¿QUE ES?

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Después de caminar por casi doce horas, Dracul/Demian, decidió que era tiempo de descansar, él habría podido seguir caminando, pero los niños estaban agotados. Cazo un par de conejos sin ningún problema y los aso enseguida.  Los niños estaban tan cansados que se estaban quedando dormidos esperando  que estuviera lista la carne.

Cenaron en silencio y se acostaron sin demora.  Los niños cayeron rendidos enseguida, Dracul los miro durante muchísimo rato, tenía una extraña sensación de familiaridad  ante aquella situación, pero estaba seguro de jamás haberse quedado mirando dormir a unos niños.  De hecho siempre les había rehuido, sobre todo cuando lloraban.  Por alguna razón, el llanto de los niños lo alteraba, pero no para lastimarlos, sino que le provocaba tal angustia, que quería hacer cosas tan estúpidas como consolarlos o saber cuál era la razón de su llanto y ver la forma de solucionarlo, incluso peor que todo aquello, había llegado a querer cargarlos en brazos y  mecerlos.

Huía apenas oía a uno de ellos llorar. Los consideraba seriamente peligrosos para él y lo que él era.  Pues con el cariño o el apego venían las promesas  y para él no era opcional el cumplirlas, era una obligación tan grande que no importaban los años se tardara en cumplirla, ni lo que tuviera que hacer para ello. 

Se estremeció ante el recuerdo de las cosas que había hecho hasta ese momento.   Miró a los niños y se dijo que solo los estaba ayudando, nada más, no se estaba encariñando  de ninguna manera con ellos.  Solo les estaba haciendo un favor y a cambio  asesinaría a unos cuantos canallas y a una degenerada. En resumidas cuentas, le iba a hacer un bien a la sociedad.

Se acostó a unos metros de los niños y se acomodó para dormir.  Al igual que siempre, jamás encontraba una posición cómoda, sentía un tremendo dolor cuando se acostaba de espalda, le dolían los brazos cuando estaba de lado y casi no  podía respirar bien cuando estaba boca abajo, solo sentado  encontraba algo de alivio. Pero era una terrible postura para dormir.  Se acostó medio de lado medio boca abajo, se acurruco  y trato de conciliar el sueño.

_ ¿Qué  es? Pregunto uno de los niños

Dracul se removió en su lugar, no podía creer que los niños ya estuvieran despiertos, si al él le parecía que se había acostado recién.  Tenía tanto sueño y cansancio como cuando se acostó. Acaso no pueden dormir hasta más tarde aunque  sea un día. No necesitaba abrir los ojos,  ni consultar ningún reloj. Sabía que eran las siete  de la mañana.

_No lo sé   dijo en un susurro otro de los niños.

Dracul reprimió un gruñido de reproche.  Estaba muy cansado, demasiado como para levantarse.

_Crees que nos lastime... dijo otro algo temeroso

Dracul abrió los ojos y estaba de espalda a los niños, estaba mirando hacia el bosque.  Se dio vuelta lentamente y los niños retrocedieron hasta chocar contra unas rocas.  Dracul los miro sin entender que les pasaba.  Estaba seguro que seguía siendo humano.  Cuando intento levantarse se dio cuenta que algo andaba mal con su espalda.  Se miró las manos y eran humanas, miro sus pies y también eran humanos.   Llevó una mano a su espalda y toco sus alas, abrió desmesuradamente los ojos y miro a los niños.

Ellos estaban aterrados. Y no los culpaba.

Se incorporó lentamente pensando que hacer ahora.

Una vez de pie, sintió un dolor terrible de pies a cabeza,  su cuerpo quería cambiar a su forma demoniaca,  y había empezado a hacerlo por voluntad propia mientras dormía.  Se controló lo mejor que pudo  y empezó a retraer sus alas, el sonido de  los huesos en su espalda acomodándose para hacer espacio a  sus alas era aterrador, se oía como si estuvieran partiendo palos secos con las manos.  Harek  vomito absolutamente todo lo que tenía en su estómago. Los demás no se veían mucho mejor. Estaban a punto de llorar, gritar, vomitar o incluso orinarse.

Una vez que Dracul oculto sus alas,  se concentró lo suficiente y en menos de cinco segundos, los cuatro niños cayeron   al suelo, estaban profundamente dormidos.   Se acercó a ellos y puso su mano en la frente de cada uno de ellos y borro  todo recuerdo que ellos tuvieran de él como un ser demoniaco.

Para cuando los niños despertaron había un  enorme cerdo asándose, además de una vieja olla donde hervía un caldo que tenía un olor delicioso.  Había cinco cuencos  y cinco cucharas de madera listas para la sopa.

Los niños se acercaron inmediatamente a Damián y se pusieron a reír y a saltar como locos.  Estaban felices al ver toda la comida que había para ellos.  Oren dejo de reír al pensar en los niños del orfanato, pues seguramente no tenían la suerte que tenían ellos  de haber encontrado a Demian.

Dracul vio el cabizbajo rostro de Oren pero no quiso entrar en su mente.  Estaba bastante agotado por el uso de sus poderes para borrar sus recuerdos y la de los tres aldeanos que lo vieron con el enorme  cerdo en un hombro y una olla en el otro, además de un morral con verduras colgando de su boca. Se vio a sí mismo a través de los ojos de los aldeanos y  no supo si reír o avergonzarse, maldijo por lo bajo y borro sus recuerdos inmediatamente.

La mujer a la que le robó las ollas tenía bastantes en casa, no notaría la falta de una de ellas y estaba profundamente dormida,  cuando entro a revisar qué cosas podía tomar que les sirviera a ellos.

Después de desayunar, los cinco  se bañaron en el rio  mientras hablaban.  Dracul les preguntaba  cosas del orfanato y de los niños que allí vivían, así como también  de la directora y los cuidadores del lugar.

Ellos hablaban distraídamente de todo, mientras Dracul escuchaba atentamente.  Estaba tan agotado que ya no era capaz de entrar en sus mentes, necesitaba alimentarse apropiadamente o no sería capaz de seguir manteniendo su forma humana y se volvería cada vez más violento, no solo consigo mismo, sino también con los que estaban a su alrededor.

DRACUL ( IV libro, Serie La Niña Y Los Monstruos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora