Los días posteriores al sueño de la feria, seguí intentando comunicarme con él mientras estaba dormido, pero jamás lograba alcanzarlo. Todos sus sueños tenían dos cuestiones en común: era imposible que nos comunicáramos por más que me esforzase, y todas las situaciones eran extrañas, y daban un poco de incomodidad y miedo. Por ejemplo, un noche soñó que corría una carrera. Pero la carrera era en un cementerio. Y solo nosotros dos corríamos. Y por supuesto, ni en sueños puedo tener aptitud física como para correr, y fue Josh quien ganó. No lo llamaría una pesadilla exactamente, pero definitivamente hay sueños más normales que ese. Al despertar, Josh no parecía recordar ninguno de ellos.
Déjenme decirles que tener que correr entre cruces de piedra no fue muy agradable que digamos.
Algo que me había llamado la atención es que Josh había pasado varios días sin desmayarse, ni sentirse mal, y su brazalete no parecía molestarle. Durante dichos días yo había notado que Josh era, en realidad, muy sensible. Notaba su cara de remordimiento luego de hacer algo incorrecto, ya que tenía que vigilarlo constantemente; pero nunca se disculpaba o dejaba ver sus preocupaciones, y siempre mantenía una actitud algo arrogante e intentaba ser gracioso. Increíblemente, tenía amigos de todas formas.
Otra cosa que había notado, y la más importante en cuanto a mí concierne, fue cómo Valle de Cali había reaccionado ante mi "desaparición". Había carteles con mi rostro que decían "¿Has visto a Tessie?" esparcidos por todo el pueblo. Me hacía sentir querida ver que todos me buscaban: desde mi tía, hasta Abby, Cristina y otras personas que ni siquiera conocía, además de muchos estudiantes de mi instituto; y a su vez, triste, porque yo sí los veía y si bien no podía interactuar con ellos, estaba a su lado, técnicamente, y no podía dejarles saber que no estaba perdida. Pero en caso de que yo sí hubiese tenido la opción de comunicarme, ¿cómo les iba a explicar todo ese asunto tan confuso sobre dimensiones y sueños y demás? Probablemente no lo iban a entender, o iban a tratarme de loca.
Como dije antes, todo esto sucedió entre el sueño del carrusel y lo que sería su segundo desmayo: le tocaba pasar por el cuerpo de Jacques. Increíblemente, se desmayó mientras estaba dormido, y yo estaba en su sueño. Por suerte no me quedé atorada en una sub realidad ni nada por el estilo; solo me salí de su sueño, y el prosiguió con su viaje. Como era de noche, no vi ninguna pared, y elegí imaginar una puerta en el piso para ir con Bao Chen. Funcionó, aunque me estrellé de cara contra el fondo blanco. Allí, Bao me dijo que tenía que seguir practicando mi creatividad, y que quería ver si podía imaginar algo más que una bola de cristal. Como supuse que debía apurarme para ver todo lo que hacía, solo se me ocurrió imaginar un espejo, en una suerte de Blanca Nieves o algo por el estilo. Salió un poco deformado, pero funcionó igual.
En la imagen del espejo, vi a Joshua en el cuerpo de Jacques. Era desastroso. El pobrecito se debía pensar que seguía soñando, porque apenas pudo pararse, salió caminando de la fábrica francesa sin más. Un par de hombres intentaron pararlo, pero convengamos que mucho no le importó, ya que se echó a correr. Inmediatamente se arremangó la camisa y se quitó los zapatos. Cuando terminó de subir la manga izquierda, notó su brazalete. Pude ver como en su rostro se dibujaba una sonrisa gigante y cómo sus ojos se iluminaban, antes de continuar corriendo en todas direcciones, pero buscando qué poder tenía entonces.
Josh tenía alma de niño en el fondo; solo quería jugar.
Salió a la calle. Interactuaba con todo lo que podía: un periódico, un árbol, personas, sonido, un perro, vidrios, aves. Nada. Nada parecía tener la reacción sobrenatural que quería.
Hasta que tuvo la idea de juntar las manos, y vio cómo una pequeña llama se formaba.
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El séptimo dragón [en pausa] #FantaAwards2017 #CarrotAwards2017
FantasyTessie Sutton despierta en los bosques de su pueblo natal con un brazalete cían y rosado en forma de dragón envolviendo su muñeca. Luego cierra los ojos, y está en su cama. Su tía, Sybil, le asegura que sólo alucinó con su fiebre, y que nunca se hab...