El hechicero de hielo

16. DUDAS EN EL HIELO DE LA MONTAÑA

Víctor

Los días fueron estupendos, mi cerdito despertaba siempre encima de mi durmiendo, incluso a veces el dormido comienza a morderme, es tan adorable, ¿acaso hay alguien que se compare a él? las sonrisas que me dedica me recomponen el día, no existe nada mejor, pero, aun así, no puedo decidirme completamente a quedarme con él.

Bueno los días pasan y decidí olvidar todo y mejor disfrutar mi tiempo con Yuuri.
¡Lo invite a una cita! Con mi Yuuri llevábamos un año y medio de relación. Incluso en los momentos más difíciles sentía una dicha a su lado.
Pensar que tengo a alguien que me proteja, que me espera cada vez que salgo a mi montaña o que al despertar alguien se aferra a mí en busca del calor de nuestras pieles, me hacía sentir el hombre con más suerte del mundo. Aun así, está esa promesa de vida que les hice a mis padres.

Decidí no darle mas vueltas al asunto y cargue Yuuri entre mis brazos y lo lleve a donde se encontraba mi sorpresa. Él llevaba los ojos vendados y su respiración chocaba en mi cuello ya que él iba aferrado a mí. Su aroma inundaba mis fosas nasales, su olor a chocolate cambio ligeramente al impregnarse con el mío. Un olor a menta.

Bajamos de la montaña, hasta llegar a una cabaña que tenía aguas termales, el lugar estaba lleno de flores -obra mía- Había una mesa llena de pétalos y sobre estos, unos platos con chocolate y almendras. Con unas copas de sake.

Cenamos fideos con crema de champiñón, jugo de manzana, y de postre, unas frutillas con mucho caramelo, en un hermoso plato de loza pura.

También el lugar estaba con velas largas y rosadas, que daban una buena iluminación.

Cenamos mirando los ojos del otro, él me sonreía y nos tomamos de las manos.

Luego lo invite a bailar una melodía que solo existía en nuestras mentes y corazones, las creábamos con nuestros movimientos.

Nuestras temperaturas subieron al contacto y él me sorprendió al notar su sonrojado rostro y más aún cuando me sujeto de la chaqueta y me atrajo a sus labios.

El beso fue intenso, luego lo desnude y yo también y nos metimos a él agua caliente.
Al meternos en las aguas termales senté a mi Yuuri en mis piernas y lo aferré a mí, el por su lado se abrazó a mí y respiraba agitado entre mi cuello y mi cabeza.
―Gracias Víctor por esta hermosa noche.
―No hay nada que no pueda hacer por ti, ya que tu trajiste la paz que añoraba mi corazón.

Aún faltaba una sorpresa, apague todas las velas y de pronto muchas luciérnagas comenzaron a volar alrededor del lugar. Sus pequeñas luces daban un hermoso toque a nuestro encuentro romántico.

Comenzaron nuestros besos apasionados, caricias, y mordisco y chupones de parte mía. Y el clavaba sus uñas en mi espalda, gemía mi nombre.

Lo penetré sin preparación, lo que le provocó un grito de dolor y placer. Luego de un rato para acostumbrarse comenzó a dar saltos en mi miembro y yo lo sujetaba de las caderas para hacer estocadas más certeras y profundas.

Después de un rato nos vinimos, y comenzaron nuevas rondas de amor lujuria y placer.

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En otro lugar se encontraba Minami durmiendo en el sillón con Makkachin a su lado y Yurio lo observaba atento desde el otro lado de la habitación. Se acercó y no pudo contener más sus ganas y lo beso tiernamente, casi rozando los labios, pero la tentación era mucha al notar que no despertó. Así que lo beso más salvaje mente.

Kenjiro despertó y Yurio al notarlo se aleja, pero es sujetado por los temblorosos brazos de un sonrojado Minami...

Yurio noto que el beso no fue desagradable para Minami, se acercó un poco, lentamente hasta sentir los húmedos y esponjosos labios que pedían ser sentidos con más intensidad.
Fueron caricias las que dominaban el ambiente, las manos de Minami se dirigieron a las mejillas de Yurio y este al sentirlas se le erizo la piel.

Yurio por su parte apretó el trasero de Minami con ambas manos sacando unos sonidos obscenos del más bajo.
Yurio comenzó a morder los pezones de Minami sobre la ropa, continuó por morder el cuello y le dejo muchos chupones en él.

Por otra parte Minami le mordió la oreja sacando un ronco gemido a Yurio.
Yurio pasó sus manos por debajo de la ropa interior de Minami y cuando le iba a bajar la ropa, cierto abuelo llegó a casa. Ambos se separaron inmediatamente.

El abuelo los vio y noto un claro mal humor de parte de su nieto y un sonrojo notorio en ambos jóvenes, prefirió irse a su cuarto y dejarle en claro una cosa a Yurio.
―Espero que le pidas antes que nada apropiadamente que sea tu pareja Yurio, como todo un caballero y no te dominen las hormonas― rápidamente se fue sonriendo ya que su terco nieto tenía la posibilidad de ser feliz nuevamente y además le encantaba molestarlo.

Ambos jóvenes sonrojados se encontraron en un ambiente tenso en el que ninguno tenía la intención de comenzar a hablar, así que Minami se levantó y camino hacia la puerta de la cocina y Yurio le siguió, le tomo de la cintura y lo acorralo contra la pared, cargo su cuerpo y afirmo su cabeza en el hombro del menor, olfateo el aroma a vainilla, luego le hablo.
―Minami ¿tu serias mi pareja? ¿Serias solo mío?
―Yo claro que sí, yo te amo Yurio― lo besa en los labios de manera dulce― solo si tú eres solo mío.
―Pero pensé que ya nos pertenecíamos...
―Claro que seré solo tuyo. Yo en un principio lo hice para que ese imbécil, NO mejor dicho ningún otro te tocara... Pero sí, siempre hemos sido uno del otro. Pero te advierto que soy insaciable, tus caderas sufrirán mucho, ¿estás dispuesto a aceptarme de esa manera?
―Claro, puedes hacerme lo que quieras― Lo observa con un aura inocente.
Yurio iba a entrar a atacar al conejito inocente frente a sus ojos, hasta que siente un aura de odio, creyó que era Víctor, hasta que de pronto aparece Guang Hong el primo de Minami y su esposo, se separaron de pronto.
―Hola, parece que Interrumpimos Guang...
―Tú― Indica Guang Hong a Yurio― Solo lo podrás tocar después de una boda apropiada.
― ¿Qué?― gritaron Minami y Yurio al mismo tiempo.
―Lo lamento, pero así como lo oyen, así que gatito en abstinencia, hasta desposar a Minami― dijo Leo abrazando a Minami como una verdadera madre sobreprotectora.
―Nos casaremos pronto entonces.

-Hola me costó subirlo, pero aquí está, espero que les guste, es lo último dulce hasta el inevitable drama, pero no se preocupen todavía hay una luz de esperanza-
-La imagen no me pertenece, créditos a su sensual dueño..-

Pronto: la decisión de Víctor, la promesa o el amor por Yuuri.