20. SONRISA

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Con el paso se los meses el vientre de Yuuri fue creciendo, pero sus ojos reflejaban tristeza, estaba viviendo la etapa mas linda de su vida pero le faltaba quien por siempre fue, es y sera su único amor.
Cada noche acariciaba su vientre y le cantaba una canción de cuna y los bebés comenzaban a dar pataditas... Eso era lo más bello para Yuuri y era un bálsamo para su corazón.

La alegría regreso a Yuuri con el nacimiento de dos bellos gemelos idénticos a Víctor, convirtiéndose en la alegría de la casa de los katsuki.
La sonrisa que creían en Yuuri muerta apareció, los bebés trajeron alegría al joven padre (madre para todos) y en la familia y a los clanes del reino.

Luego del tiempo que lo tomo recuperarse dejo a sus hijos con los padres, tomo provisiones. Se fue con Makkachin y su mochila para emprender el viaje mas importante y decisivo en su vida... Subió a la montaña a buscar al amor de su vida.

Con Makkachin como su única ayuda, tenía la esperanza de hacer bajar a Víctor aunque fuera con la excusa de amistad o alguna idea que viniera a su cerebro, si él tenía hijos con su esposa no le importaba, pues sus bebés tenían el mismo derecho de tener un padre, al igual que Víctor de saber sobre la existencia de su descendencia.

Fue duro, hacia más frió de lo normal, Yuuri recién se había recuperado y aun estaba débil, le costo bastante subir, además el viento soplaba fuerte.

El logro llegar, pero su cuerpo demostraba lo débil que se había vuelto, comenzaría con sus entrenamientos pronto para volver a ser nuevamente El Gran Guardián Dorado. Encontró la entrada a la cueva... pero, tal vez lo que llegaría a ver acabaría con la poca esperanza que alojaba en su corazón de ser una familia feliz.

El lugar permanecía igual, todo le recordaba los momentos que vivió con su amando hechicero, después de buscarlo por tantos lados del lugar sospecho que estaba en el cuarto.
Despidió que antes del buscar a Víctor lo mejor era preparar un desayuno, llevaba toda la noche subiendo la montaña. Tenía una sensación de angustias junto con ansiedad, lo que lo hizo apresurarse.

En otro lado estaba Víctor, con la zorra de turno, esta se levantó antes que él y como si la vida le hiciera una jugarreta la mujer se encontró con nuestro lindo Yuuri

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En otro lado estaba Víctor, con la zorra de turno, esta se levantó antes que él y como si la vida le hiciera una jugarreta la mujer se encontró con nuestro lindo Yuuri.

—Buenos días, ¿eres el empleado del lugar?— lo dice de una manera de despectiva— Víctor aún está en la cama, luego de lo apasionado que estuvo anoche, debe seguir durmiendo.

A Yuuri no le salían palabras, esta mujer no era Elizabeth, entonces ¿que estaba sucediendo? decidió aclarar las dudas, dirigiéndose al cuarto que tantas noches convivió con Víctor.

Algo dentro de el estaba aterrado, sentía que si seguía dando pasos su ya maltratado corazón seria roto nuevamente.

Abrió la puerta sin tocar... Ahí se encontraba Víctor durmiendo, desnudo y con su cuerpo lleno de rasguños, su corazón no soportaba la escena , hasta que Makkachin lanzo un rugido que despertó a Víctor, quien al ver quien se encontraba frente a sus ojos busco inmediatamente a la mujer y al no encontrarla una parte de el rogaba para que no se haya encontrado con Yuuri.
A pesar de sus sentimientos decidió ocultarlos ya que recordó la razón de la cual se mantenía alejado de él, era el odio que supero su amor. Y decidió hablar el para acabar con el incómodo silencio.

El hechicero de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora