DESPEDIDA

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Durante la cena, Aryela informo a los niños y a sus cuidadores que al día siguiente debía marcharse a un viaje a otro país, por lo que probablemente estaría lejos por mucho tiempo, e incluso era probable que no se volvieran a ver.

La conmoción en los niños fue inmediata, ninguno de ellos quería que se fuera la directora Aryela, ella era muy buena y los quería mucho. Ellos también la querían muchísimo. Eleonora y Clara también se mostraron sorprendidas ante la noticia y lamentaron su partida.

En cuanto a los lobos y los hermanos Leppala, ellos conocían la verdadera razón de su partida. Sin embargo también lamentaban que tuviera que marcharse. Dracul o Aryela, no les importaba como se llamara o lo que fuera, se había convertido en parte de sus vidas y habían aprendido a quererlo y a aceptarlo. Sintieron un hondo pesar por sus palabras, Pues sabían que al marcharse estaría solo y terminaría recluyéndose en algún lugar aparatado de los seres humanos, vampiros y lobos. Estaban seguros que terminaría encerrándose a sí mismo en una fría cueva, perdida en el fin del mundo y lejos de todo ser vivo.

Después de aquellas noticias, las horas parecieron pasar más rápido que nunca. Los lobos y los hermanos casi no durmieron. No sabían si serían capaces de sacar adelante el orfanato si Dracul no estaba con ellos.

Contaban con él para todo. El demonio siempre había sido quien tomaba las decisiones importantes y quien los guiaba en el día a día. Confiaban en él, sabían que solo quería el bien de los niños y el de ellos.

Dracul pudo sentir en ese momento la angustia de los que lo querían, y estaba sobrecogido. Nunca pensó que él pudiera ser parte de una comunidad, mucho menos que alguien pudiera llegar a sentir aprecio por él.

****

El demonio no pudo dormir, ni descansar, su mente estuvo plagada de imágenes y cosas que ojalá no hubiera recordado.

Se levantó al alba, no tenía caso seguir acostado en el sillón si sabía que ya no dormiría nada. Bajo a preparar el desayuno para todos en el orfanato. Cuando oyó pasos yendo hacia la cocina tomo la forma de Aryela Leppala enseguida. Apoyo ambas manos en el mueble a su lado para mantenerse en pie. Ya le era imposible seguir manteniendo forma humana, se despediría de ellos durante el desayuno y se iría al ático a descansar antes de marcharse.

Aún no sabía a donde iría.

Una vez que todos estuvieron sentados a la mesa, Aryela/Dracul se puso de pie, y dio las gracias a los adultos por haber aceptado trabajar en el orfanato y cuidar de los niños. Luego se dirigió a los pequeños y les dijo que sabía que todos ellos tendrían un gran futuro. Estaba muy segura de eso.

Sonrió ante esas palabras y los lobos y ex cazadores también. Sabían porque estaba tan segura de sus palabras.

Antes que el desayuno terminara se puso de pie lentamente, midiendo cada uno de sus movimientos para no cambiar de forma o que los demás se dieran cuenta de lo mal que se sentía. Se despidió de todos los niños con un beso en la frente, y a los adultos les dio un abrazo y les deseo lo mejor.

Amílcar casi no podía hablar, jamás pensó sentir una pena tan grande. Era mucho lo que debía agradecerle a Dracul, sabía que sin él probablemente se habría terminado suicidando.

Una vez que la despedida termino, el lobo lo acompaño a la puerta junto con los demás. Dracul se adelantó un poco con el lobo, le dijo que una vez que saliera del orfanato y se perdiera de la vista de los demás, se haría invisible y volvería, pero se quedaría oculto en el ático. Estaba demasiado agotado por haber tomado forma humana, necesitaba descansar un poco antes de irse definitivamente.

DRACUL ( IV libro, Serie La Niña Y Los Monstruos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora