At the end of the day

7.-Los 25 de Sophia (Parte 1)

Never Enough

Tres semanas llenas de clases de español, pizza, pasta, música y de más habían pasado. Pía regresaba del trabajo a cierta hora y Niall ya estaba en el departamento esperándola todos los días para su clase de español, los fines de semana los aprovechaban para ir a Malibú pues Harry se sentía solo en su enorme casa, a esas alturas, el enrulado ya había tomado confianza por la chica y le hacía bromas pesadas cada que se encontraban ella y Liam. La razón, la desconocía Pía, pero no le importaba, estaba casi segura de que así era Harry. Por otro lado, Sophia había descansado esas dos semanas y había ido a Seattle a visitar a sus padres, regresaba aquél jueves antes de su cumpleaños.

Eydie acompañaba a Pía cada que podía a casa de Harry, el encontrarse con él aún era demasiado para la periodista, y es que si algo tenía Harry, era que volvía loca a la chica con solo abrir sus manos y mostrarlas. Era como un fetiche que tenía ella, y Harry, que ya estaba enterado, aprovechaba para ponerla nerviosa. Aunque Liam frecuentaba los sábados a Harry, los demás días se perdía en disneylandia o en Orlando, Florida con su novia Sophia Smith; el único totalmente desaparecido era Louis, quien solo se reunía con Liam para escribir, según Niall, estaba algo deprimido por lo de Zayn y no solo eso, tres semanas antes, justo unos días antes de conocer a la amiga de Pía, había terminado su relación sentimental con Eleanor Calder.

Aquél jueves, todos habían regresado a Los Ángeles; según Niall, Harry había invitado a Kendall a la fiesta de Sophia. Liam iba con su novia y Louis estaba a punto de llegar con su hermana pequeña, Lottie. Pía y Eydie corrían de un lado a otro de la ciudad pues aún no terminaban de montar el escenario donde tocarían varias bandas locales, Niall las ayudaba a cargar cosas pesadas y Saúl, que por alguna razón estaba presente, daba indicaciones al dueño del bar.

—Bien, Soph llega hoy en la noche, le pedí que viniera en un taxi porque yo tenía muchas cosas que hacer, pero Niall, necesito que mañana pases por nosotras, sino, va a ser demasiado sospechoso—. Dijo la pelirroja.

—Tranquila, Pía, todo va a salir bien ¿Ya le dijiste que mañana saldrán las dos?—. Preguntó Eydie.

—Sí, de hecho, ella fue la que me dijo que invitara a Niall, para no sentirnos tan solas—.

—Bueno, aquí está todo listo. Creo que nos merecemos una buena comida ¿No creen?—. Dijo el rubio y ellas asintieron, de pronto se acercó Saúl y entregó a Pía un papel.

—Creo que ya está todo listo, espero le guste la fiesta a la arrogante de tu amiga—. Pía, Niall y Eydie fruncieron el ceño. —Ya, perdona, pero conmigo es muy arrogante—.

—¿Por qué será?—. Dijo Niall y Eydie asintió.

—Gracias, Saúl. Iremos a comer, te vemos mañana—. Pía le regaló un beso en la mejilla y salió de ahí con la mano de Niall en su hombro.

Tal como lo predijo, esa noche Sophia llegó al departamento y al abrir la puerta se encontró con una escena algo trastornante: Pía estaba en el sillón recostada mientras Niall, sobre ella, la besaba.

—¿Por qué demonios no colocan un aviso en el picaporte o algo?—. Gritó y el rubio, muy asustado, se levantó. Pía solo soltó una carcajada.

—Lo siento, Soph, no estábamos haciendo nada malo—. Dijo ella sin poder dejar de reir.

—Si me entero que te estas aprovechando de su ingenuidad e inocencia, me las pagarás, duende—. Amenazó Sophia y luego de darles un beso en la mejilla a los dos, se metió en la cocina. —¿Dónde está mi jugo de zanahoria?—.