13. UN PASO A MI FELICIDAD

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Dos semana después...

La boda de Seung y Phichit fue hermosa, en el bosque junto al  árbol sagrado de la unión. Todos los invitados se sentaron en cojines.
Estaba un novio muy apuesto, con el traje oficial de su clan como guerrero. Este era negro, con medallas de oro ganadas por su heroica vida en la guerra, con cortas cadenas de oro le caían de los hombros. Sus pantalones eran negros y sus botas negras largas tres dedos bajo las rodillas, con un cabello por primera vez desordenado, se veía sexy y tanto mujeres como hombre  babeaban por igual.
Y

la “novia”, ósea  Phichit traía unos pantalones blancos ajustados que remarcaban su lindo y redondo trasero, con unos botas tres dedos sobre la rodilla de color negro, una camisa negra de mangas largas, una chaqueta larga de mangas cortas, le llegaba hasta el la mitad del trasero y se le levantaba ligeramente y la traía abierta, era de color blanca y le remarcaba la cintura. Una cinta roja en la cintura y un medallón de oro con un rubí. Sus labios con brillo y con su natural rojo. Se veía adorable con sus mejillas sonrojadas.
Pero el novio quería matar a todos los que se atrevían a mirar a SU PHICHIT, este era risueño e inocente, había alejado siempre a cualquiera que se le acercara a él, Seung era celoso y sabía que con los pensamientos pervertidos que siempre tuvo el, así lo veían los demás.

Comenzó a recordar entre el festejo todo lo que por años mantuvo oculto, un amor que creía unilateral, solo dejaba que se le acercara a su amado Phichit su primo Yuuri porque era un familiar del moreno, así es como se hizo amigo y cuido también a Yuuri, ya que los consideraba a ambos demasiado ingenuos.
Pero Phichit siempre fue su debilidad. Despertaba todas las mañanas con una erección luego de soñar con su moreno gritando y jadeando bajo el, pidiendo por más. Lo veía besándolo, abrazándolo y este aferrándose a su pecho, rogándole que lo hiciera suyo. Jamás negó sus sentimientos pero era cobarde a la hora de declararse.

Cuando se enteró que la amable hermana de Phichit buscaba un novio para hermano y que además habían muchos pretendientes no dudo ir a la casa de la hermana y exigir o mejor dicho rogar que dejara que el fuera el novio, la hermana que sabía que ambos cobardes estaban enamorados lo dejo, pero debía declararse a Phichit.
Así lo hizo, con miedo pero lo hizo y se sorprendió que el amor era de ambas partes, esa misma noche lo hizo suyo completamente, y le rogó que se casaran en esa semana. Ya que Phichit no lo dejo que lo tocaran después de esa noche, por el dolor y la culpa de no llegar virgen al altar.
Así que así llegaron hasta este día, donde deseaba que la fiesta acabara para hacerlo suyo sin ninguna preocupación o culpa y además cumplir algunas fantasías.

Toda la familia de Seung y la de Phichit fueron a ver la unión. Ambos intercambiaron sus dagas familiares, como símbolo de la unión de sus familias y clanes. La celebración fue hermosa, además de que muchos por primera vez lograron ver sonreír a Seung. Además Phichit no se despegaba de su esposo,  Seung parecía muy cómodo y lo abrazaba posesivamente. Los dos no dejaban de verse y sonreírse.

La familia de Seung no aceptaba por completo la relación, ya que esperaban un primogénito de parte de su líder, pero como nadie se le negaba a las decisiones de Seung, ni siquiera su familia... Así que aceptaron de mala gana.
La madre de Seung era la única completamente feliz, había visto a su hijo enamorado desde que conoció al niño que logro convertir en su esposo.
Luego de un lindo baile, de festejos y discursos de parte de familiares y amigos de ambos  la pareja se fue a “descansar”. La fiesta seguía, pero los novios no necesitaban estar presentes.

 La fiesta seguía, pero los novios no necesitaban estar presentes

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El hechicero de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora