At the end of the day

29.- Extorsión

**Long way down**

Cuando Liam regresó a hotel, se encontró con Niall, quien claramente lo estaba esperando. El castaño dejó su sudadera en el sillón y el rubio se acercó a él.

—¿Podemos hablar?—. Liam como si no hubiera pasado nada asintió, aunque por dentro su corazón palpitaba muy fuerte.

—Claro ¿Sobre qué? ¿Quieres jugo?—. Ofreció Liam mientras iba a la barra y tomaba dos vasos, el rubio asintió y Liam agradeció que quisiera, pues siempre el jugo servía para enfriar las ideas, o eso era lo que Louis decía. En cuanto Liam hubo puesto los dos vasos en la mesa y Niall bebió un poco, se acomodaron en los sillones mientras Drag me down se reproducía en un canal de música en la televisión.

—Verás, Pía me dijo que la has invitado a la celebración de tu cumpleaños—.

—Ajá ¿Tiene algo de malo? Es mi amiga, le tengo mucha estima—.

—Liam... no quieras jugar conmigo...—. Niall dijo aquello y Liam subió las cejas, comenzó a hiperventilar suavemente y luego contestó.

—No... es verdad, además yo no creía que estuvieran tan mal ¿Qué ha pasado?—.

—Han pasado algunas cosas Liam y creo que tu más que nadie sabe qué sucede puesto que eres mi amigo... y al parecer entre Pía y tu suceden muchas cosas—. Liam frunció el ceño, sin embargo, cada vez podía fingir menos. —Mira... no los voy a juzgar ni nada, no sé qué es lo que sucede, pero no quieran aparentar que nada pasa, sé que se cuentan cosas, sé que has estado leyendo lo que ella escribe—.

—Pero Niall, eso no tiene nada que ver, he leído algunas cosas, pero no más—. El rubio se quedó callado mientras Liam tragaba saliva ruidosamente. —Escucha, no sé qué te imaginas, pero creo que debo ser sincero contigo... quiero mucho a Pía, tú has visto el tiempo que hemos convivido, no es solo porque sea tu novia, es porque en verdad la quiero, me parece alguien muy interesante y brillante, tú mismo lo has dicho—.

—Sí, eso debo reconocerlo, agradezco que estés siendo sincero conmigo, pero ¿Te gusta Pía? Es decir... ¿Te gusta en verdad?—. Aquello hizo que Liam se congelara y bebiera un sorbo más de jugo.

—Niall yo... no creo poder negarte esto, sobre todo porque me conoces y no quiero que existan mentiras entre nosotros—. Al escuchar a su amigo, el rubio asintió. —La realidad es que, aunque yo te pueda confesar esto, no soy capaz de hablar por ella y sabes que no me metería en su relación, jamás—.

—Verás, Liam. La situación no es muy buena, sabes que nunca me ha gustado llevar mis relaciones personales a las laborales, es algo muy complicado porque todo el tiempo están sobre ti, queriendo averiguar qué sucede y no quiero que Pía se enfrente a ello, menos cuando su carrera está despegando—.

—Niall... eso no es justificación, creo que lo puede manejar, Pía ha demostrado que es demasiado inteligente como para no soportar algo así, ahí tienes a Sophia—.

—¿Cuál Sophia?—.

—Ambas, por un lado, cuando salía con Sophia, ella se alejó de todo sin verse involucrada demasiado, creo que ganó cierto respeto y, por otro lado, Soph ha manejado muy bien lo del embarazo de Briana y la inestabilidad de Louis por lo que sucede, Pía sabrá llevarlo—.

—¿Tú crees?—.

—Sí, a menos que el que no quiera, seas tú...—. Y entonces Liam se dio cuenta que había acertado, Niall suspiró y lo miró.

—No es que me dé pena o algo así, pero no creo estar listo, Liam. Mira, yo adoro a Pía, pero siento que últimamente las cosas no son como antes, hay algo que ha cambiado y no me agrada nada. No estoy culpando a nadie, pero creo que he sido yo, que no me ha importado tanto lo que ella hace, que no puedo darle esta parte de la seguridad en nuestra relación, es algo muy confuso—.