa por el asunto de seguridad y por lo que rodeaba la situación, sin embargo, cuando llegó a la casa de Liam, se tranquilizó pues vio un grupo de guardaespaldas, entre ellos, al de Liam y al de Louis. Se acercó mientras obtenía una especie de pin que le había entregado Harry, aunque no hizo falta, pues ambos ya la reconocían.

—Buenas tardes señorita Angie, avisaré Liam que está aquí—. Le dijo Preston, el guardaespaldas de Louis y ella asintió, el hombre tocó a la puerta y a cambio se asomó por el rabillo de la cortina la mitad del rostro de Liam, al verla, dio un brinquito e inmediatamente abrió la puerta. —Liam, está aquí Angie—.

—Claro, gracias Preston—. El castaño abrazó a la rubia y ella suspiró, detrás del chico, en la sala estaba Pía con Soph acostada en su rezago.

At the end of the dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora